Image: Rafael Borràs

Image: Rafael Borràs

Letras

Rafael Borràs: "La política cultural catalana está regida por enanos mentales"

“La política cultural catalana está regida por enanos mentales”

29 mayo, 2003 00:00

Rafael Borràs, por Gusi Bejer

Pregunta: ¿La batalla de Waterloo explica lo que ha sido la edición española del último medio siglo? Respuesta: Al menos lo he intentado. Los lectores dirán si lo he logrado. P: ¿Se ha sentido alguna vez el Napoleón de nuestras letras? R: Por Dios, si en la mili no pasé de soldado... P: No sea modesto... ¿Ediciones B es su Elba o su Santa Elena? R: Je, je, confiemos que mi Elba. P: ¿Quién ha sido su Wellington? R: Yo. Aspiro a dialogar con mis adversarios y a no tener enemigos. P: ¿Quiénes son los vencedores de la “gran batalla” de la cultura? R: Gentes como Carlos Barral, Rosa Regàs, Mario Lacruz, José Janés... P: ¿Y los perdedores? R: Sin duda alguna, los censores. P: ¿Por qué sus memorias sólo llegan a 1973? R: Por exigencias del guión... son 600 páginas. Pero continuará. P: ¿Y hablará sin tapujos de su tormentosa experiencia en Planeta? R: Naturalmente. P: ¿Qué fue lo mejor de esa etapa? R: Que en 1973 se me dio la oportunidad de dirigir una colección como Espejo de España P: ¿Y lo peor? R: Que al final hubo quienes no entendieron lo que habíamos hecho mi equipo de editores y yo. P: ¿Qué principios le han regido en una actividad como la edición, que cada vez parece tener menos? R: Dos cosas: la obra bien hecha que preconizaba d’Ors, y el procurar entender las razones de los otros, desde el espíritu de liberalidad que postulaba Marañón. P: Sí, pero ¿por qué abundan en la edición los contables, “burócratas, pelotas” mientras los editores parecen en vías de extición? R: Porque hoy la edición está en manos de unos señores que fabrican libros como si fueran zapatos y falta paciencia. P: ¿Realmente el editor acierta muchas veces porque se equivoca muchas más? R: Naturalmente. Hay que tener el coraje de apostar por libros que tal vez no son un éxito comercial, pero que cumplen un servicio cultural. P: ¿Cuál, por ejemplo, en su caso...? R: Las Conversaciones privadas con Franco de Francisco Salgado Araujo, esenciales para entender las miserias del franquismo. P: ¿Y su mayor error? R: En plural, errores. Muchísimos, como persona y como editor. P: ¿Cuál de los libros editados por usted explica mejor la España en que vivimos? R: Bueno, estoy muy orgulloso de una novela que explica la España que vivimos como consecuencia de la España que padecimos: El jinete polaco, de Muñoz Molina. P: En estos 50 años como editor, ¿quién fue el jefe más ingrato? R: Prefiero no hacerle publicidad. P: ¿Y quién (editores, agentes) es más culpable de la inflacion de títulos que inundan el mercado? R: Los editores. Ortega decía que una obra de caridad sería no publicar libros superfluos y desde hace años publicamos demasiados. P: ¿Se da mucho gato por liebre? R: Por supuesto. Pero el tiempo pone a cada cual en su sitio. P: Dice que la Generalitat se com-porta mezquinamente con grandes autores catalanes. ¿Por qué? R: Porque la política cultural de la Generalitat está regida desde 1980 por unos enanos mentales que desprecian a d’Ors y a Pla, a Vázquez Montalbán y a Marsé: un disparate. P: ¿El que resiste gana? R: Hombre, me parece un buen lema pero no sé si he resistido ni me he propuesto ganar nada. P: ¿Entonces? R: Como persona con alguna responsabilidad en la edición, lo más importante ha sido que algunos autores confiaran en mí para publicar sus libros. El resto, los empresarios, los contables y las señoras con bigote, no me quitan una hora de sueño.