Recreación de un carro con ánforas transitando por una calzada romana.

Recreación de un carro con ánforas transitando por una calzada romana. Itiner-e, Artas Media, MINERVA

Historia

Crean el mapa digital más preciso de las carreteras del Imperio romano: 300.000 km para conquistar medio mundo

Un proyecto de investigación revela la monumentalidad del sistema viario romano hacia el año 150 d.C. Itiner-e es gratuito y accesible para todo el mundo.

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A mediados del siglo II d.C., bajo la dinastía Ulpia-Aelia, el Imperio romano alcanzó el culmen de su poder y de su expansión territorial. Casi un tercio de la población mundial vivía bajo el gobierno de los césares. Fue la época de la Pax Romana, una paz sostenida por la amenaza de violencia que representaban el aparato imperial y las espadas de las legiones, pero que permitía a los ciudadanos viajar desde Siria hasta Hispania con relativa seguridad.

Los comerciantes y aventureros, sin embargo, debían afrontar los trayectos por el vastísimo territorio con poca más información que las indicaciones grabadas en los miliarios, unas columnas cilíndricas de piedra que eran algo así como las señales de la Antigua Roma. Habría sido un prodigio para ellos tener acceso a Itiner-e, el mapa digital más detallado y preciso de las carreteras del Imperio romano.

El fascinante proyecto, codirigido por Pau de Soto Cañamares, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona, y otros expertos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), revela que hacia el año 150 d.C., durante el largo reinado de Antonino Pío, el sistema viario romano comprendía casi 300.000 kilómetros de calzadas y caminos. Los resultados de la investigación se han publicado este jueves en la revista Nature Scientific Data.

La red de calzadas y caminos del Imperio romano en la mitad del siglo II d.C.

La red de calzadas y caminos del Imperio romano en la mitad del siglo II d.C. Itiner-e

"No sabemos si todos los caminos llevaban a Roma, pero que los caminos llevaban a cualquier parte del Imperio eso es seguro", subraya De Soto. "El Imperio romano, como un reflejo de una estructura política transcontinental, muestra cómo una de las ventajas de su dominio fue la capacidad de diseñar un entramado de comunicaciones a nivel global. Así, los romanos, cuando diseñaban la ocupación de un territorio, lo hacían a partir de la ubicación de ciudades y de esta red tan densa de carreteras".

Este Google Maps del Imperio romano de alta resolución, a juicio de los investigadores, proporciona "una herramienta nueva y transformadora" para comprender la movilidad para mercancías y personas —incluida la transmisión de enfermedades infecciosas—, la economía y la administración en el mundo antiguo.

El doble de kilómetros

El embrión del proyecto se remonta a 2019, cuando Pau de Soto se propuso digitalizar las vías de la parte occidental del Imperio romano, como ya contó este periódico. Tras coincidir con el arqueólogo Tom Brughmans, decidieron embarcarse en una aventura más ambiciosa: el mapeo de toda la red de comunicaciones terrestres de la Antigua Roma. "El proyecto ha requerido del trabajo de investigadores de Italia, Francia, Inglaterra, Holanda... y muchos otros países", detalla el investigador español, que agradece la ayuda brindada por estudiantes del grado de Arqueología de la UAB para digitalizar carreteras.

Itiner-e, el mapa digital de las carreteras de la Antigua Roma

Itiner-e casi duplica la extensión de la red viaria romana en comparación a otros mapas elaborados con anterioridad y mucho más limitados. Y ello es posible gracias a los datos obtenidos de regiones poco documentadas, como el norte de África o Grecia, y a una precisión espacial más alta: en vez de basarse en simples líneas rectas se adapta a los pasos de montaña sinuosos y a los corredores naturales. Una labor de ingeniería cartográfica.

"Hasta ahora, o encontrabas recursos detallados de regiones pequeñas, incluso de una sola vía (en publicaciones normalmente), o si querías un recurso de todo el Imperio, solo tenías mapas muy generales con las vías principales y nada más", explica el arqueólogo. "Nuestro proyecto ofrece de forma fácil de obtener, científica y totalmente gratuita la red más completa, extensa y detallada que se puede encontrar del mundo romano".

Mapa que muestra el curso de una calzada romana en la costa de Grecia.

Mapa que muestra el curso de una calzada romana en la costa de Grecia. Itiner-e

En total, se han desarrollado 299.171 kilómetros de carreteras —103.478 km son calzadas principales— divididas en 14.769 tramos. Los investigadores reconocen que solo en el 2,7% de los casos se conoce con certeza la ubicación de las vías de época romana, pero afirman que el 89,8% de los trazados hipotetizados tienen un grado bastante alto de precisión. El mapa incluye caminos ya abiertos en algunos territorios antes de la conquista y que siguieron siendo utilizados después.

De Soto detalla que en el diseño de las calzadas los romanos combinaron el gran esqueleto de los ejes comunicativos, destinados a hacer llegar soldados, noticias o productos a todos los rincones del Imperio, con una gran cantidad de calzadas. "No debe olvidarse el papel propagandístico de las infraestructuras en la época romana. Así, junto a estas vías, se colocaban miliarios, esos hitos de piedra verticales que indicaban el emperador que la había mandado construir o reparar, además de otras informaciones como el nombre o las distancias al inicio o final".

Recreación ilustrada de un miliario hallado recientemente en el área de Cilicia, en Turquía.

Recreación ilustrada de un miliario hallado recientemente en el área de Cilicia, en Turquía. Itiner-e

Las carreteras se han identificado a partir de informes arqueológicos, fuentes históricas como el Itinerario de Antonino y la Tabula Peutingeriana —fechados ambos en el siglo III d.C.—, los mencionados miliarios y estudios regionales. Esta información se ha georreferenciado utilizando mapas topográficos modernos e históricos, imágenes por satélite y otros datos de teledetección antes de ser digitalizada manualmente.

Sobre las limitaciones del proyecto, Pau de Soto avanza que su equipo está trabajando en dos aspectos importantes a añadir lo antes posible. "El primero es incorporar las comunicaciones marítimas y fluviales porque no se pueden entender las comunicaciones en la Antigüedad sin este elemento. El segundo elemento que estaba previsto desde el inicio pero que no se ha podido aplicar a todas las vías es el aspecto cronológico. Sabemos que las vías se construyen y abandonan en distintos momentos y que no todas las fueron coetáneas. No es lo mismo la red de calzadas de la época de Julio César que la de Trajano. Eso, en nuestro mapa aún no puede observarse... pero lo será".