Cine

Spike Lee

“Hollywood me percibe como alguien difícil”

13 abril, 2006 02:00

Spike Lee

Cada vez más confiado en sus posibilidades como realizador, y después de la brillante La última noche, Spike Lee ha rodado el último atraco perfecto del cine norteamericano. A partir de un preciso y brillante guión construido por un escritor novel, Plan oculto, ya en las pantallas españolas, trata de conducir hacia nuevas direcciones los reconocibles relatos de atracos a instituciones bancarias. Con un inevitable aroma setentero, de nuevo es Nueva York la ciudad en la que el director de Haz lo que debas sitúa la acción de su particular visita al cine de género. El cineasta norteamericano ha hablado con El Cultural.

Enjuto, seco, distante y poco amante del discurso, Spike Lee es al natural la viva imagen de la aspereza. Ni siquiera su mirada de sufridor nato, con una chispa de luz y de infancia asomando bajo las gafas, ayudan a sentir compasión. En parte, porque al hablar, este neoyorquino de adopción -nació en Atlanta en 1957-, deja claro que no es una víctima. Sin embargo lo hace con pocas palabras, prueba de que prefiere comunicarse a través de la gran pantalla, donde por defecto siempre denuncia la desigualdad racial y la podredumbre social que atosiga a su país.

Ahora que se encuentra a las puertas del medio siglo -cumplirá cincuenta el año que viene-, sus protestas parecen haber disminuido en firmeza. Lejos quedan ya las descaradas quejas raciales de Haz lo que debas (1989) y Fiebre salvaje (1991) o el homenaje al orgullo negro personificado por Malcom X (1992). Lo último suyo es puro género. Del clásico. El de policías y ladrones. Su título: Plan oculto. Un thriller criminal que relata el sorprendente viaje de un detective perseguido por el escándalo en su intento de frustrar un atraco a una entidad bancaria y que además tiene que lidiar con una mujer que trabaja en las sombras y un atípico criminal.

Menos elocuente que la película es sin embargo su director. Parece que ha logrado domeñar su legendario mal humor, pero cierta fatalidad en su agenda de promoción ha hecho coincidir la entrevista con un día negro para su pasión por los New York Knicks de la NBA. La derrota de su equipo en la víspera de la entrevista le afecta sobremanera. Tanto que admite haber perdido la sensibilidad tras "un desastre de temporada con un equipo que tiene el peor récord de la liga y los salarios más altos".

-A pesar de que Plan oculto se trata de una película de género, todavía hay elementos de crítica social muy típicos de su filmografía, ¿cuánta mano metió en el guión para conseguir esa mezcla?
-Pues no mucho, la verdad. Para empezar el guión de Russell Gewirtz era muy bueno. Y aunque nunca había hecho una película de género, de policías y ladrones, sabíamos que a pesar de las normas que marca este tipo de películas, habría la oportunidad para incluir algunos elementos en la historia. La idea es que la gente no sea capaz de estar más enterada o informada que nosotros, los que contamos la historia. Como la escena del video-juego [en la que se ven imágenes muy violentas de un videojuego], por ejemplo. Queríamos incluir algo que no nos desviara mucho la atención de lo que pasa. La idea de meter esas imágenes en la película es muy sencilla. Es un simple comentario sobre la violencia que existe en ellos y también una crítica al estilo de vida de los que siguen el gangsta rap.


Un mundo desconocido
-¿Deja jugar a sus hijos con videojuegos?
-Ni mi esposa ni yo les dejamos que metan videojuegos de ese tipo en casa. Los detesto. Mis hijos ya saben de qué va eso.

-La película hace una clara referencia a Tarde de perros, ¿hasta qué punto esa película y otras de la década de los 70 han influido visualmente en Plan oculto?
-No creo que visualmente me hayan influido mucho. Se trata sólo de un pequeño homenaje a la película de Sidney Lumet de quien siempre he admirado su trabajo. Además de Tarde de perros vi también Supergolpe en Manhattan (1971) y Serpico (1973). De hecho hay dos actores que trabajaron en Tarde de perros que están también en Plan oculto. Siempre he admirado la obra de Lumet.

Cuando ya parecía todo inventado en las estrategias de cómo robar bancos, el primer guión que ha escrito Russell Gewirtz ofrece una nueva visión sobre el universo de la alta delincuencia. Mediante una original trama que, rompiendo clichés, muestra simpatía tanto por los atracadores como por los detectives, Plan oculto señala con el dedo a los que han levantado su fortuna sobre la extorsión y el asesinato. No menos atractiva y novedosa es la estructura narrativa del film, un preciso artefacto que recurre al empleo de flash-forwards para mostrar los interrogatorios posteriores al atraco. Sugiere la última película de Spike Lee que no se puede huir de los pecados cometidos, porque el pasado siempre acaba cobrando sus deudas.

