Primavera Sound de 2019. Foto: Europa Press

Primavera Sound de 2019. Foto: Europa Press

Música

Un Primavera Sound con ganas de revancha marca el inicio de un verano musical apoteósico

Tras dos años de parón por la pandemia y tiranteces con el ayuntamiento de Barcelona, el festival celebra su regreso con una colosal edición de 11 días y grandes estrellas como The Strokes, Gorillaz, Dua Lipa y Nick Cave

2 junio, 2022 02:48

Después de dos años seguidos de cancelación por culpa de la pandemia, el Primavera Sound y sus fieles seguidores se toman la revancha con lo nunca visto: una colosal edición de 11 días, desde hoy hasta el 12 de junio (más una jornada de bienvenida celebrada este miércoles).

Los números de la mayor edición de la historia del festival barcelonés son apabullantes: 672 actuaciones, medio millón de asistentes de 139 países distintos, 16 escenarios en el Parc del Fòrum y otros 14 espacios y salas por la ciudad. Con estas cifras, no exagera la organización al decir que la Barcelona será durante estos días la “capital mundial de la música”.

Vuelven también los grandes nombres al festival indie por excelencia, con un cartel en el que destacan Nick Cave, The Strokes, Dua Lipa, Pavement, Tame Impala, Interpol, Jorja Smith, Beck, The National, Gorillaz, Phoenix, Tyler, the Creator, Lorde o los Yeah Yeah Yeahs. "Este cartel no es solo el mejor de nuestra historia. También es el mayor, el más ecléctico, el más impactante, el más estelar", aseguraba el festival cuando lo anunció el año pasado.

Massive Attack tenía previsto acudir también a la cita, pero “la grave enfermedad” de uno de sus miembros, de la que ya se está recuperando, ha obligado a la banda a cancelar sus actuaciones. También se cayó del cartel C. Tangana, que cambió el Primavera por el Sónar, que se celebrará también en Barcelona justo después, del 16 al 18 de junio.

Los platos fuertes del Primavera Sound se servirán en dos fines de semana consecutivos en el tradicional recinto del Parc del Fòrum. Entre ambos, más conciertos en recintos repartidos por Barcelona a lo largo de la semana, en el ciclo llamado “Primavera a la ciutat”.

El Primavera Sound es un festival tan potente que tiene que colocar en segunda fila del cartel a artistas que en el 95% de los festivales irían en la cabecera: Dinosaur Jr, Jamie XX, Low, King Gizzard & The Lizard Wizard, Beach House, Napalm Death, Mavis Staples, Jeff Mills, Idles, Disclosure, Caribou, Fontaines D.C., DJ Shadow, 2manydjs o Nicola Cruz.

Del panorama español cabe destacar los nombres de María José Llergo, Amaia, Bad Gyal, John Talabot, Manel, Carolina Durante, Rodrigo Cuevas, Alizzz, Óscar Mulero, Cariño o a la veterana cantautora catalana Maria del Mar Bonet. 

En total, más de 400 artistas. Muchos de ellos —casi todos los cabezas de cartel, de hecho— actuarán en dos ocasiones a lo largo del festival. Esta es la apoteosis musical con la que Barcelona descorcha un verano que llenará de música todo el país, con más de 50 festivales que generarán más de 10 millones de euros solamente en entradas, saciando las ganas de ocio y cultura a gran escala de una sociedad anímicamente machacada por la pandemia y las restricciones sanitarias.

Semejante despliegue tiene un precio: 425 euros el abono para todo el festival y 245, los que dan acceso a uno de los dos fines de semana más los conciertos del ciclo Primavera a la ciutat. Las ganas del público se notan en que, a pesar del precio, no queda a la venta un solo abono ni tampoco las entradas de un solo día, que costaban 110 euros.

Del calvario a la apoteosis

El historial de cancelaciones del Primavera Sound de los dos últimos años refleja a la perfección la incertidumbre continua que hemos padecido desde el estallido de la pandemia de coronavirus. El 30 de marzo de 2020, apenas dos semanas después del inicio del confinamiento, el Primavera fue el primer festival que anunció su aplazamiento, de junio a —qué ilusos fuimos todos entonces—finales de agosto.

Ya en mayo la realidad se impuso y pospusieron su celebración hasta 2021. Pero llegó el año siguiente y sus organizadores tomaron la “dolorosa” decisión de retrasar un año más el festival “por la incertidumbre alrededor del marco legal para grandes eventos”. “Lo hemos intentado todo”, declararon asumiendo la derrota. En ese “todo” se incluía el ensayo clínico realizado en diciembre de 2020 durante un concierto en la sala Apolo de Barcelona, que el festival impulsó junto a otras entidades y organismos públicos para comprobar el grado de transmisión real en este tipo de eventos.

Al vía crucis de la pandemia hay que sumar la tirante relación que mantiene la organización del festival con el Gobierno municipal de Barcelona, que les llevó incluso a plantearse cambiar la capital catalana por Madrid en próximas ediciones. De momento, no dejan Barcelona, pero probarán suerte en la capital española. En 2023 tendrá doble sede: el primer fin de semana de junio, en Barcelona, y el siguiente en Madrid. Concretamente, en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey.

El motivo del conflicto es que la organización siente que el Ayuntamiento de Barcelona les pone trabas administrativas. Así lo comunicó uno de los directores del festival, Gabi Ruiz, hace unos meses. Según, este nuevo modelo de festival mastodóntico no es visto con buenos ojos por el Gobierno local.

"El problema con Barcelona es que no nos quiere, directamente es eso", volvió a decir Ruiz este martes por la noche en una entrevista en Radio Primavera Sound, según recoge El Periódico. "No creen en el festival. No creen que sea una propuesta cultural importante. Nos tratan como una molestia".

El festival indie por excelencia ha ido creciendo en prestigio y volumen de negocio cada año hasta convertirse en una franquicia con sedes en Oporto, Los Ángeles, São Paulo, Santiago de Chile y Buenos Aires. Todos los carteles promocionales de estos eventos lucen con orgullo el lema "Created in Barcelona". La organización se siente agradecida a la ciudad y a su gente, pero asegura que "no le debe" nada a su clase política.

Todavía es un misterio qué pasará con el festival en 2024 —no puede serlo durante mucho tiempo, dada la antelación con la que se preparan eventos de semejante envergadura—, pero Ruiz asegura que el interés mostrado por la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para albergar el evento es "impresionante".

De momento, toca disfrutar de la presente edición, la vigésima en la historia del festival. Cuando se anunció la cancelación de la edición de 2021, la organización dijo que un aniversario tan redondo se merecía "una fiesta como las de antes". Se quedaron cortos: no será como las de antes. Será más grande, será mejor.