Image: Antonio Ruiz de Elvira

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Ciencia

Antonio Ruiz de Elvira

“Para un científico la política es un misterio”

30 septiembre, 2004 02:00

Antonio Ruiz de Elvira

El próximo 4 de octubre comienza en Madrid el II Encuentro Hispano Francés sobre El Cambio Climático, que tratará aspectos de vital importancia para la salud de la Tierra como el efecto invernadero, el Protocolo de Kioto, el calentamiento global y la evolución del clima en los próximos años. Organizado por la Fundación Santander Central Hispano y el Instituto Francés de Madrid, intervendrán especialistas en la materia como Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de Física de la Universidad de Alcalá de Henares , que ha hablado con El Cultual sobre la situación actual de este fenómeno.

El Cambio Climático forma parte ya de la vida cotidiana. Nos hemos habituado a términos como "efecto invernadero", desertización" o "deshielo". Sólo las llamadas de los científicos nos alertan del serio proceso de transformación que vive la Tierra. Antonio Ruiz de Elvira explica con claridad y sin alarmismos algunas de consecuencias de esta falta de atención al "ruido" cotidiano sobre el calentamiento de la Tierra.

-¿Considera el Cambio Climático un problema que debe ser abordado desde diversas disciplinas?
- Sí. El clima es el resultado de la interacción compleja entre los movimientos e intercambios de energía de dos fluidos, la atmósfera y los océanos, un sistema semi-sólido, el hielo de los polos, y la vegetación. Además, el contenido de gases traza en la atmósfera, que son los que regulan la TMG, la temperatura global media del planeta, depende, hoy, de la sociología humana, del uso desaforado de la energía capturada del Sol por los seres vivos hace millones de años y almacenada desde entonces en los combustibles fósiles. Contra este problema necesitamos equipos interdisciplinares que incluyan científicos, economistas y sociólogos.

-¿Cual es la evolución del clima actual? ¿Hacia dónde nos encaminamos en torno a este fenómeno?
-La TMG llevaba una tendencia descendente desde hace 8.000 años, hasta 1880. En aquel momento se produce un cambio brusco de tendencia, que pasa de ser -0,0005 grados por año a ser +0,0050 grados por año. Es decir, cambia de signo y se multiplica por un factor 10. Los modelos más simples y los más complejos indican lo mismo: Si la quema de combustibles fósiles sigue como hasta ahora, en el año 2080 la TMG será tres grados superior a la de 1880. Pero si se duplica el consumo actual al añadir lo que emitan China, India y Brasil, el aumento será de seis grados. Esto es la temperatura media global. Un aumento de 6 grados nos llevaría a la fusión de los hielos del Polo Norte, primero, y posteriormente y con alta probabilidad, a una nueva glaciación.

-¿Puede llegarse a corregir el curso del clima?
-Hoy la TMG es ya 0,6 grados superior a la que sería "normal". La cantidad de CO2 y metano que ya hemos lanzado a la atmósfera permanecerá en ella al menos 100 años, de manera que aunque parásemos el uso de combustibles fósiles, la TMG seguiría subiendo hasta estabilizarse en unos 2,0 grados por encima de lo "normal". El peligro aparece si seguimos emitiendo gases. No es posible reabsorber las cantidades emitidas en un plazo razonable, pero sí es posible dejar de emitir esos gases, puesto que hoy podemos captar la energía del Sol mucho más eficientemente de lo que lo hicieron plantas y animalillos en aquel Carbonífero del que ahora nos estamos aprovechando.

Una herramienta eficaz
-¿Qué se puede hacer desde la ciencia?
-La ciencia es la herramienta que hemos creado los seres humanos para tener una información precisa sobre lo que acontece en el mundo, y utilizarla para desarrollar métodos de interacción eficaces con este mundo. La ciencia nos puede decir cómo va a subir la temperatura en cada punto del globo, y cuales serán las consecuencias de esa subida con respecto a las lluvias, a la forma de moverse el agua sobre la superficie del planeta, de moverse los océanos, a la vegetación y a la fauna. Pero también nos debe decir cómo manipular los materiales de que disponemos para capturar la energía del Sol directamente, y convertirla en energía útil sin efecto sobre la atmósfera. Concretando, cómo fabricar mejores celdas fotovoltaicas y motores de hidrógeno.