-El personaje que interpreta Clive Owen aparece gran parte de la película con una máscara que le cubre la cara. ¿Costó convencerle?
-Pues un poco. Pero llegamos a un acuerdo y en algunas escenas se le ve la cara. Al final, todo consiste en tener confianza. él depositó la suya en mí y creo que no le he decepcionado.

-El modo en que van disfrazados los atracadores, y después los rehenes, recuerda a las imágenes de Guantánamo. ¿Era su intención?
-Bueno. Es curioso que diga eso. Lo bueno de las películas es que cada uno las interpreta a su manera, y cualquier interpretación es válida.

-Habitualmente usted produce sus películas, ¿cómo se adaptó al hecho de que Brian Grazer llevara las riendas del proyecto?
-No tenía muchas opciones porque Brian tenía los derechos del guión. Originalmente lo compró para que lo dirigiera Ron Howard, su socio. Pero cuando Howard se metió con Cinderella Man, pensó en mi. Sin embargo, llevaba mucho tiempo hablando de hacer algo conjuntamente. Creo que desde 1989, después de que se estrenara Haz lo que debas. él ha dicho en alguna ocasión que no duda de mi capacidad como director pero que no sabía si podíamos trabajar juntos, refiriéndose a la dinámica que se crea cuando dos personas con personalidades bien distintas tienen que colaborar.

-Hablando de personalidades, ¿cómo cree que le percibe la industria de Hollywood?
-Como alguien difícil.

-¿Por qué?
-Porque tengo mi propia opinión y no me da miedo expresarla.

-¿Y cómo lo lleva en un medio como el cine, considerado como un ejercicio de colaboración?
-Sí, se colabora, pero no hay que olvidar que la última palabra la tiene el director.

-¿Es su mujer su peor crítico?
-Sí (risas). ¿Cómo lo sabe? Le dejo leer el guión, luego es una de las que ve la película antes que nadie.

-¿Cuánto caso le hace?
-A veces tiene razón y a veces no (risas).

-¿Hasta dónde puede llegar para conseguir lo que quiere?
-Depende. Hay que ser un poco político. No te puedes enfrentar a todo, tienes que escoger tus batallas. Un ejemplo sería el casting. No me gusta que me impongan actores. Es algo por lo que lucharía hasta el final. Definitivamente. Un mal casting puede arruinar una película. No estoy diciendo que algunos actores no tengan talento, pero a veces no son la persona más correcta para interpretar cierto papel.

-El guionista ha revelado que el personaje de Jodie Foster inicialmente era masculino. ¿Fue un cambio decidido por usted para contar con la actriz?
-Pues la verdad es que el guión que recibí yo, el personaje ya estaba cambiado. Así que seguro que lo hizo antes.

-Se dice que usted trabaja rápido y como consecuencia necesita que los actores lleguen al rodaje muy preparados. Si impone un ritmo rápido, ¿cómo encuentra su propio estilo?
-Dejamos que sea el contenido de la historia la que lo marque. Y eso afecta a todos los departamentos. Es decir, a todos aquellos que ayudan a construir la imagen, el estilo visual de la película. En cuanto a mi propio estilo, creo que ha habido una evolución. Precisamente este año se ha celebrado el veinte aniversario de mi primer largometraje, Nola Darling. Ahora lo veo y pienso que es una pieza muy primitiva, en la forma que fue ejecutada, claro. Pero es que no podía hacerlo mejor, porque no sabía más. He hecho veinte películas en veinte años. No coincide a una por año, porque en alguna ocasión he hecho dos en doce meses, pero todas han ayudado a desarrollar una forma de entender el trabajo que hago y a crecer creativamente.

Sus propias batallas
-últimamente se ha dedicado más a proyectos que no son esencialmente críticas sociales o que tienen algún tipo de carga política. ¿Ha sido una decisión consciente para alejar el estigma de activista que su nombre a veces lleva?
-No pienso de esa manera. Soy más instintivo a la hora de decidir qué proyecto voy a hacer. Cuando leí el guión de Plan oculto me gustó. Era una historia bien construida. No tuve que tener una conversación conmigo mismo para convencerme de hacer algo más comercial. Si hablas con Denzel, Clive o Jodie sabrás que la mayoría de guiones que les mandan son basura. Cuando algo tan bien escrito y bien planeado se cruza en tu camino, sé que va a atraer actores de ese calibre.

-¿Qué busca en un guión?
-La historia y los personajes, simplemente. Tienen que confluir de una forma original e interesante.

