¿Qué libro tiene entre manos?

Herculine Barbin dite Alexina B., presentado por Foucault.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

El exceso de trabajo.

¿Con qué personaje cultural le gustaría tomar un café?

Con Hedy Lamarr. A ojos de todos, una exitosa actriz del Hollywood de los años 40; en la sombra, la inventora que cambió el desarrollo de las telecomunicaciones de manera radical.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?

Prefiero papel y de noche, aunque si estoy de vacaciones me gusta leer de día y en un entorno tranquilo, a poder ser en medio de la naturaleza.

¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?

No hay uno en concreto, muchos han contribuido a ampliar mi visión del mundo hacia un enfoque más integrador y crítico con lo que solemos dar por sentado. Cada acontecimiento cultural puede ser un granito de arena para cambiar la visión que tenemos del mundo.

¿A qué aluden esos contornos ciegos del título?

El término ‘blind contour’ se asocia a una técnica de ilustración que consiste en dibujar el contorno de un objeto sin mirar al papel. Dado que el resultado no se puede comprobar mientras se dibuja, implica cierto grado de aleatoriedad, que reflejo en mi obra. Tanto el director como los intérpretes deben entenderla como una oportunidad para explorar su propio sonido y creatividad.

Je suis narcissiste llegará al Maestranza tras su estreno en El Español. ¡Con lo difícil que es que repongan una ópera contemporánea! Qué alegría, ¿no?

Y tanto, enorme. Aunque si bien es cierto que reponer una ópera contemporánea es tarea difícil, las cosas no pasan por arte de magia. Tanto el Teatro de la Maestranza como Òpera de Butxaca i Nova Creació llevan tiempo trabajado duro para que su reinterpretación fuera posible.

Y la temporada le tiene preparada otro gran acontecimiento: el estreno de su ópera Alexina B. en el Liceu.

Saber que será en la sala grande ha sido una inyección de energía y creatividad enorme.

Es la segunda ópera de una mujer que se estrena en el gran teatro barcelonés. ¿Qué reflexión le merece este dato?

Muestra el sesgo de género que ha imperado en la cultura en siglos pasados, incluido el siglo XX, y –aunque en menor medida– también en la actualidad.

Hablando de sexos... Alexina pasó a ser Abel en el siglo XIX. ¿Qué le atrajo de este personaje?

Alexina B. no “pasó a ser Abel” simplemente, su historia es muchísimo más rica y pone de manifiesto un tema que aún es tabú en la actualidad: la intersexualidad.

¿Qué tipo de música escucha habitualmente?

Toda la música que considero de calidad, da igual el género, el lugar de origen o el momento de la historia en el que se creó. La suelo escuchar en streaming, pero también me gusta escuchar mis vinilos de vez en cuando. Este otoño estoy descubriendo más a fondo a Betty Carter.

¿Qué película ha visto más veces?

La primera película que tuvimos en casa en VHS, Aladdin de Disney. No había mucho donde escoger...

¿Se ha enganchado a alguna serie?

Sí, a The End of the F***ing World.

¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?

Maternasis, en el Museu Nacional d’Art de Catalunya.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Mark Rothko.

¿Le gusta España?

Como en todo, hay cosas que me gustan y cosas que no. Creo que este tema es demasiado amplio como para responderlo en unas líneas: caería en los tópicos de siempre.

¿Qué medida urgente aplicaría para superar la crisis del sector cultural?

Crear un Estatuto del Artista que nos represente y nos proteja como profesionales de la cultura. Un Estatuto del Artista crítico, realista y que entienda la idiosincrasia de nuestras profesiones.