
El presidente aragonés, Jorge Azcón, este martes. Foto: EFE/Javier Cebollada
Escalada en la polémica por las pinturas de Sijena: Aragón exige la devolución "a las buenas o a las malas"
El presidente aragonés, Jorge Azcón, acusa a Cataluña, a Barcelona y a Cultura de intentar "engañar" a su comunidad. Mientras, un manifiesto rechaza las presiones políticas y pide respeto al criterio de los restauradores.
Más información: El Museo Nacional de Cataluña alega su 'incapacidad' para trasladar las pinturas de Sijena
La controversia por la devolución de las pinturas murales del Monasterio de Sijena desde el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a Aragón vive estos días un nuevo capítulo de máxima tensión política, judicial y profesional, después de que Cataluña alegase su "incapacidad" para devolver las pinturas, tal como ordenó la sentencia judicial.
El presidente aragonés, Jorge Azcón, ha anunciado que su Gobierno solicitará de manera inmediata la ejecución forzosa de la sentencia del Tribunal Supremo que ordena la restitución de las obras, advirtiendo que el fallo se cumplirá “a las buenas o a las malas”, informa EFE.
En declaraciones a los medios en Zaragoza, Azcón ha acusado al Gobierno catalán, al Ayuntamiento de Barcelona y al Ministerio de Cultura —todos ellos miembros del patronato del MNAC— de intentar “engañar” a Aragón al promover un incidente de ejecución que plantea la imposibilidad de trasladar las pinturas por su fragilidad.
“Nos sentimos engañados”, ha afirmado el presidente, quien ha subrayado que su Ejecutivo tiene la obligación legal y moral de hacer cumplir la sentencia, y que no permitirá que “cuestiones políticas desde Cataluña entorpezcan” el proceso.
Azcón ha insistido en que la prioridad de Aragón es que las pinturas no sufran daños durante el traslado, pero ha dejado claro que el cumplimiento de la resolución judicial es innegociable. “Es justicia, es legalidad y, por tanto, nosotros vamos a empeñarnos en que esa sentencia se cumpla a las buenas o a las malas”, ha sentenciado.
En paralelo, el abogado del municipio de Villanueva de Sijena, Jorge Español, solicitará este viernes al Juzgado de Instrucción número 2 de Huesca la ejecución forzosa de la sentencia, sumándose así a la petición del Gobierno aragonés.
Español ha denunciado lo que considera “maniobras” del MNAC para desobedecer la resolución judicial, señalando que la comisión técnica auspiciada por el museo era “una comisión trampa” con el objetivo de “esconder la desobediencia” y justificar la imposibilidad del traslado por razones técnicas.
El letrado ha pedido al juzgado que se forme una comisión restringida de peritos para asesorar en todas las decisiones técnicas y garantizar el éxito de la operación. Entre las medidas cautelares solicitadas figura el cierre de las salas donde se exponen las pinturas y la vigilancia de las mismas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los restauradores piden respeto
En medio de este clima de confrontación, más de un centenar de profesionales de la conservación-restauración han hecho público un manifiesto titulado “El patrimonio no es una bandera”, en el que expresan su profunda preocupación por el tratamiento que está recibiendo el caso de Sijena y reclaman que se deje trabajar a los especialistas sin presiones políticas ni mediáticas.
El documento, que ha recabado 150 firmas en apenas dos días, subraya que la discusión sobre la conservación de las pinturas debe quedar en manos de profesionales cualificados, y que cualquier intervención debe realizarse con extrema cautela para no comprometer la integridad de las obras. Los firmantes denuncian la instrumentalización política del patrimonio cultural, que “se convierte en un instrumento ocasional al servicio de intereses espurios: manoseado cuando conviene, ignorado casi siempre”.
“La obra en litigio no es un símbolo ni una bandera que pueda agitarse según convenga, sino un bien cultural cuya integridad debe preservarse en beneficio de toda la sociedad, dada su importancia patrimonial”, señala el manifiesto.
El texto recuerda que las pinturas murales de Sijena son intrínsecamente frágiles, pues fueron arrancadas durante la Guerra Civil para evitar su destrucción y sometidas a complejos procesos de separación mediante la técnica del strappo. Actualmente, se conservan en condiciones estables en el MNAC, y cualquier intervención para su traslado entraña grandes incertidumbres técnicas que deben ser evaluadas con serenidad y rigor científico.
Los profesionales apelan al respeto por la independencia de los equipos técnicos catalanes y aragoneses, y piden que se les permita trabajar con tranquilidad y sin presiones externas. “La conservación-restauración se rige por un código ético compartido a nivel internacional, que establece la obligación de anteponer la integridad de los bienes culturales a cualquier tipo de presión externa, ya sea política, institucional o económica”, recuerdan.
El manifiesto concluye solicitando que las decisiones sobre el futuro de las pinturas de Sijena respondan únicamente a consensos técnicos y éticos, y no a intereses políticos. “La independencia profesional es fundamental en una sociedad democrática que valora el conocimiento especializado; las decisiones de conservación de esta pintura deben responder únicamente a consensos técnicos y éticos y no a intereses políticos”.