-Tanto Plan oculto como La última noche adquieren gran significado tras los ataques del 11 de septiembre. ¿Cree que existe en la industria norteamericana un cine post-11S?
-Cómo no. Es inevitable... quiero decir, ustedes también saben cómo afecta algo así... En Madrid también atacaron... ¿Cuántas personas murieron?

-Casi doscientas... Pero en el cine español no se puede decir que haya surgido un cine post 11-M...
-Bueno. Creo que en Estados Unidos es evidente.

-Antes mencionaba que la forma de trabajar de cada proyecto viene determinada por la historia que quiere contar. ¿Qué pasa cuando es algo intenso que requiere más dedicación?
-Dirigir una película es como correr una maratón. Más que una carrera de velocidad. Tienes que tomarte las cosas con filosofía. Día a día. Ir rodando páginas y escenas. Si las cosas no van bien, lógicamente me crea tensión, entonces es cuando empiezo a gritar y a chillar (risas).

-¿Puede desarrollar un poco cómo se prepara para rodar una película?
-Pues vemos varias películas, libros, fotografías, intercambiamos ideas, rodamos pruebas.

-Justo después del desastre del huracán Katrina (que azotó la costa sur del país en agosto del 2005) se expresó muy claramente en contra de la respuesta gubernamental. ¿Tengo entendido que está haciendo un documental al respecto?
-Sí, cierto. Se titula When the Levees Broke y se pasará por el (canal de cable) HBO justo en el primer aniversario de la tragedia. La pieza consiste en dejar que los residentes de Nueva Orleáns (la ciudad más afectada) hablen de sus tribulaciones y lo que significó superar una experiencia tan traumática como esa. Los traumas que han sufrido para reconstruir sus vidas... Estuvimos allí en tres ocasiones rodando. La primera fue el día después del Día de Acción de Gracias, pero ya teníamos material rodado porque algunas de la víctimas se refugiaron en Nueva York y las entrevistamos aquí.

-Su nombre está conectado a la polémica por la denuncia de algunas injusticias, ¿ha recibido amenazas de algún tipo o le han pedido que deje de hacer su discurso crítico?
-No, de momento nadie me ha dicho nada. Pero es evidente que cuando mi nombre está conectado con un proyecto habrá alguien que se sienta amenazado, molesto o como mínimo incómodo. También sé que hay gente que no quiere trabajar conmigo por sus ideas o por lo que haya dicho en el pasado. Pero siendo positivos, también es verdad que hay suficiente gente que quiere trabajar conmigo. Esta película es un ejemplo. Brian Grazer es uno de los productores más poderosos de Hollywood junto a Jerry Bruckheimer. Y no ha tenido ningún problema. Otro ejemplo es el hecho que ya llevo seis películas para Universal. Cierto que tenemos a nuestros detractores, pero también tenemos a los que nos alientan.

Dos décadas de cine en papel
-Antes ha dicho que considera su primera película Nola Darling un poco primitiva. ¿Cree que sus otras películas han aguantado mejor el paso del tiempo?
-Definitivamente.

-El año pasado publicó una autobiografía titulada That's My Story and I'm Sticking to It. ¿Qué necesidad tenía de abrirse al mundo con un libro de memorias?
-Pensé que dos décadas en el mundo del cine pedían una retrospectiva sobre todo el trabajo hecho hasta entonces. Y un libro es un buen formato.

-¿Cómo ha cambiado Hollywood desde que empezó?
-Para mí, no mucho. Todavía me cuesta arrancar los proyectos. Creo que siempre va a ser así.

-Como gran aficionado al fútbol, ¿qué equipo cree que va a ganar el mundial de Alemania?
-Brasil.


Un reparto cinco estrellas
Denzel Washington, Willem Dafoe, Clive Owen, Christopher Plummer y Jodie Foster... Con la intención de evitar suspicacias en su primer trabajo para el productor Richard Glazer (uno de los potentados de Hollywood), Spike Lee ha apostado por un elenco de élite en la que reconoce que es su primera pieza puramente comercial (en la primera semana de su estreno en Estados Unidos el filme recaudó casi cuarenta millones, amortizando así su presupuesto). La mayor parte de la acción de Plan oculto transcurre en un espacio cerrado, lo que obligó al director de Haz lo que debas a basar la energía y el ritmo del filme en las interpretaciones y el montaje. Con el fin de sacar el máximo realismo de los actores, Spike Lee rodó junto a su operador de fotografía Mattheww Libatique la mayor parte de las escenas simultáneamente con dos cámaras. "Los actores se esfuerzan sabiendo que siempre les estoy rodando -explica el cineasta-. No se relajan ni esperan a que les toque su turno, ni tienen que pasarse un día entero dándole la réplica a otro actor".