Teatro

Premio Valle-Inclán: de la catarsis colectiva a las leyes físicas del teatro

3 mayo, 2019 02:00

El próximo lunes, 6, se falla el XIII Premio Valle-Inclán. 12 actores, directores y autores optan, con sus trabajos exhibidos en la escena madrileña, al premio concedido por El Cultural de El Mundo y patrocinado por la Fundación Divinas Palabras, que preside Enrique Cornejo. Un jurado con el abogado y dramaturgo Antonio Garrigues Walker al frente elegirá en el Teatro Real, mediante el método Goncourt, al ganador de los 50.000 euros y la estatua de Víctor Ochoa con que está dotado el galardón. La escena española vuelve a estar pendiente de su reconocimiento más prestigioso.



Magüi Mira

"He sentido el poder de la fuerza colectiva"

Directora y adaptadora de Consentimiento sobre un texto de Nina Raine

Dirigir Consentimiento me ha llevado a presenciar de manera extrema un ejemplo de catarsis del arte escénico. Buscaba un texto contemporáneo, urgente, escrito por una mujer, y lo encontré. Empezó un viaje apasionante hasta llegar al primer contacto con el público. Y ocurrió lo que yo esperaba: dos hechos paralelos, lo creado en el escenario y la información pura y dura de un trágico suceso real compartían titular en los medios de comunicación: “Consentimiento”. Me refiero a la violación por La Manada de una mujer joven, y a la función que veía el público en el Teatro Valle-Inclán. Creación que llevaba a los espectadores y espectadoras a disfrutar y a comprometerse ante unos hechos que conocían bién. La emoción que me produjo comprobar esa conexión inmediata, salvaje, entre el escenario y el patio de butacas fue grande. Cuando el público puede reflexionar y gozar, y comprobamos que al hacerlo disminuye el nivel de angustia, sentimos el poder de la fuerza colectiva.




José Sacristán

"Mamet es un testigo lúcido y riguroso de nuestro tiempo"

Protagonista de Muñeca de porcelana, de David Mamet. Dirección: Juan Carlos Rubio.

Muñeca de porcelana me ha dado grandes satisfacciones. Es una obra con la que hemos estado girando dos años y medio, que no está nada mal. Yo la veo como una colonoscopia del poder. Mamet demuestra en este texto su lucidez, su rigor y su mala leche como testigo de su tiempo. Pone patas arriba las corruptelas del mundo financiero con una gran potencia crítica. Desgraciadamente, lo que cuenta no es algo nuevo. Ya Cervantes lo hizo magistralmente en El Quijote. Esta obra nos demuestra que seguimos embarrancados en el estiércol y que no somos capaces de dignificarnos, de sanearnos. Mickey Ross es un personaje muy interesante por lo que tiene de dual. Es un tipo abyecto en su impunidad, grotesco, pero Mamet no lo perfila de manera monolítica. Es demasiado bueno para eso. Hay momentos en que presenta un lado vulnerable, incluso tierno, cuando señala y denuncia la mierda que le rodea. No diría que le redime pero le da otra dimensión humana que lo hace más atractivo para interpretarlo y para el público.




Mario Gas

"Buero creó una dramaturgia enfrentada a un país asfixiante"

Director de El concierto de San Ovidio, de Buero.

Vi El concierto de San Ovidio por primera vez en el ya desparecido Teatro Calderón de Barcelona, cuando tenía unos 15 años. Aquel montaje de Pepe Osuna, con una tripleta central de protagonistas formada por José María Rodero, Pepe Calvo y Luisa Salas, me marcó muchísimo. Yo ya había visto Las Meninas y leído El soñador para un pueblo y Las cartas boca abajo, pero esta obra me impresionó. Para mí es uno de los tres o cuatro mejores textos de Buero. Hay en él un compromiso con la dignificación de los excluidos y late un hálito trágico, el de alguien que se enfrenta a su destino, que ya no está en manos de dioses inmisericordes sino de una sociedad que oprime a los individuos que no se adaptan a sus mecanismos economicistas. Hoy nos parece muy fácil lo que hizo esta generación del 50 pero no lo era. A Buero no se le puede reprochar nada. Más bien todo lo contrario. Creó una dramaturgia propia, consistente, contemporánea y enfrentada al estado general de cosas en un país asfixiante.




