Adolfo Fernández. Foto: Ayuntamiento de Salamanca.

Adolfo Fernández. Foto: Ayuntamiento de Salamanca.

Cine

Muere a los 67 años el actor Adolfo Fernández, conocido por series como 'Policías' o 'Águila Roja'

El actor, productor y director teatral sevillano, impulsor incansable del teatro contemporáneo, ha fallecido a causa de un cáncer.

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M. Cantó
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El actor, productor y director teatral Adolfo Fernández ha muerto a los 67 años este viernes, víctima de un cáncer, en su domicilio de Perales de Tajuña (Madrid).

El intérprete ganó popularidad por sus numerosos papeles en series, entre ellas Policías y Águila Roja, además de ser un gran impulsor teatral.

Nacido en Sevilla en 1958, Fernández desarrolló una carrera marcada por una presencia escénica poderosa, una voz inconfundible y un carácter cercano y socarrón que conquistó a compañeros y público.

Aunque sevillano de nacimiento, su trayectoria vital y profesional estuvo muy ligada al País Vasco y a Madrid, donde consolidó una intensa actividad teatral.​

Fiel a su compromiso con la sociedad y la cultura, su última voluntad fue donar su cuerpo a la ciencia, por lo que no se celebrarán tanatorio ni funeral, en un gesto final de generosidad y servicio.​

Rostro popular para el gran público, se hizo especialmente conocido por series como Policías, en el corazón de la calle, Los 80, Águila Roja, B&b, Amar es para siempre o Machos alfa, donde aportó siempre una mezcla de humanidad y firmeza a sus personajes.

En el cine, participó en títulos como A tiro limpio, Entre las piernas, El corazón del guerrero, Yoyes, Hable con ella o Vida y color, construyendo una filmografía tan extensa como sólida.​

Trabajando con José Luis Cuerda, Mario Gas, Pedro Almodóvar, Felipe Vega, Gerardo Herrero, Mariano Barroso, Isabel de Ocampo, Icíar Bollaín, Manuel Gómez Pereira o Daniel Monzón

En el teatro, trabajó en obras como Testigo de Cargo, Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini o A Electra le sienta bien el luto, Frankie & Johnny y Martes de Carnaval, con Mario Gas. Bajo su propia dirección además en Ejecución hipotecaria y La flaqueza del bolchevique.

Más allá de la pantalla, fue un impulsor incansable del teatro contemporáneo, adaptando y llevando a escena obras de autores como Rafael Chirbes con montajes como En la orilla, reconocido junto a Ángel Solo, con el premio Max en 2018 por la mejor adaptación o versión de obra teatral.

Se inició en la dirección a finales de los años 80 al frente de la Escuela de Teatro de Sestao, según su biografía en la compañía que él mismo fundó, Junto a su esposa, la actriz y directora Cristina Elso, en Bilbao en 2002, K Producciones, para "la realización de proyectos de autores contemporáneos con un enfoque distintivo en el contenido político y social".

Su compromiso se extendió también a lo social, participando en talleres en cárceles y respaldando causas que consideraba justas, muchas veces desde el anonimato.