Charles Mackerras y Leoš Janácek se han consolidado desde hace bastantes años como uno de esos binomios inseparables de la historia de la música. Como Chopin y Rubinstein o Alicia de Larrocha y Albéniz, la música inconfundible del genial compositor moravo ha encontrado en el director australiano-estadounidense su más firme valedor. La pasión de Mackerras por la obra del creador de Jenufa rebosa en este doble álbum en el que dirige a una esplendorosa Filarmónica Checa que no tiene rival en este repertorio paisano y bajo esta batuta maestra. Todo, desde las poco conocidas oberturas que incluye el álbum hasta las versiones referenciales de clásicos como Taras Bulba o Sinfonietta, respira y transpira ese mundo único, vital y nostálgico, intensamente dramático, que distingue el hacer janácekiano.

Las grabaciones se produjeron en Praga entre 1997 y 2003. Sin embargo, la coherencia estilística y la uniformidad del sonido son absolutas. Ni un pero cabe objetar a estos registros cargados de autenticidad, que incluyen el preludio original que Janácek escribió para su ópera Jenufa, así como una suite sinfónica de La zorrita astuta revisada por el propio Mackerras. El álbum incluye un completo librillo informativo, cuyas páginas contienen una sustanciosa entrevista con Mackerras significativamente titulada "Mi vida con la música de Janácek". En ella, confiesa tener el "presentimiento de que ésta podría ser mi última grabación con obras de Janácek, de modo que tengo el gran placer de poder decir mi última palabra sobre su producción sinfónica exactamente con esta excelente orquesta".