-¿Y desde la política?
-Para un científico la política es algo misterioso. Si se define como la búsqueda del poder, es difícil que la política pueda hacer algo para controlar el cambio que se nos viene encima. Pero si cambiamos el nombre, y hablamos de gestión de la sociedad, que es algo distinto, los gestores encuadrados en gobiernos diversos, locales, regionales, estatales, supraestatales, incluso un organismo consultivo como es la ONU, tienen realmente mucho que decir. El cambio de paradigma energético desde combustibles fósiles a energía solar y producción de hidrógeno es una técnica semidesarrollada que precisa grandes inversiones. Se precisa una inversión gubernamental fuerte para conseguir que la energía solar sea una realidad al alcance de los usuarios. Puesto que se dilapida dinero público en lujos podría dedicarse parte de ese dinero en algo útil como el desarrollo masivo de la energía solar y la producción de hidrógeno.

-¿Qué consecuencias inmediatas pueden deducirse del llamado "efecto invernadero"?
-El mal llamado "efecto invernadero" es esencialmente la subida de la TMG al poner cada vez más gases traza en la atmósfera. El efecto inmediato y principal es el calentamiento del Polo Norte y como consecuencia el desplazamiento hacia el norte de la trayectoria de las borrascas atlánticas que dejan lluvia sobre España. Como consecuencia de esto es previsible que durante los próximos 20 años cambie la distribución de la precipitación en España y, cayendo la misma cantidad de agua, caiga de manera mucho mas concentrada en episodios violentos de tipo "gota fría".

El ejemplo de Kioto
-¿Es Kioto una utopía?
-Lo que se logró en Kioto fue uno de los pocos ejemplos de posible cooperación entre las naciones de la Tierra. Pero fue un acuerdo negociado por delegados sin respaldo real de sus gobiernos o poblaciones, de manera que fue firmado con la reserva mental de no ser ratificado en los parlamentos, como así ha ocurrido. Europa, y España con el Gobierno actual, han dado un paso ejemplarizante de que se puede implementar y de que tampoco le pasa gran cosa a la economía si se hace. Es de esperar que este ejemplo cunda. Pero es preciso decir también que Kioto es un paso minúsculo y que incluso si se cumpliese por todos los países representaría muy poco con respecto al Cambio Climático, un mero retraso de cinco años en el calentamiento de la Tierra. Es imprescindible y beneficioso para las economías lanzar una innovación tecnológica en serio y cambiar de paradigma energético. Pienso que es mucho mejor lanzar el cambio tecnológico, hoy, con tiempo y dinero en la caja, que verse arrastrados a él de un día para otro y con la caja vacía.

-¿Considera la industria sin control el principal problema del efecto invernadero?
- La principal causa del calentamiento actual de la Tierra es el regalo que nos hemos encontrado un día, la energía esencialmente gratis en forma de petróleo. Estamos tirando la herencia que la Tierra acumuló durante millones de años en el plazo de 200 años. Vivimos como un rico heredero. Pero lo estamos pagando de otra manera. El problema principal no es la industria, sino cada uno de nosotros que exigimos coche y aire acondicionado baratos.

-¿Qué papel juegan los océanos?
-Los océanos juegan el papel de elemento de control. Mientras las corrientes marinas puedan transportar energía desde el ecuador hacia el Polo, se mantendrá una situación estable. En el momento en que se bloqueé la entrada de agua caliente al mar del Norte, tendremos problemas muy graves, puede ser que incluso una glaciación.

Nuevas inmunidades
-¿Como influye el Cambio Climático en la salud humana?
-El ser humano se ha inmunizado a las enfermedades propias de su entorno. Al cambiar el entorno, nuevos agentes infecciosos ocupan nichos antes desocupados. El ser humano necesita tiempo para desarrollar nuevas inmunidades frente a estos nuevos ataques.

-¿Qué lugar ocupa España en la lucha contra el Cambio Climático?
-Ha ocupado un lugar muy pobre. Sólo el nuevo gobierno ha puesto en marcha lo exigido por Bruselas y ha emitido un decreto de contención de emisiones. En esto como en otras muchas cosas, España ha optado por un desarrollo de muy baja tecnología. España es puntera en fabricar celdas fotovoltaicas, y aerogeneradores, pero se instalan fuera de España en gran medida. No hay, hoy, apoyo a la investigación sobre hidrógeno, y no somos más de cuatro grupos investigando el clima. Tenemos capacidad para ser buenos en esta lucha. Pero tenemos que ponerla en marcha.