Lucía Loren: 'Ciclo Seco', 2018

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Arte

'Estación total': donde el arte y la cartografía se dan la mano

Una exposición en la galería madrileña Lucía Mendoza muestra las topografías del antropoceno con una excelente selección de obras de varios artistas

19 febrero, 2023 01:20

Se da la circunstancia de que uno de los libros en que la poesía de Juan Ramón Jiménez alcanza cotas más altas en su peculiar mística vitalista se titula La estación total. Y “estación total” es también el nombre de un aparato utilizado en topografía, un teodolito con un distanciómetro y un microprocesador incorporados. No es de extrañar que Núria Montclús, comisaria de esta muestra, aprovechara la feliz coincidencia para convertirla en título de una exposición que reúne diversas aproximaciones a la cartografía desde la práctica artística.

Estación total

Galería Lucía Mendoza. Madrid. Comisaria: Núria Montclús. Hasta el 18 del marzo. De 800 a 15.000 €

Esta es una perspectiva que ha sido ampliamente explorada, en muestras como Cartografías contemporáneas. Dibujando el pensamiento (CaixaForum, 2012) y en libros como el de Graciela Speranza Atlas portátil de América Latina. Arte y ficciones errantes (Anagrama, 2012). Y si señalo la existencia de estas recopilaciones no es para decir que el trabajo ya estaba hecho, sino que su extensión es inabarcable y caben muchos puntos de vista.

[Graciela Speranza: "El arte siempre es una fábula sobre el tiempo"]

Otra cosa es que la comisaria no nos deje muy claro el suyo, más allá de deslumbrantes vaguedades como que “nos encontramos ante un conjunto de nuevas cartografías analítico-discursivas (…) desde las que es posible explorar y construir nuevos relatos e imaginarios sobre el medio y el territorio que, a su vez, reflexionan sobre nosotros mismos y sobre nuestras formas de relación con el entorno, tanto a nivel colectivo como individual”.

Como contrapeso tengo que decir que la selección de las obras es excelente y el montaje impecable. Y quizás incluso podemos encontrar un hilo conductor que atravesaría algunas de las obras y es que se trata de una cartografía no tanto horizontal como vertical. Es lo que sucede en las impactantes piezas de Miguel Sbastida, en las que fotografía –pero también recrea– configuraciones estratigráficas.

Agustín Ibarrola: 'El rayo', 1982-85

Agustín Ibarrola: 'El rayo', 1982-85

O en las delicadas piezas de cristal grabado de Elena Lavellés, que combinan geografía e historia. Incluso, hasta cierto punto, en la doble aportación de Lucía Loren –una referencia de este tipo de arte en el ámbito español–. Una es la fotografía de un suelo agrietado por la sequía, suturado con lana, y otra, la potente aguja con que podemos fabular su realización.

[Elena Lavellés, la belleza del mal]

La escultura y la instalación de Mercedes Lara tienen una singular ambivalencia entre lo denso y lo leve, entre el protagonismo de la superficie o del volumen. Muy evocadora resulta la combinación de fotografías de Bárbara Fluxá. Su Mapa de un lugar desaparecido destella también con la plata del ensueño. La gran pieza de Lecuona y Hernández, sin cuestionar su presencia y belleza es, sin embargo, la que menos consigo encajar en el conjunto.

Y lo mismo diría de la obra de Agustín Ibarrola, si no fuera porque la estación total mide ángulos y distancias simultáneamente. Una herramienta fundamental para abordar esa genuina obra de Land Art español que fue su Bosque de Oma, aquí exquisitamente evocado con una gran reproducción fotográfica ante la que se yerguen varios haces de palos de avellano pintados, como si pudiéramos meter un bosque en un jarrón.

Que una galería aborde un proyecto de estas características, en el marco de una apuesta más amplia por introducir la sostenibilidad como tema, pero también como criterio, es una magnífica noticia. Tenemos que cambiar nuestra forma de entender el mundo, porque el mundo no tiene recambio.