303

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Cine

'303': amores de verano

El austriaco Hans Weingartner estrena una road movie con contenido político que en el fondo es una sencilla historia de amor

26 julio, 2019 08:54

Conocido en nuestro país gracias a la película Los Edukadores (2004), en la que Daniel Brühl protagonizaba una reflexión sobre los movimientos anticapitalistas contemporáneos, el austríaco Hans Weingartner (Voralberg, 1970) nos propone en 303 una película mucho más amable aunque también haya contenido político. En la estela de Dos en la carretera (Stanely Donen, 1967) o Antes del amanecer (Richard Linklater, 1996), el director junta a un chico y una chica en un largo viaje que hará que nazca su amor. Ella, Jule (Mala Emde) es una joven de 24 años que estudia biología y cree que es posible construir un mundo mejor gracias a la cooperación. Él, Jan (Anton Spieker) está cursando Ciencias Políticas y piensa que la competencia es inherente al ser humano y no podemos prescindir de ella. Ambos están condenados a enamorarse.

En ruta por Europa desde el norte de Alemania, Jule se dirige a Portugal para hablar con su novio porque se ha quedado embarazada y Jan se dirige al País Vasco para conocer a su padre biológico. Ella conduce una vieja motor-home de Mercedes (el modelo 303 que da título a la película) heredada de sus padres y él pretende llegar a Colonia haciendo autostop para coger allí un autobús a España. Su encuentro, al principio catastrófico después de que él meta la pata como marca el canon de la comedia romántica, acabará convirtiéndose en una conexión perdurable que cambia la vida de ambos. Porque en 303 se habla de política pero esta no es una película sobre el futuro del capitalismo sino una sencilla, y bonita, historia de amor.

303 - Tráiler Oficial Subtitulado HD

Dice el director que quería hacer un filme sobre "amor y filosofía" y eso es exactamente lo que ha hecho. Ambos personajes están en esa edad en la que se acaban los estudios para dar inicio verdadero a la edad adulta y la película capta con luz y belleza la fuerza del verano como ese espacio en el que se rompen las convenciones y puede suceder lo inesperado. Chicos sensibles y leídos, Jule y Jan discuten sobre si es mejor competir o cooperar o sobre sus traumas amorosos mientras recorren Europa y aprovechan el buen tiempo para darse chapuzones en la playa o hacer picnics en el campo. Gracias a unos personajes bien construidos, unos diálogos vivaces y creíbles y la sensibilidad con la que el director refleja ese incipiente romance, la película acaba siendo un bonito testamento de que la vida, a veces tan dura, a veces tan difícil, puede ser muy hermosa.

@juansarda