El 9 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín y ciudadanos de Alemania Oriental (sobre el muro) saludan a sus vecinos de Alemania Occidental.

El 9 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín y ciudadanos de Alemania Oriental (sobre el muro) saludan a sus vecinos de Alemania Occidental.

Historia

Del fervor democrático a la reacción autoritaria: Timothy Garton Ash reescribe Europa en 'La linterna mágica'

El prestigioso historiador pergeña una crónica de los hechos recientes a partir de la actualización de su obra, que parte del análisis de cuatro revoluciones que sellaron el final de la URSS.

Más información: Confesiones del último Medici, la estirpe milenaria que cambió para siempre la cultura de Europa

Publicada

Permanece un regusto entre melancólico y extrañado tras la lectura de este libro. Su autor, el historiador británico Timothy Garton Ash (Londres, 1955) describe cuatro revoluciones democráticas que marcaron el final de una época: las de Polonia, Hungría, Alemania Oriental y Checoeslovaquia en 1989. Ese año en el que, según Eric Hobsbawm, arrancó el final del corto siglo XX (inaugurado en 1914 con la Primera Guerra Mundial, y concluido en 1991 con la caída definitiva de la URSS).

La linterna mágica

Timothy Garton Ash

Traducción de Álvaro Marcos
Taurus, 2025
240 páginas. 19,90 €

Es así porque suenan hoy a ficción los entusiasmos democratizantes de unas masas hastiadas de la presión de los regímenes autoritarios de la órbita soviética. Entusiasmos que se han tornado en desencanto o desafíos que provienen de los mismos lugares y, en algún caso, de los mismos protagonistas de entonces.

La Polonia del sindicato Solidaridad y Lech Walesa es la misma que hoy apoya mayoritariamente al autoritario partido PiS, y la misma que acaba de elegir como presidente al enésimo euroescéptico con pasado dudoso que destaca en los países de Europa central. De la misma forma que la RDA, que en este libro parece imparable en su afán por acabar con el régimen de partido único y de la asfixia al que la sometía la todopoderosa Stasi, es la misma en la que la ultraderechista y filonazi Alternativa por Alemania es la primera fuerza en las últimas elecciones federales.

El desencanto es evidente, aunque Garton Ash no se dedica aquí a buscarle las causas a un mal ante el que seguimos mostrando incredulidad. Porque La linterna mágica es una edición actualizada de un libro publicado en una fecha tan temprana (aún marcada por el entusiasmo) como 1990, reeditado varias veces, y actualizado y vuelto a publicar en 2019 con motivo de la efeméride de aquel año crucial. La sencilla mención a 1989 nos trae a la mente la caída del Muro de Berlín, y con ella, del sistema soviético que rivalizaba con las democracias occidentales.

Por eso, si bien este libro trata de ser en primer lugar una crónica de la historia reciente en un año clave y por parte de un testigo directo de los acontecimientos que le dieron forma, también puede leerse como un testimonio de cierta ingenuidad o voluntarismo analíticos, y del enésimo clavo en el ataúd del fukuyamesco final de la Historia. Porque lo cierto es que aquel torrente de fervor democrático ha dado lugar a una reacción autoritaria que ni estaba ni se la esperaba.

Este libro trata de ser una crónica de la historia reciente en un año clave y por parte de un testigo directo

El primer asombrado es el propio Garton Ash, que se ha destacado en las últimas décadas como uno de los europeístas más acérrimos, y en los últimos años como uno de los más conocidos críticos del Brexit. Además, la salida de su país de la UE no le ha impedido ser uno de los líderes intelectuales del apoyo comunitario a la Ucrania invadida por la Rusia de Putin. Dada la situación actual, no es difícil imaginarse al autor preguntándose de qué han servido sus experiencias biográficas y todos sus esfuerzos divulgativos. Solo faltaría ponerle un fado.

Porque la experiencia vital del reportero es tan importante como su fondo de armario historiográfico. Garton Ash no habla de oídas, sino que se centra en cuatro de los lugares y eventos en los que estuvo y, en gran medida, participó. De ahí que omita las experiencias de otros países sin los que es difícil entender 1989, como Rumanía o Bulgaria.

Tampoco es de extrañar el poco aprecio que muestra hacia aquellos regímenes felizmente superados pero en riesgo de volver fruto de una nostalgia que nace del desencanto con el presente, más que por el aprecio del pasado. Una de las obras señeras de Garton Ash, El expediente (Barlin Libros, 2019), relata magistralmente aquella atmósfera de vigilancia y falta de libertades en la RDA, donde vivió durante sus estudios de doctorado. Allí fue espiado por la Stasi, policía secreta que le dedicó un extenso informe que el autor pudo consultar una vez caído el Telón de Acero.

Todo ello lo cuenta en un libro que tiene un estilo y un tono muy parecido a La linterna mágica en esa mezcla de erudición y autobiografía habitual en otros de sus ensayos, como Europa. Una historia personal (Taurus, 2023). Hay aquí, por supuesto, un empeño analítico que busca explicar qué empujaba el anhelo de libertad de aquellas sociedades. Conclusiones que, por otro lado, no han envejecido siempre bien.

Dos personas ondean banderas nacionales en la manifestación de protesta en Praga durante la Revolución de Terciopelo (1989)

Dos personas ondean banderas nacionales en la manifestación de protesta en Praga durante la Revolución de Terciopelo (1989)

Visto en retrospectiva, el tótem de la Libertad, en mayúscula, tiene un protagonismo excesivo a la hora de explicar lo que, seguramente, era un hartazgo por las carencias materiales, la falta de prosperidad y la dificultad de atisbar un futuro prometedor. Algo que recuerda demasiado al desencanto actual en nuestras democracias. Quizá por eso no deba sorprender tanto que esa decepción destaque allí donde antes reinaron la euforia y las expectativas que nos narra aquí Garton Ash.

Entre esas experiencias personales, además de la mencionada vigilancia en el Berlín Oriental, estuvo su relación con Solidaridad en Polonia, hasta el punto de llevarle a improvisar un mitin durante aquella campaña que condujo a los de Walesa a ganar todos los espacios que la dictadura de Jaruzelski abría, hasta derribarla por corrosión interna.

A diferencia de lo que ocurrió, por ejemplo, en la entonces Checoslovaquia, donde la oposición democrática liderada por el añorado Václav Havel hubo de impulsar una revuelta en toda regla ante un régimen que no concedía tregua desde la invasión en 1968 por parte de las tropas del Pacto de Varsovia que acabó con la Primavera de Praga.

Es a esta revolución a la que Garton Ash dedica más páginas, pues es en la que tuvo un mayor protagonismo, y porque fue allí donde sintió una admiración más clara hacia su líder político y moral. Pero es en el contraste entre la revolución húngara de entonces y la Hungría de hoy donde queda claro el desencanto democrático que atraviesa esa zona (y otras) de una Europa llena de dudas, porque el protagonista es el mismo que entonces llenaba las calles pidiendo libertad y democracia: Viktor Orbán.