Image: Danny Boyle: “Tras el Brexit, Londres y Escocia se independizarán de Gran Bretaña”

Image: Danny Boyle: “Tras el Brexit, Londres y Escocia se independizarán de Gran Bretaña”

Cine

Danny Boyle: “Tras el Brexit, Londres y Escocia se independizarán de Gran Bretaña”

10 febrero, 2017 01:00

Danny Boyle

Han pasado ya dos décadas desde que se estrenó la primera parte de Trainspotting, aquel mazazo a la conciencia burguesa de Occidente. Ahora Danny Boyle presenta en el festival de Berlín Trainspotting 2 y habla de las luces y sombras de hacerse viejo.

Después de su debut con una cult movie como Tumba abierta (1994), Danny Boyle (Manchester, 1956) conmocionó el mundo con Trainspotting (1996), un mazazo a la conciencia burguesa de Occidente que retrataba las cuitas de unos jóvenes drogadictos de Escocia extraídos de las páginas de una novela no menos mítica de Irivine Welsh. Con ese filme, de gran calado generacional, y protagonizado por un jovencísimo Ewan McGregor, ese Mark Renton que acababa renegando de la vida beatnik para lanzarse al consumismo mainstream en un final que avanzó con claridad prístina el propio devenir (espúreo) de la civilización occidental. Han pasado muchos años desde entonces y hoy Boyle ha sido el responsable de organizar la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Londres como es el ganador de un Oscar por Slumdog Millionaire (2008) o autor de películas tan populares como La playa (2000), 28 días después (2002) o las recientes Trance (2013) y Steve Jobs (2015). Previo a su paso por el Festival de Berlín, donde la película será presentada este fin de semana, Danny Boyle estuvo en Madrid para hablar sobre Trainspotting 2 y las luces y sombras de hacerse viejo.

Pregunta.- ¿Buscaba un tono completamente distinto para esta película?
Respuesta.- La primera película realmente se desarrolla dentro de sus cabezas. No es una película realista, entre otras cosas porque una película realista sobre heroína no se puede ver porque no pasaría nada. No hay nada más aburrido que un yonqui. Sería gente durante horas farfullando. Lo que se veía es lo que estaba dentro de su cabeza. No les importaba nada y vivían en lugares sórdidos. Era el nihilismo absoluto. Cuando el bebé muere lo que hacen es seguir consumiendo heroína para aliviar el dolor. Ahora siguen siendo adictos pero han roto con el hábito. Es una película muy diferente. Por eso hay recuerdos de la primera parte y flashbacks pero no tiene nada que ver. Queríamos que tuviera una personalidad diferente. Por eso lo retrasamos 10 años. Porque ibamos a hacerla hace 10 años pero realmente era una copia de la primera película. Quizá no hubiera estado mal pero creo que la gente se hubiera sentido decepcionada porque una copia siempre es una copia. Por eso esta película tenía que tener su propio tono y estilo pero que se mantenga en sus propios pies. Marca también que sean mayores y la energía es diferente. Las circunstancias también son diferentes. Renton tiene dinero, ese no es su problema como en la primera parte. Sus problemas son emocionales y tienen que ver con el sentido de pertenencia. Para mí por eso es distinto.

P.- Recuerdo que le entrevisté en 2002 por 28 días después y cuando le pregunté sobre esta secuela me contestó de manera muy agria que "los actores no parecían mayores porque se pasaban el día poniéndose cremas y yendo al gimnasio".
R.- Estaba haciendo una broma con eso aunque, obviamente, hay alguna verdad porque cuando los veía no parecían muy distintos. Ahora sí. Cuando Renton está en esa habitación de cristal y ves las arrugas en su rostro, eso es muy duro para un actor. Todos los actores quieren que parezca que tienen treintaypocos porque esa es una edad perfecta para un actor. Y claramente estos no son hombres de esa edad. Hice una broma sobre eso pero la verdadera razón es que yo no estaba preparado para hacer esta película y con John Hodge (el guionista) no teníamos la historia.

P.- ¿Lo concibe como un filme muy personal?
R.- Para mí esta es una película muy personal y he necesitado hacerme mayor para poder hacerlo. Eso de tener 46 años y sentirte muy jodido, ¿qué voy a hacer ahora, qué queda? El primero también era muy personal de una manera celebratoria pero esta es muy personal de una manera muy directa y eso también sucede con los actores. Creo que todos estaban muy contentos de salir sin maquillaje con las arrugas de la cara y parecer como son. Incluso Sickboy, que es guapo, es un guapo envejecido. Quería que se le viera tiñendo su pelo. La vanidad del hombre es mucho peor que la de la mujer. Porque los hombres somos muy malos gestionando el paso del tiempo, las mujeres eso lo hacen mucho mejor, entienden que la vida tiene etapas. Los hombres se aferran constantemente al pasado y a la juventud. Quizá el verdadero tema de la película es la condición masculina.

Fotograma de Trainspotting 2

P.- ¿Qué atmósfera se generó durante el reencuentro del equipo en este rodaje?
R.- Los actores tienen mucha más experiencia como contadores de historias. Todos cuentan al menos dos o tres historias al año porque trabajan en películas o en series de televisión. Algunos como Ewan McGregor (American Pastoral) y Robert Carlyle (La leyenda de Barney Thomson) incluso han dirigido sus propias películas. Esto podías verlo en ellos de una manera muy clara. En la primera película todos eran muy inocentes y realmente no sabíamos muy bien qué estábamos haciendo. Pero esta vez sabíamos muy bien lo que hacíamos. Apenas nos preparamos y lo rodamos casi todo en una primera toma cuando antes necesitaban construirlo en seis, siete, ocho y doce tomas para llegar a la perfección. Ahora saben cómo hacerlo a la primera o la segunda y no perder esa frescura.