María Hervás

"Todo se reduce a un único argumento: el amor"

Actriz en Las crónicas de Peter Sanchidrián. Texto y dirección: José Padilla.

La ciencia ficción es esa niña a la que nunca invitan a la fiesta del teatro. Como si se diera por hecho que, en su extraordinaria particularidad, no va a saber adaptarse a la convención de las tablas. Pero lo que los dramaturgos olvidan con este temor es que, en el teatro, la fiesta no tiene lugar en el escenario, sino en las mentes de los espectadores. Ese es el universo en el que tuve la suerte de participar, gracias a José Padilla, uno de los dramaturgos actuales más arriesgados. He sido tremendamente feliz en Las crónicas de Peter Sanchidrián, en un espacio y un tiempo cercanos y apocalípticos, donde la fórmula de la inmortalidad ya ha sido descubierta e incluso pirateada antes de poder democratizarse, donde un amuleto con forma de mano de mono hace aparecer Gremlins (si así se le solicita), donde una serie de seres humanos están a punto de abandonar la Tierra subidos a una nave con voz de mujer con el único objetivo de ganarle ventaja a la muerte, y encontrar así alguna que otra posibilidad más de entender por qué, en definitiva, incluso en la ciencia ficción, todo se reduce a un único argumento: el amor.




Josep Maria Flotats

"Voltaire y Rousseau encarnan la honestidad intelectual"

Director e intérprete de Voltaire/Rousseau. La disputa, de Jean-François Prévand.

Yo me lanzo a una obra sólo si el texto me interpela, me emociona, me divierte y me ilustra. Y todo eso sucedió cuando leí el de Prévand sobre estos dos grandes pensadores, de los que me considero descendiente lejano. Además, los asuntos que tratan Voltaire/Rousseau. La disputa en su diálogo, a pesar de los siglos transcurridos, están muy vigentes. Sobre todo su defensa de la tolerancia. Ambos atacan los fanatismos. Para mí, encarnan la honestidad intelectual. Defienden las ideas en las que creen, jugándosela. De hecho, los dos acabaron en la cárcel. Voltaire estuvo dos veces en La Bastilla pero no dejó de criticar la Inquisición y la corrupción. Llenamos el María Guerrero y, luego, Enrique Salaberría, al que le entusiasmó la obra, nos invitó a representarla en el Alcázar. Después iniciamos una gira con la que hemos recorrido toda España. Ha sido muy satisfactorio escuchar al público al término de las funciones. Había gente que nos decía que sus reflexiones eran tan ricas e inspiradas que les habría gustado llevar un cuaderno y un boli para anotarlas. Hemos aportado nuestro granito de arena a la sociedad para hacerla más cívica. El teatro no cambia el mundo pero puede ayudar un poco a conseguirlo.




Silvia Marsó

"Siempre he admirado a Stefan Zweig"

Protagonista de 24 horas en la vida de una mujer, de Stefan Zweig. Dirección: Ignacio García.

Para mí lo más importante era poder interpretar un espectáculo basado en una novela de Stefan Zweig, al que siempre he admirado. Que Ignacio GarcíaIgnacio García aceptara dirigirlo me alentó mucho, la verdad. El hecho de que fuera musical, con una composición diferente y compleja del ruso Sergei Dreznin, con los músicos interpretando en directo sobre la escena, con tres actores y aunando varias disciplinas artísticas como son canto, danza, interpretación, literatura, plástica y música, sin perder la profundidad de Zweig, le daba un valor extraordinario, pero arriesgado, así que decidí asumir la producción en solitario. La Señora C, a quien interpreto, es una aristócrata a la que el destino enfrenta a una situación límite y que por primera vez decide tomar las riendas de su vida, oponiéndose a todos los convencionalismos morales y sociales, durante 24 horas, con un gran sentido de la libertad. La obra fue premio Broadway World Spain en la categoría de mejor espectáculo musical de pequeño formato y, gracias a este personaje, también quedé finalista en los Premios de Teatro Musical con actriz protagonista. En fin, que sólo me ha dado alegrías.




