El Cultural

El Cultural

Escenarios

Juan Carlos Rubio: "David Mamet lanza preguntas incómodas y eso le da un valor extraordinario"

Después de tanto escenificarlo, David Mamet es ya “como el vecino de arriba” para Juan Carlos Rubio. Ahora estrena 'Trigo limpio' en el Reina Victoria. El caso Weinstein pero con humor

3 mayo, 2021 01:41

¿Qué libro tiene entre manos?

Varios, pero el último que he terminado es Cómo maté a mi padre, de Sara Jaramillo Klinkert.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

El aburrimiento. Hace años nunca dejaba un libro a medias, la madurez me trajo esa saludable opción.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?

Un english breakfast con Hamlet no estaría mal. Si quiero algo más nacional, quizá unos churros con Bernarda Alba.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

Alguno de Los siete secretos, de Enid Blyton. Aparte de todo Tintín.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?

En cuanto a horarios soy un poco anárquico, ventajas de los autónomos. Tengo la mala costumbre de empezar a la vez docenas de libros. Y me los llevo cuando salgo a la calle, viajo, espero en la consulta del dentista…

Varios ‘mamets’ en su currículo. Ya debe de sentir una especie de intimidad con su dramaturgia, ¿no?

A veces tengo la sensación de que es mi vecino de enfrente. Mejor dicho, de arriba, puedo oír sus pasos y conversaciones. Le he invitado a entrar en mi casa varias veces, pero no se decide. A ver si en la próxima ocasión.

En Trigo sucio se acerca al caso Weinstein pero con humor. ¿Qué aporta este a una historia tan espinosa?

El peculiar estilo de Mamet impregna todo lo que toca de una brillantez pasmosa. Me sorprende su capacidad para sacar humor y sarcasmo, sobre todo esto último, de una historia tan oscura. Tiene un talento especial a la hora de describir situaciones y personajes que creemos conocer, pero con un nuevo punto de vista.

Mamet la dirigió para su estreno en Londres, con John Malkovich. ¿Le ha echado un ojo a este montaje?

Sí, fuimos allí. Ver un texto dirigido por su autor es lo más cercano a la ‘autoría total’ que podemos estar. No existe la figura del ‘otro’ para justificar tus decisiones o enfoques. Pero, vamos, no le robé ni una sola idea, nuestro montaje camina por otras sendas.

¿Cómo describiría la situación del teatro tras tanto embate?

En España estamos sobreviviendo de mala manera, pero al menos hay una mínima actividad teatral (somos una isla casi a nivel mundial). Pero esto no puede seguir así mucho tiempo o la catástrofe va a ser irreparable.

Mamet disecciona sin piedad la sociedad. ¿Dónde estriba su grandeza como ‘bisturí’ de nuestras miserias?

Precisamente en los temas que elige. Y, sobre todo, en los personajes que envuelve en esos temas y lo poco complaciente que es con lo políticamente correcto. Lanza preguntas (algunas incómodas) al espectador y eso le da un valor extraordinario.

¿Nos puede decir alguna obra que le haya dejado clavado en la butaca últimamente?

Muchas, se está haciendo muy buen teatro en España. Por dar un par de ejemplos El bar que se tragó a todos los españoles y El salto de Darwin.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

No lo entiendo, ni falta que me hace. Pero sí me emociona (si es bueno).

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Aquí me vuelvo clásico: Leonardo da Vinci.

¿Se ha enganchado a alguna serie?

Sí, muchas. La última Raised by Wolves, en HBO.

¿Cuál es la película que ha visto más veces?

No me gusta ver las películas más de una vez. Hay tantas que soy presa fácil de la novedad.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me gusta. Incluso por lo que no me gusta. Tiendo a ver el lado bueno de las cosas, sobre todo cuando son irremediables. Soy español y aquí quiero vivir el resto de mi vida.

Denos una idea para mejorar la situación cultural.

Educación, ayudas, publicidad, preparación, rigor, empatía, solidaridad y unas gotas de fe en lo imposible.