P.- ¿Como hace una película distinta manteniendo señas de identidad?
R.- Trainspotting tenía un estilo muy único y muy reconocible. Cuando haces la secuela obviamente te preguntas si deberías copiarlo pero luego te das cuenta de que es mejor que no. Eso no significa que haya algo de ese estilo que se mantiene porque tiene que ver con los personajes y la localización. En Edimburgo la gente simplemente aparece, es un poco como un cartoon. Y eso está en la piel de los personajes y de lugar. Hay un componente de inocencia que nunca recuperarás por mucho que lo intentes, se ha perdido. Cuando los niños nacen pueden ver a Dios pero en cuanto aprenden el lenguaje lo dejan de ver porque ya no pueden describirlo mediante palabras.

P.- ¿Cuál es el efecto de la nostalgia?
R.- Creo que la nostalgia está siempre allí. La nostalgia es algo que los medios de comunicación siempre explotan y es lógico porque el pasado está allí y te perseguirá o te ayudará, pero siempre estará allí. Lo llamábamos "efecto telescopio". Si miras, por un lado, parece que está muy lejos pero si miras por el otro lo ves muy cerca. El riesgo era que esa nostalgia se lo comiera todo. Con el pasado sucede que cuando te haces mayor una de las pocas compensaciones es que te das cuenta de que hay una línea de tiempo y tiene una dirección. Pero también de que es como loop y que los tiempos vuelven. Eso está relacionado con la nostalgia y con cosas maravillosas como esa buena relación que siempre surge entre los abuelos y los nietos.



P.- ¿Qué significado tiene esa primera escena en la que vemos a Renton/McGregor correr para desplomarse?
R.- Es un hombre de media edad que no va a ninguna parte. Ahora todos vamos al gimnasio o nadamos. Todo el mundo recuerda esa última secuencia de Trainspotting así que nos preguntamos cómo podíamos comenzar y tenía que haber humor en ello. Creo que todos viven como suspendidos y en realidad no se reactivan hasta que vuelven a encontrarse.

P.- ¿Sigue siendo Trainspotting un canto a los perdedores?
R.- No les ha ido muy bien. Los actores le dan dinamismo porque son actores atractivos. Pero en realidad es muy triste. Todo es más bonito cuando eres joven porque de mayor, con un poco de suerte, tienes más dinero pero no hay compensación para la pérdida de la juventud. Las drogas, por ejemplo, son mucho más sórdidas de mayor. Tenemos un dicho en inglés que dice que "la juventud se malgasta con los jóvenes". Lo que ves es muy triste en muchos aspectos pero tiene una vibración porque hay un bravado en esa desesperación masculina por reconstruir el pasado. Ellos quieren volver allí para recuperar y recrear ese placer del hedonismo y por momentos lo consiguen, como en esa escena en la que van al club. O incluso intentan vengarse de lo que creen que les hizo daño en el pasado. No pasan cosas nobles pero eso ya estaba en la primera película. Dicen que si haces un pacto con el diablo no pierdes tu juventud. Decía Proust, al que por cierto no he leído, que reproduce este loop del tiempo al escribir su obra. Hay una compensación en ese loop. Lo vemos en ese Spud que comienza a escribir lo que pasó en la primera parte y se convierte en el autor de la historia, cosa que, hasta cierto punto, siempre ha sido.

P.- ¿Y cómo debemos interpretar esa última imagen de Renton en su habitación de la infancia?
R.- Mi habitación de la infancia fue la misma hasta que tuve 50 años. Cuando dormía en casa de mis padres lo hacía en el mismo cuarto que cuando era un niño. Me gusta esa imagen porque no sé muy bien qué significa. ¿Hay esperanza en ella? ¿O es una imagen triste? Está bailando solo en su habitación de cuando era niño un hit de hace 40 años remezclado. Si me muero mañana mismo porque mi avión se estrella, estaría contento de que esa fuera mi última imagen.

P.- ¿Qué le gustó más, ganar un Oscar o crear la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres?
R.- Obviamente fue mucho más importante la ceremonia de los Juegos Olímpicos. Es algo que hice para mi país. Los británicos no somos muy buenos a la hora de sentirnos orgullosos, con bastante razón la mayor parte del tiempo, pero ocasionalmente es bueno expresar tu amor por eso. Y es algo que pudimos hacer bien y salió bien.

P.- ¿Y qué piensa del Brexit?
R.- Estábamos filmando Trainspotting 2 cuando hubo el referéndum sobre la Unión Europea y Escocia votó masivamente a favor de quedarse en Reino Unido, 60 a 40 como lo hizo Londres. Personalmente estoy muy triste y creo que en cualquier caso Escocia seguirá en la Unión Europea, probablemente porque se acabe independizando. Si el plebiscito sobre la independencia se hubiera realizado un año antes Escocia hubiera votado por la independencia. En mi país hay una tendencia a ser "little England" y hay una terrible nostalgia del pasado. Tampoco hemos tenido mucha suerte con nuestros líderes que no supieron explicar en absoluto cuáles eran los beneficios de quedarse en Europa. Al final, se impuso esa visión sobre Europa de que es una maquinaria burocrática que cuesta mucho dinero. En consecuencia estamos donde estamos ahora. Lo que tengo claro es que me acabaré mudando a Escocia si Inglaterra se va de Europa aunque sería fantástico que Londres se pudiera independizar del resto del país y permanecer como un enclave conectado con el continente.

@juansarda