Stephen Hawking en Tenerife. Foto: Pepe Torres

Stephen Hawking en Tenerife. Foto: Pepe Torres

Ciencia

Hawking se enfrenta a los dados de Dios

El físico británico defiende las leyes de la ciencia en el Festival Starmus de Tenerife

24 septiembre, 2014 02:00

El físico Stephen Hawking irrumpía ayer en el auditorio del Festival Starmus de Tenerife, en el que no cabía ni un alfiler, para dar su visión de los misterios del cosmos que aún no han podido desvelarse. En la silla de ruedas en la que le ha postrado la enfermedad del ELA y con su característica voz robótica que emana del ordenador con el que se comunica, el físico británico hizo gala de un gran sentido del humor que le valió la simpatía de un público de admiradores, estudiantes y compañeros (en torno a 600 personas) que le recibieron con una sonora ovación.

“¿Pueden oírme?”, fueron las primeras palabras del físico, quien continuó la conferencia afirmando que la próxima revolución tecnológica será la reproducción de imágenes holográficas tridimensionales en la televisión. Stephen Hawking señaló que la historia del Universo es la de un objeto tridimensional que evoluciona en el tiempo y que se puede representar como un holograma en el límite del disco, que es la superficie tridimensional del momento actual.

Seguidamente, la ponencia pasó a abordar uno de los temas más polémicos y que más expectación genera en torno a la Ciencia: ¿Qué precedió al Big Bang? El físico mencionó la disparidad de teorías que ha habido en torno al Universo. Unas hablan de que tuvo un inicio hace un tiempo finito, en cuyo caso “la pregunta inevitable es ¿qué había antes?”, manifestó Hawking. Al respecto, arrancó las carcajadas del público al citar a San Agustín: “Antes de crear el universo Dios estaba preparando el infierno para los que preguntaban por cuestiones de este tipo”.

Como alternativa otras personas han afirmado que el Universo ha existido eternamente, que era lo que creía Aristóteles porque, como recordó el físico, “algo eterno es más perfecto y porque eso evita cuestiones incomodas sobre la creación”. Esta teoría del Estado Estacionario sin embargo se dio contra un muro con el descubrimiento del fondo tenue de microondas, los vestigios del Big Bang.

Sin embargo, para Stephen Hawking no tiene sentido preguntar qué ocurrió antes de la aparición del Universo, que “se expandió por un factor de un millón de trillones de trillones en una fracción pequeñísima de segundo”, añadió. Y puso como ejemplo el conocimiento que el ser humano tenía de la Tierra cuando pensaba que el planeta era plano.

Sin embargo, el físico ha reivindicado las leyes de la ciencia y a las personas como "señores de la creación" frente a la Teoría Creacionista, ya que las personas son "producto de las fluctuaciones cuánticas en el universo". Para él, el inicio de un "colapso" dio lugar a la creación de las galaxias y las estrellas, y ha destacado la capacidad para "seleccionar universos" y hacerlos "compatibles" con la vida. Frente a ello, dijo, "Dios juega a los dados". En su opinión, la teoría de que el Universo "había existido" se diseñó para evitar "preguntas incómodas" sobre la creación, y ha destacado el hecho de que la relatividad clásica no puede predecir como se generó el Universo, lo que hacía "feliz" a la Iglesia.

Hawking tambien ha recordado que el Vaticano decía que "no había que indagar" sobre el inicio del universo. "No quería que me entregaran a la Inquisición, como Galileo", ha subrayado. No obstante, los cosmólogos modernos no se libran de la crítica por su actitud “vaga” para explicar el universo. En esa línea, ha señalado que no se "necesita un creador" para ordenar cómo empezó el universo, lo que a su juicio está determinado por una ley de la ciencia aunque el inicio del universo es un lugar "donde las leyes normales fallan".

El boson de Higgs podría acabar con nosotros

Según manifestó Hawking en Tenerife, "las observaciones recientes del campo de Higgs han suscitado la posibilidad de que el campo podría no estar en el estado más de energía. Si ese fuera el caso , el campo estaría en un estado de falso vacío. Podría dar lugar a una burbuja de vacío verdadero, que se expandiría a la velocidad de la luz. No lo veríamos acercándose, pero si nos destruiría. Pero el tiempo de escala del decaimiento del falso vacío es, probablemente, más amplio que la edad del propio universo"