Carmen Álvarez-Coto, en el Real Monasterio de Santa María de El Paular

Carmen Álvarez-Coto, en el Real Monasterio de Santa María de El Paular

Arte

La intensidad lírica de Carmen Álvarez-Coto rompe su silencio

La pintora madrileña, que ha estado más de dos décadas alejada de la escena artística, presenta una exposición de 42 obras en el Real Monasterio de Santa María de El Paular, en la sierra de Guadarrama

8 agosto, 2022 01:12

Más de dos décadas después de su retiro de la escena artística pública, Carmen Álvarez-Coto regresa con una exposición monográfica en el Real Monasterio de Santa María de El Paular, en la localidad madrileña de Rascafría. La muestra redescubre la obra de esta figura fundamental de la escena artística española de finales del siglo XX con una selección de 42 cuadros de gran formato que podrán contemplarse hasta el 23 de junio de 2023.

Álvarez-Coto reúne parte de su producción inédita en este espacio gracias al impulso de algunos artistas amigos, entre ellos Antonio López. La muestra, que se completa con un catálogo, se desarrolla de manera deliberada en un lugar ajeno al circuito de las galerías, en un entorno natural y espiritual situado en la sierra de Guadarrama, donde la arquitectura establece singulares relaciones con las obras exhibidas.

"Me tuvieron que convencer", afirma la autora sobre el origen de este proyecto, que ha sido posible gracias a la "insistencia" de algunos amigos que la visitaban en su casa del Cabo de Gata y, al ver sus obras, le decían: "Esto tienes que enseñarlo".

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"Me lo facilitaron todo, y realmente yo nunca pensé que vería mi obra expuesta en un sitio tan bello", añade la artista, que explica que "no hubo una selección exhaustiva de los cuadros, sino que más bien se produjo por los tonos". En sus años castellanos, cuando vivía en Cuenca, el negro estaba más presente, mientras que el color gana desarrollo a partir de su contacto con el sur, si bien sus referencias al mar también se nutren de tonos oscuros. En cualquier caso, "la naturaleza es pura abstracción".

Y la naturaleza opera sobre Carmen Álvarez-Coto en términos de "fuerza", de "energía", de estímulo: "Pero yo no soy espectadora de la naturaleza. Yo me implico: soy naturaleza". Ella está en sus cuadros como un elemento o una respiración más del paisaje. Y desde ese desdoblamiento capta las vibraciones secretas de la obra: "El cuadro me dice cuándo está hecho. Manda él".

"Huyendo del ornamento", señala Eduardo Barceló, comisario de la exposición, "esta pintura busca ser, para lo cual se entrega de forma íntegra en un entorno natural de estructuras sumergidas, con voluntad profunda de traspasar la abstracción y explicarse por sí misma". Obras en las que "atmósferas sorprendentes de admirable calidad pictórica expresan con enorme soltura un universo de belleza serena y misteriosa que inquieta la mirada errante. Enigmáticos signos figurativos y evocaciones oníricas dejan al observador un espacio de creación propia".

"En definitiva", añade, "toda su obra refleja una intensidad lírica extraordinaria, actúa como síntesis expresiva y rinde homenaje a la historia de la pintura universal".

La obra 'Termópilas'

La obra 'Termópilas'

Álvarez-Coto inició su actividad artística en los años 70 conviviendo con el Grupo de Cuenca, cercana a Antonio Saura, José Guerrero, Gerardo Rueda y Fernando Zóbel. Es de las pocas pintoras del panorama artístico español del siglo XX que consiguieron atraer la atención de la escena internacional y las galerías de Europa. Sus enormes lienzos sorprendieron al público y a la crítica hace más de 40 años por la autenticidad, personalidad, originalidad e independencia que mostraban respecto a otros estilos artísticos de la época.

La madrileña fue una de las representantes del expresionismo abstracto en España. Color, trazo y acción establecen sugerentes alianzas en sus cuadros, en los que se advierte una cierta atemporalidad vinculada a elementos de la tradición pictórica española que trascienden la abstracción. 

Licenciada en Bellas Artes y catedrática de Dibujo, su trayectoria experimentó en los años 80 un gran desarrollo, con importantes exposiciones a lo largo de todo el país, en espacios como la Fundación Joan Miró de Barcelona o el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid. Además, mostró su obra en múltiples ferias, participando en ARCO con las galerías Fúcares y Estampa en la edición de 1985 y con Gamarra y Garrigues en 1986. En la década de los 90 diversas galerías se muestran interesadas en Álvarez-Coto en ciudades como Toulouse, Ámsterdam, Niza, Nápoles, Viena o París. Los críticos de arte de esa época destacaron la fuerza y la creatividad de su pintura.

Su carrera se inició en los años 70 en Cuenca y en las décadas siguientes experimentó una gran proyección

Pero las exigencias y renuncias que conlleva mantenerse en el mercado la llevan a tomar una decisión drástica: apartarse de los circuitos del arte y dedicar su tiempo y su energía a la creación en silencio: "Pensaba que, como dijo aquel, en mi hambre mando yo, y decidí retirarme cuando las cosas me iban bastante bien. Me planteé: o progreso o vivo. Y decidí vivir". Se traslada a vivir a un pequeño pueblo del Cabo de Gata, en la provincia de Almería, y se dedica a pintar en soledad. 

En esas condiciones ha desarrollado en las últimas décadas una obra potente, íntimamente ligada a la naturaleza, sobre todo a ese mar Mediterráneo que la rodea y en el que se sumerge, dotando a su pintura de un significado emocional y vibrante, con resonancias mitológicas que delatan sus lecturas de Homero.

'Infinito'

'Infinito'

Un espacio singular

En los últimos años se ha conseguido la consolidación del Monasterio de Santa María de El Paular (fundado en 1390), en cuanto Monumento Nacional, como espacio cultural de referencia en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura, la Comunidad Benedictina, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y la Comunidad de Madrid.

La labor de conservación y restauración acaecida en este tiempo suma riqueza artística y arquitectónica al monumento, al tiempo que lo ha dotado de mayor accesibilidad, lo que le está permitiendo ampliar las opciones para los visitantes y cumplir la finalidad de utilidad pública que deriva de la importancia que este bien posee como testimonio histórico.

La exposición es visitable de miércoles a domingo, de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00.