El Brujo

"Esquilo fue un poeta existencial, un teólogo del teatro"

Rafael Álvarez ‘El Brujo' es intérprete y adaptador de Esquilo, nacimiento y muerte de la tragedia.

Monté esta obra gracias a un comentario de Ignacio Amestoy, que me dijo, después de ver El Lazarillo en el Cofidís Alcázar: “Eres como Esquilo. Utilizas el teatro para exponer tu visión de la existencia”. Me quedé reflexionando sobre su figura y sobre mi tendencia a incluir en mis trabajos las grandes preguntas de la vida. Entonces me dije: Esquilo, Esquilo, Esquilo. Y apareció Jesús Cimarro proponiéndome algo para el Festival de Mérida. Con eso en la cabeza opté inmediatamente por este autor griego. Me puse a trabajar y, como no hay gran cosa sobre él, estudié algunos textos de Nietzsche y Steiner. Además viajé a Atenas, donde me quedé deslumbrado por la perfección del trabajo hecho en las Cariátides. Están realizadas con un enorme respeto. Nada que ver con la actual tendencia de hacer cosas para que te vean (mire a nuestros políticos). Así que opté por el más antiguo de los trágicos, por este poeta existencial y teólogo del teatro. Leí alguna de sus obras como Los persas. Así construí otro Esquilo y lo adapté a mi forma de entender el teatro. Soy un cómico que vive de la risa de la gente, un juglar que se expresa a través del humor.




Israel Elejalde

"Esta producción inusual fue un riesgo y una diversión"

Intérprete de Un enemigo del pueblo. Ágora. Dirección y versión: Àlex Rigola.

Un enemigo del pueblo. Ágora fue para mí una experiencia novedosa para mí. En varios aspectos. Como productor, por el enorme riesgo asumido por una producción no al uso, en donde a través de una votación proponíamos parar el espectáculo a los diez minutos con todos los problemas que eso podía generar. Recuerdo los nervios de los primeros días en esa votación. Y las respuestas encendidas de algunos espectadores ante la manipulación a la que les sometíamos. Y, como actor, por la parte del debate en donde el público hablaba libremente y teníamos que responder y jugar nuestros personajes de forma improvisada. Improvisar respuestas desde un pensamiento y una ideología (la del personaje) que no necesariamente compartías. Como licenciado en Ciencias Políticas fue un reto realmente divertido.




Alberto Conejero

"Hay un público que sigue necesitando y esperando la poesía"

Autor de Todas las noches de un día. Dirección: Luis Luque.

Siempre recordaré Todas las noches de un día por ser mi primer encuentro profesional con Luis Luque; es un director al que admiro y una persona a la que me siento profundamente ligado. La función es una apuesta de Pentación y de Jesús Cimarro por la dramaturgia española contemporánea; la estructura del texto no es lineal, el tema de fondo no es amable... pero la productora ha querido llevar el montaje a todo tipo de públicos. Creo que se rompen así ciertas lógicas binarias sobre lo que se hace en los teatros públicos y en los privados. Esta encrucijada supone un reto como autor: desplegar una poética que escapa del realismo y que es en parte una emboscada para cierto sector del público.

Con esta obra me planteé el siguiente reto: ¿cómo sería escribir hoy en día un melodrama desde formas dialógicas y estructurales contemporáneas? Esa naturaleza híbrida e incluso contradictoria de la propuesta creo que es uno de sus hallazgos y su singularidad. Para algunos es una obra con una factura demasiado clásica y para otros es demasiado rara… La función lleva más de un año de gira con Carmelo Gómez y Ana Torrent. La repetición es siempre una potencia en el teatro si es honesta y tiene entrega. Éste es el caso. Este montaje me muestra un camino en el que es posible un teatro poético y popular capaz de presentar algunas de nuestras sombras y fantamas sin moralinas ni pretensiones edificantes, que regresa a formas clásicas desde una mirada contemporánea, y que existe un público que sigue necesitando la poesía, esperando la poesía, confiando en la poesía.




