Kara Walker. 'The Katastwóf Karavan (maquette)', 2017. MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero.

Kara Walker. 'The Katastwóf Karavan (maquette)', 2017. MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero.

Arte

Kara Walker, la artista afroamericana que dibuja el racismo detrás de las sombras

El IVAM de Valencia presenta una amplia muestra del trabajo de esta artista esencial en los estudios decoloniales y la representación de la negritud.

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Procedente del MACA, recala en el IVAM la primera exposición individual de la artista Kara Walker (Stockton, California, 1969) en España. Una muestra organizada a partir de los fondos donados por los coleccionistas Michael Jenkins y Javier Romero al museo alicantino, uno de los conjuntos más importantes de la obra de la artista en Europa.

Kara Walker. Burning Village

IVAM. Valencia. Comisaria: Rosa Castells. Hasta el 22 de febrero

Se trata de 44 piezas procedentes de su colección de Nueva York, con la que se puede hacer un sucinto repaso de la norteamericana. No nos encontramos, por tanto, con una gran retrospectiva de Kara Walker, como la que planteara el Walker Art Center de Minneapolis (2007).

Esta exposición hizo parada y posta en el Whitney Museum of American Art de Nueva York y Musée d’Art Moderne de la Ville de París y, posteriormente, las muestras en el Schirn Kunsthalle de Fráncfort (2022) o la que le ha dedicado recientemente el MOMA de San Francisco, por reseñar algunas de sus más relevantes exposiciones. Sin embargo, el acotamiento que plantea la exposición Burning Village en el IVAM, permite hacerse buena idea de la magnitud de su obra.

Kara Walker ha desarrollado un muy particular trabajo desde que iniciara su actividad artística a finales de los años noventa, haciendo uso de siluetas recortadas. Hija de pintor y formada en el Atlanta College of Art, su trabajo le valió pronto el reconocimiento por parte del Metropolitan Museum of Art (Nueva York) en 2006.

Fue antes en 1994, sin embargo, cuando, con 24 años, con su mural Gone: An Historical Romance of a Civil War as It Occurred b’tween the Dusky Thighs of One Young Negress and Her Heart –exhibida en el neoyorquino The Drawing Center y propiedad del MoMA–, obtuvo su primera aclamación pública.

Kara Walker. 'Untitled', 1999-2000. Foto: MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

Kara Walker. 'Untitled', 1999-2000. Foto: MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

Las tensiones raciales que la artista experimentó en Georgia, a edad temprana, fueron el caldo de cultivo de esta pieza y sustrato para el desarrollo de todo su trabajo posterior. El mural, inspirado en la novela Lo que el viento se llevó de Margaret Mitchell, dio a conocer por vez primera los asuntos que ocuparán a la artista, como son la violencia sexual, la esclavitud, el supremacismo, la mujer, la memoria histórica y los sistemas de poder.

Estos temas centraron la atención y el reconocimiento público de Walker, al hilo del impacto de los estudios postcoloniales que han ido progresivamente encontrando acomodo en las instituciones públicas, poniéndolas patas arriba, obligadas a revisar sus programaciones y colecciones.

Kara Walker:' Resurrection Story without Patrons', 2017.  Foto: MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

Kara Walker:' Resurrection Story without Patrons', 2017. Foto: MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

No obstante, el éxito de la artista ha sido también objeto de controversia, al no ser bien aceptado por la corrección política de determinados sectores artísticos entre los creadores afroamericanos. Cuestionada por el uso de imágenes raciales estereotipadas y su sencilla ejecución artística, Walker ha defendido su obra apelando a la sencilla puesta en escena de asuntos incómodos para propiciar, así, una recepción reflexiva sobre el uso y abuso del poder en nuestro tiempo.

Sobre el fondo histórico de la esclavitud estadounidense, las siluetas negras recortadas, en las que se registran figuras arquetípicas, rescatadas de la memoria de la literatura y el cine, nos llevan a pensar en el presente como un tiempo suspendido, pendiente de encajar las negras sombras del pasado.

Vista general de la exposición Habitar las sombras. Foto: Juan García

Vista general de la exposición Habitar las sombras. Foto: Juan García

Estas cuestiones, que desmitifican las narrativas oficiales del poder, las sostiene Kara Walker con microhistorias; pequeñas narrativas que empatizan muy directamente con el espectador, en la forma y en el fondo.

Así lo podemos reconocer, entrando a la exposición, en la obra Burning African Village Play Set with Big House and Lynching (2006), a base de figuras metálicas recortadas. Inspirada en la técnica de siluetas de papel recortado negro, característica de los retratos victorianos del siglo XIX, pero también en los juegos las sombras chinas y del propio cine, Kara Walker consigue sacarnos del papel decorativo de los procedimientos e imágenes antiguas para revisar el lenguaje visual del ahora.

Sus dibujos y esculturas, aparentemente inocentes se convierten en un siniestro espacio de especulación

El espacio reducido de la exposición –a modo de gabinete– pone la obra de Kara Walker muy delante de los ojos, de manera que las sencillas técnicas, aparentemente inocentes, empleadas por la artista en dibujos, litografías, aguatintas, serigrafías y pequeñas esculturas, se convierten en un siniestro espacio de especulación.

Así lo reconocemos en una de las sorpresas de la muestra: los dibujos en sobres y papel de hotel (1999-2000). Estas delicadas escenas, brutales en lo que ilustran, ponen los pelos de punta. En ellas, Kara Walker exhibe, sin alardes, sus recursos y capacidades en el empleo del dibujo, más allá de sus célebres siluetas que se extienden en la obra sobre papel a lo largo y ancho de la exposición.

Kara Walker: 'Restraint', 2009. Foto: MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

Kara Walker: 'Restraint', 2009. Foto: MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

No menos impresionante resulta la fotolitografía de la serie The Gross Clinician Presents: Pater Gravidam (2018), tanto como la serie de aguafuertes y aguatintas fechada en 1997. Asimismo, destacar la obra Exodus of Confederates from Atlanta (2005) que ocupa lugar preeminente entre todo el despliegue de obra sobre papel que sustenta la exposición.

Lugar aparte, como muestra de su interesante trabajo fílmico, es la proyección Prince McVeigh and the Turner Blasphemies (2021) en la que, entre la poética de los primeros experimentos del cine y las sombras chinescas, surge lo tenebroso del ser humano.

Vista general de 'Habitar las sombras'. Foto: Juan García

Vista general de 'Habitar las sombras'. Foto: Juan García

Con obra básicamente gráfica fechada entre 1996 y 2018, la muestra hace un interesante repaso, en definitiva, por el grueso de la particular forma de trabajar de Kara Walker, abundando es sus temas principales.