Escenarios

Franco Corelli, la voz

31 octubre, 2003 01:00

Franco Corelli

Tenor italiano nacido en Ancona en 1921. Estudió en el Conservatorio de Pesaro y, después de ganar un concurso convocado por el Mayo Fiorentino, se distinguió en el "experimental" de Spoleto donde, en 1951, debutó con Carmen.

Comienza así el período "romano" de la carrera de Franco Corelli, durante el cual el joven tenor se afirma de forma cada vez más destacada, tanto en el Teatro de la Opera como en las Termas de Caracalla. En ese período extendió su actividad también a otros centros italianos, hasta que en 1954 llegó a la Scala, donde cantó junto a la Callas, en La Vestale. Es el comienzo de la segunda fase de la carrera del tenor. Fase decisiva que le coloca en el centro de acontecimientos memorables.

Con la Callas cantó también en Fedora, el Pirata de Bellini y, más adelante, en Poliuto. La interpretación de Poliuto, realizada poco después de sus debuts en La battaglia di Legnano y Gli Ugonotti, señala el punto máximo en la interpretación del cantante que, a partir de una gama limitada de cualidades técnicas y tímbricas, se distanció ampliamente de los demás tenores del momento por su método casi implacable de constante autoobservación y de superación de los límites iniciales, para entregarse a la historia como el único tenor italiano, entre Lauri Volpi y las posteriores conquistas de Pavarotti, a la altura de recuperar un modelo de técnica y una nobleza interior de fraseo al estilo precarusiano del siglo pasado.

La predisposición cada vez más destacada hacia el canto de escuela que salió a la luz de una manera magistral en Poliuto y Gli Ugonotti, colabora para dar un instintivo freno de elegancia y contención también a las interpretaciones "realistas" de Franco Corelli, entre las que sobresalen las de La fanciulla del West, Turandot y Andrea Chénier, óperas que contribuyeron ampliamente a convertir al cantante en el continuador (inmediatamente después de Del Monaco) de las escenas del Metropolitan, teatro en el que, hacia el final de su carrera, interpretó también el papel de Werther, relacionándose con la tradición francesa a la que se había contrapuesto la italiana de Schipa.

En el ápice de la fama y en el homenaje más completo de la crítica hacia las conquistas superlativas a las que había llegado, Corelli, después de alguna aparición esporádica en el Metropolitan, La Arena de Verona y Macerata, decidió abandonar la escena hacia 1976, aún en plena posesión de sus medios, evitando de esta manera las exhibiciones de una fase inevitablemente declinante. Entre sus mayores éxitos, además de los mencionados hay que recordar los conseguidos con Norma, Il Trovatore, I Pagliacci y Don Carlo. Realizó también una intensa actividad discográfica, entre la que se destaca una grabación de Carmen, bajo la dirección de Karajan, quien anteriormente le había llamado para que hiciera el papel protagónico de Il Trovatore en el festival de Salzburgo.

En octubre del 2002 se presentó en una entrega de premios en Milán donde recibió una ovación en pie. El 30 de octubre de 2003 nos deja definitivamente. Le sobrevive su esposa, la cantante Loretta Di Lelio.