Shiota evoca aquel tipo de presencias que, bajo la forma de una ausencia, podemos sentir en un espacio o en objetos que algún día fueron de alguien. Lo que parece es que tanto Tàpies como Shiota comparten la convicción de que, como habitantes de un universo donde no hay fronteras entre la vida y la muerte, nunca vamos a morir, porque el latido de nuestro recuerdo jamás se extingue.

Para Tàpies y Shiota el objeto es importante, pero al margen de su aspecto formal lo que ambos buscan al acercarse a él es conectar con el espectador a través de la memoria. Se trata de un potencial que, si Tàpies conceptualiza por la senda de la austeridad, el silencio y el misterio, Shiota urde por la vía de la espectacularidad. “Espectacular” es la palabra que más se escucha entre los espectadores de sus intervenciones espaciales, en especial, entre los primerizos.

El objeto, pero también la memoria y el cuerpo son los tres hilos de los que tira la artista en esta exposición

El objeto, pero también la memoria y el cuerpo son los tres hilos de los que tira Chiharu Shiota para materializar esta exposición formada principalmente por una enorme maraña de hilos rojos que emerge de las paredes del espacio y que la artista logra singularizar atrapando en su interior objetos y elementos identificables con algo propio del lugar que interviene.

Lo vimos con las piedras que atrapó en la red de sus instalaciones para la Fundación Sorigué de Lleida (2015), en el pabellón permanente que tiene en el Proyecto Planta de Balaguer (2021) y lo vemos ahora con un grupo de sillas de segunda mano que alude directamente a la Sala de Reflexión de Tàpies, una cripta estremecedora ubicada en el campus de la Ciutadella de la Universidad Pompeu Fabra, protagonizada por 20 sillas de enea, inaugurada en 1996 y que, con ocasión del Año Tàpies, se ha vuelto a abrir al público de manera puntual.

Chiharu Shiota: 'Fuera de mi cuerpo', 2024. Foto: Fundació Antoni Tàpies, Barcelona / Pep Herrero ©VEGAP y la artista, 2024 Fotografia: Pep Herrero ©VEGAP y la artista, 2024.

Esta maraña de hilos rojos que, en alusión a la sangre que corre por nuestras venas, la artista ha tejido junto a sillas usadas evoca, en el marco de otra de sus instalaciones inmersivas, la multiplicidad de pensamientos de quienes fueron sus dueños.

Esta pieza de Shiota en la Tàpies se complementa con otras obras: cinco esculturas de pequeño formato realizadas en cristal y alambre metálico y agrupadas en el interior de dos vitrinas, dos magníficos pasteles sobre papel que conmueven por la fuerza de su gesto genuino, puro y sincero, y una nueva escultura de su serie Fuera de mi cuerpo, realizada en cuerda y piel de vacuno que, descendiendo del techo en forma de cono invertido teñido de rojo, dirige la atención del espectador hacia los pies de bronce que reposan en el suelo.

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Según explica la propia artista en un texto que acompaña esta exposición, a raíz de sufrir una grave enfermedad que la llevó a ver la muerte de cerca, empezó a realizar piezas en bronce usando como molde sus brazos, manos, piernas y pies. Sostiene Shiota que esparciendo por el suelo estas partes de su cuerpo vio que expresaba más emoción de la que podría transmitir si mostraba el cuerpo entero.

Como primera exposición comisariada por Imma Prieto, directora la Fundación Tàpies desde junio de 2023, esta propuesta, al tiempo que certifica la vigencia de temas como la vida, la muerte, la trascendencia o la memoria, tan presentes en el ADN de la obra de Tàpies, también funciona como una declaración de intenciones, un ejemplo visual del camino que podría seguir el centro, apostando por el crecimiento de una red de relaciones y nutriéndose de la aportación de todos y cada uno de quienes participen en su programación.