Irene Escolar

"Mammón es la obra más juguetona que he hecho"

Intéprete en Mammón, de Nao Albet y Marcel Borrás.

Hace ya muchos años que admiro el concepto del teatro que tienen Marcel Borrás y Nao Albet. Sus lenguajes, sus estructuras, sus estéticas... Desde que eran muy jóvenes, ambos han explorado en la escena lugares y perspectivas muy originales. Por eso me alegró muchísimo que por fin surgiera la posibilidad de trabajar con ellos. Mammón es otra muestra de su inagotable imaginación. Una comedia muy inteligente, con pasajes metateatrales e incursiones en el teatro documental, que acaba como una delirante road movie. Siempre está sorprendiendo al espectador. Todo es muy salvaje. Creo que la palabra clave que mejor la define es juego. Ambos tienen una inmensa capacidad para jugar. Ha sido la obra más disfrutona y gozosa que he hecho hasta ahora. Contrastaba mucho con mis papeles anteriores en, por ejemplo, El público y Blackbird. Interpretativamente, fue una gran oportunidad por todos los personajes que debía encarnar: desde una china que organiza partidas de póker clandestinas a una stripper descarriada. También me interpretaba a mí misma. Saltaba de una papel a otro a gran velocidad, cambiándome simplemente de peluca.




Sergio Peris-Mencheta

"Hacer el teatro que uno sueña es navegar a la contra. ¡Viva el teatro pirata!"

Director y adaptador de LehmanTrilogy sobre un texto de Stefano Massini.

Retrato del capitalismo de tres horas y media de duración incluyendo dos descansos, a través del retrato de tres generaciones de la familia Lehman. Y además musical. Presupuesto que duplica cualquier proyecto propio anterior de esta productora privada, Barco Pirata, y encima para hablar de los fundamentos de la crisis financiera cuyos efectos aún soportamos. ¿Le va a interesar a alguien? ¿Nos van a programar en algún lado? ¿Amortizaremos esto? Y sobre todo: ¿vamos a poder producir la siguiente?

La nominación a los Premios Valle-Inclán por Lehman Trilogy es una sorpresa y una alegría. Una alegría necesaria para seguir confiando en hacer obras “inabarcables, imposibles, inasumibles, etc...”. Montada en menos de 20 días, ensayada en menos de 40, con los recursos económicos de una pequeña productora “pirata”, y un equipo humano fuera de serie que confió en la propuesta desde el principio y lo dio todo en cada uno de los departamentos. Hicimos lo que soñamos. Y hacer lo que uno sueña, en los tiempos que corren, es navegar a la contra. ¡Que viva el teatro pirata!




Ramón Paso

"Hoy el ser humano no es más que un internauta, un follower o pringado a secas"

Autor y director de Las leyes de la relatividad aplicadas a las relaciones sexuales.

Describiría Las leyes de la relatividad aplicadas a las relaciones sexuales como una dramaturgia viva que empieza delante de un ordenador y se concreta en una sala de ensayos. Éste es un montaje que, hablando, en esencia, sobre la soledad de las ciudades, la imposibilidad de la comunicación y de lo relativo del éxito sexual, se basa en la premisa de que la sociedad del siglo XXI, saciada de apetitos materiales, se ha vuelto completamente gilipollas y se ha olvidado de lo que de verdad importa: el amor, las relaciones humanas... Las leyes de la relatividad... es un aviso a navegantes, lanzado por una suerte de náufragos, perdidos también a su manera, sobre la dirección a tomar para evitar el deterioro irreversible de ese milagro que se llamaba ser humano y que hoy se define a sí mismo como consumidor, internauta, contribuyente, follower o pringado a secas. Toda esta declaración de intenciones se concreta en hecho escénico gracias a la magia de los actores (Ana Azorín, Inés Kerzan, Ángela Peirat, Jordi Millán...), que se han arriesgado -emocional y económicamente (ya que éste ha sido un proyecto sin subvenciones, ayudas ni apoyos de ningún estilo)- a transformarlo en hecho escénico.