'Imagen y apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe José Juárez' (1617-1661). Foto: Monasterio de sor María Jesús de Ágreda

'Imagen y apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe José Juárez' (1617-1661). Foto: Monasterio de sor María Jesús de Ágreda

Arte

La Guadalupana se despliega en el Museo del Prado: ¿descolonización o apropiación cultural?

La exposición muestra 70 piezas de la Virgen de Guadalupe, todas ellas provenientes del patrimonio español y se puede ver hasta el 14 de septiembre.

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La historia de la Virgen de Guadalupe es uno de los relatos más emblemáticos y venerados de México y de la tradición católica en América Latina. Su origen se sitúa en diciembre de 1531, apenas una década después de la conquista de la Ciudad de México.

Según la tradición recogida en el Nican Mopohua y otros documentos históricos, la Virgen María se apareció en cuatro ocasiones al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en el cerro del Tepeyac. En una de esas ocasiones también se apareció a su tío, Juan Bernardino.

La Virgen le pidió a Juan Diego que fuera ante el obispo para solicitarle la construcción de un templo en ese lugar. El obispo, escéptico, pidió una prueba. En la última aparición, la Virgen le indicó a Juan Diego que recogiera rosas de Castilla y las llevara en su manto.

Al desplegar el manto, las rosas cayeron y en el tejido quedó impresa la imagen de la Virgen, con rasgos mestizos. La Virgen de Guadalupe se convirtió rápidamente en símbolo de evangelización y de unión entre las creencias indígenas y el cristianismo traído por los españoles.

El cerro del Tepeyac, donde ocurrieron las apariciones, ya era previamente un lugar sagrado para los pueblos originarios, dedicado a la diosa Tonantzin. Así, el culto guadalupano fusionó elementos indígenas y europeos, lo que facilitó su aceptación y expansión.

'Virgen de Guadalupe'. Atribuido a José de Ibarra (1685-1756) Óleo sobre lienzo h. 1751 Sevilla, colección particular / Virgin of Guadalupe Hispano-Philippine workshop Polychrome ivory c. 1700-30 Foto: Colección privada

'Virgen de Guadalupe'. Atribuido a José de Ibarra (1685-1756) Óleo sobre lienzo h. 1751 Sevilla, colección particular / Virgin of Guadalupe Hispano-Philippine workshop Polychrome ivory c. 1700-30 Foto: Colección privada

La Virgen de Guadalupe no solo es un símbolo religioso, sino también nacional y social. Durante la guerra de Independencia de México, su imagen fue utilizada como estandarte por Miguel Hidalgo y otros líderes insurgentes, convirtiéndose en emblema de unidad y resistencia.

La prenda debería haberse desintegrado en menos de un siglo; sin embargo, lleva casi cinco siglos sin signos de putrefacción. Estudios físicos (rayos X, espectroscopía, infrarrojos) señalan ausencia de dibujo preparatorio, pigmentos no rastreables y temperatura superficial estable, cuestiones que sostienen la devoción y alimentan la controversia.

Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España

La exposición que inaugura el Museo del Prado presenta setenta obras entre pinturas, grabados, esculturas y libros procedentes en su mayoría del patrimonio español y ha contado con destacadas piezas novohispanas.

La Virgen de Guadalupe es más que reliquia o bandera: es un palimpsesto donde se escriben la colonización y sus resistencias, la modernidad política de México y la diáspora latinoamericana, la ciencia y la fe, la memoria indígena y el barroco global.

Alegoría del patronato de la Virgen de Guadalupe sobre la Nueva España Joseph Sebastian Klauber (h. 1700-1768) y Johann Baptist Klauber (1712-1787) Aguafuerte y buril h. 1754 Bienes propiedad de la Nación Mexicana. Secretaría de Cultura. Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural. Acervo del Museo de la Basílica de Guadalupe

Alegoría del patronato de la Virgen de Guadalupe sobre la Nueva España Joseph Sebastian Klauber (h. 1700-1768) y Johann Baptist Klauber (1712-1787) Aguafuerte y buril h. 1754 Bienes propiedad de la Nación Mexicana. Secretaría de Cultura. Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural. Acervo del Museo de la Basílica de Guadalupe

El proyecto, comisariado por los doctores mexicanos Jaime Cuadriello (UNAM) y Paula Mues Orts (INAH), es fruto de años de investigación y colaboración entre instituciones, y se estructura en once secciones temáticas, combinando piezas de pequeño y gran formato, para mostrar desde las primeras representaciones de las apariciones, hasta las sofisticadas "vera effigies" reproducidas con fines devocionales o políticos.

Estas "vera effigies" son copias exactas o variantes tocadas a la original, que eran reproducidas con técnicas artísticas especializadas. Asimismo, destaca la presencia de materiales exóticos -nácar, marfil, latón, que da una dimensión de la importancia de la efigie-.