La compositora finlandesa Kaija Saariaho

La compositora finlandesa Kaija Saariaho

Música

Muere Kaija Saariaho, la compositora finlandesa que puso la tecnología al servicio de los instrumentos clásicos

La compositora, que integró a la perfección la música acústica con la electrónica e impulsó la renovación de la ópera, falleció el viernes en París a los 70 años 

4 junio, 2023 15:21

La compositora finlandesa Kaija Saariaho, una de las mentes más innovadoras de la música contemporánea de las últimas décadas, murió el viernes en París a los 70 años, a causa de un agresivo cáncer, según ha informado su familia.

Saariaho fue autora de más de un centenar de obras, entre ellas cinco óperas, ocho conciertos y música electroacústica experimental. Admirada por conseguir una perfecta integración entre instrumentos acústicos y electrónicos en sus obras, recibió en 2018 el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Música Contemporánea. El jurado la eligió por "una contribución a la música contemporánea que es extraordinaria en su individualidad, amplitud y alcance".

Nacida en Helsinki en 1952, Saariaho estudió en la Academia Sibelius con Paavo Heininen. Allí fundó, con Magnus Lindberg y otros, el grupo Ears Open. Completó su formación en Friburgo con Brian Ferneyhough y Kaus Huber, en los cursos de verano de Darmstadt.

Su interés por la tecnología aplicada a la música comenzó en sus primeros años de estudio en la Academia Sibelius de Helsinki, debido a que a menudo le decepcionaba la acústica de los lugares a los que acudía a escuchar conciertos. Así fue como empezó a preguntarse si podría modificar las características del sonido a su antojo, tales como el volumen o la frecuencia. Esto le llevó a grabar el sonido, procesarlo y, posteriormente, reproducirlos.

En 1982 se trasladó a París y siguió formándose en el innovador Instituto de Investigación y Coordinación Acústica y Musical. Allí Saariaho estudia a los compositores espectralistas franceses, y esto hizo que la música generada por ordenador fuera un ingrediente constante de su música, pero siempre integrado a la perfección con los instrumentos orgánicos. "Mi objetivo es siempre que no se perciba la frontera del componente electrónico en mi música, sino que sencillamente forme parte de la orquestación y se integre en ella", explicó en 2018. "Cuando hay un sonido que no puedo lograr con los instrumentos naturales, entonces recurro al ordenador para completar mi idea musical con tecnología".

La combinación entre elementos sonoros sintéticos, instrumentación clásica y determinados fenómenos de la naturaleza dieron lugar a algunas de sus primeras obras, como es el caso de Lichtbogen (1986), cuya fuente de inspiración es la aurora boreal. "Sin duda mis orígenes en Finlandia me han hecho muy sensible a la naturaleza —explicó en una entrevista con motivo del Premio Fronteras del Conocimiento— y esto tiene mucho que ver con la acústica: cuando vas a un bosque después de que llueva, la acústica es muy diferente porque las hojas están mojadas, y esto crea muchas reverberaciones, hasta el punto de que el bosque es como una iglesia. Lo mismo ocurre con la nieve, que crea un silencio muy particular. Todas estas experiencias de mi infancia sin duda han inspirado mi música".

Después de aquel premio, Saariaho estrenó en el Teatro Real su ópera Only the Sound Remains, basada en el teatro Noh japonés, que contó con el mediático contratenor Philippe Jaroussky al frente del elenco y cuya puesta en escena fue concebida por la compositora junto al director Peter Sellars. "La ópera puede ser un camino espiritual de elevación", dijo la compositora en una entrevista en El Cultural. 

Saariaho se adentró de manera tardía en el mundo de la ópera. Pensaba que su música era demasiado cerebral y poco dramática como para componer ópera, pero una representación del San Francisco de Asís de Olivier Messiaen producida por Peter Sellars en el Festival de Salzburgo le hizo cambiar de opinión.

Entonces comenzó un proceso de ocho años hasta que dio forma a la L'Amour de loin, con libreto del escritor francolibanés Amin Maalouf, que estrenó en 2000 en el célebre festival de la ciudad natal de Mozart. Aquella primera ópera fue su consagración internacional. Tras ella llegaron Adriana Mater (2006), Émilie (2010) y la mencionada Only the Sound Remains (2015).

El Met de Nueva York estrenó aquella ópera mucho después, en la temporada 2016-2017. Hacía cien años que la ópera neoyorquina no estrenaba una ópera compuesta por una mujer. "Me haría muy feliz que su éxito abriera las puertas del Met a más óperas contemporáneas de mujeres. Pero la verdad es que es un poco deprimente e increíble que se escribiera tanto sobre este detalle. Que estrenara allí una mujer debía haber ocurrido mucho antes, claro, pero pareció que este aspecto fuera más importante que la propia música. Fue vergonzoso y demuestra dónde estamos hoy en términos de igualdad en el mundo de la ópera", declaró Saariaho en El Cultural.