Carmen Calvo fotografiada en el IVAM. Foto: Juan García / IVAM

Carmen Calvo fotografiada en el IVAM. Foto: Juan García / IVAM

Arte

Carmen Calvo: "Para dedicarte de pleno al arte tienes que estar sola"

La artista valenciana nos abre las puertas de su taller, lleno de pintura y objetos encontrados que forman un corpus artístico que muestra en el IVAM

13 julio, 2022 02:53

Carmen Calvo (Valencia, 1950) es la primera artista española en recibir el prestigioso galardón de carácter internacional Julio González que concede el IVAM desde el año 2000. En este tiempo solo dos mujeres, Annette Messager y Mona Hatoum, lo han recibido frente a quince hombres, lo que convierte la concesión de este premio en un acontecimiento agridulce.

Además, ha sido reconocida en sus cinco décadas de producción pictórica con otros muchos premios, entre ellos el Nacional de Artes Plásticas (2013), Premio ACCA de la Crítica (2013) o Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana (2016). También ha representado a España en la XLVII Bienal de Venecia junto a Joan Brossa.

Hablamos con ella desde su estudio de Valencia con motivo de la concesión del premio y de la exposición que le dedica el centro valenciano, pero también de su trayectoria, de feminismo y de sus obsesiones, porque esa es la materia de la que está hecha su obra plástica.

[Carmen Calvo, Premio Julio González del IVAM]

Pregunta. ¿Cómo le sientan los premios?

Respuesta. Nunca he luchado por ellos. Ni por ir a la Bienal de Venecia, ni por el Nacional. Los premios son un pequeño incentivo, pero si no sigues trabajando te olvidan. Ahora el Julio González lo agradezco, agradezco ese apoyo porque es un premio internacional, aunque evidentemente hacen falta más premios y premiar a más mujeres.

“Yo no soy de puesta en escena, no soy trascendental... pero mi trabajo sí lo es. Mi obra habla más de la tragedia”

P. ¿En qué consiste la exposición que se inaugura este jueves, 14 de julio, en el IVAM?

R. Estoy muy emocionada con esta exposición y nerviosa, a medida que se acerca van creciendo mis dudas. Creo que es importante no conformarte con tu trabajo y seguir haciéndote preguntas y cuestionándote siempre. Hay alguna pieza del año 1969 y piezas muy actuales, del 2019 al 2022, pero en realidad es Nuria Enguita, la comisaria y directora del IVAM, la que ha dibujado un mundo, un mundo muy especial donde habita mi obra y me encanta el mundo que ha imaginado. Para mí ha sido una sorpresa el modo en que ella ha pensado el proyecto en su cabeza. Ella ha diseñado el hilo conductor de la exposición y yo eso lo respeto muchísimo.

[Carmen Calvo se desmelena]

P. ¿Cómo es su proceso de trabajo?

R. Pues yo soy una artista de taller. Trabajo en soledad, tengo una rutina, me gusta pintar por las mañanas. Soy huraña, soy muy de encerrarme. Tengo un horario que mantengo de cuando trabajaba en las fábricas de cerámicas, en publicidad y en artes gráficas. Hoy, por ejemplo, llevamos aquí desde las siete de la mañana. Las tardes las reservo a la lectura, a conectar de otra manera con la pintura. Yo he enloquecido con la pintura y ¡aún sigo! Y cuando uno sigue después de 50 años es que está obsesionado. Ayer leía una entrevista que le hicieron a Elena Asins y, aunque hemos sido dos estilos de artistas diferentes en concepto y obra, me identifico con ella. Hemos trabajado en soledad y sabido que la falta de continuidad es una interferencia. Para dedicarte de pleno al arte tienes que estar sola.

Carmen Calvo: 'Queridas mías', 2020. Colección de la artista

Carmen Calvo: 'Queridas mías', 2020. Colección de la artista

P. ¿Son sus cuadros producto de sus obsesiones?

R. Si, totalmente. Puede haber cambios en los materiales o en la composición, ahora por ejemplo estoy volviendo al barro, pero de otra manera, no me repito, sino que reinterpreto, pero todo forma parte del mismo proyecto. Yo no sigo las modas, no me interesan. Me gusta la escultura, por eso trabajo con el volumen y el dibujo, sobre todo, ahora hago menos fotografía, estoy más con la imagen pura. Yo no soy de puesta en escena, no soy trascendental… pero creo que mi trabajo sí lo es. Mi obra habla más de la tragedia.

P. ¿Cómo fueron sus inicios?

R. Pues ahora que estoy trabajando en el proceso de fotografiar toda mi obra para el catálogo razonado que va a publicar la Fundación Azcona, he encontrado dibujos que realicé con 12 años, doríforos, bodegones, naturalezas muertas… y ¡dibujaba mejor que ahora! [risas] Empecé muy jovencita en la Escuela de Artes y Oficios, hice Publicidad y luego Bellas Artes, aunque no lo acabé porque me parecía muy rancio, si bien es verdad que ha habido cosas que me han servido mucho.

“Ni Picasso, ni Miró, Hago collages por mi madre. Ella me enseñó a dar una nueva vida a cosas inservibles”

P. ¿Dónde encuentra las imágenes de las que se sirve?

R. En la observación. La observación directa es la que te lleva a la creación; por eso para mí es fundamental la continuidad. Nunca puedo dejar un proyecto a medias, si lo dejo pierdo la esencia.

P. ¿Qué le inspira?

R. ¡La vida! (risas). Es que yo no uso metáforas porque la vida es una gran metáfora. El contacto con la gente, la comunicación, volver a compartir charlas, tiempo juntos. Las cartas, por ejemplo, que utilizo en mis dibujos, porque era un modo muy bonito de comunicarse. También la poesía. La poesía cada día me gusta más.

Carmen Calvo: 'Demasiado sutil para intuir', 2021

Carmen Calvo: 'Demasiado sutil para intuir', 2021

P. ¿Cómo ha cambiado el sector del arte en este tiempo?

R. En el tema de la mujer un 100%. Ya no somos aquellas señoras casposas de los 60.

P. ¿Se sintió discriminada en sus comienzos?

R. Bueno, puedo seguir sintiéndome discriminada, ¿eh? La verdad es que sí, mucho. Habría mucho que contar, pero de ahí nace mi insistencia por ir a contracorriente sin hacer concesiones. Uno tiene que hacer lo que uno cree. No hay más. Pero la discriminación aún existe, no solo en la creación, también en la gestión. Yo he tenido la suerte de tener una familia que me ha apoyado muchísimo, cuesta mucho trabajar desde la soledad del corredor de fondo… Todo eso en la mujer es complicado, desvincularte de muchas cosas… hasta de la familia. Yo solo guardo imágenes de gente que me ha ayudado, entre ellas mi madre. De hecho, hago collages por ella. Pues fue ella quien me enseñó a tomar cosas inservibles y darles una nueva vida, ni Picasso, ni Miró, eso lo veía yo en mi casa.

P. ¿Es entonces cuando decidió dedicarse a la pintura?

R. Bueno yo aún me levanto cada mañana sin una idea clara de lo que quiero hacer y lo que quiero ser. Te vas metiendo poco a poco en esto y vas afianzándote, si no me dedicara a la pintura me aburriría, me moriría, no podría dedicarme a otra cosa. Lo decidió la vida cuando la pintura se convirtió en una obsesión porque si no hay obsesión no puedes continuar. Con la edad que tengo, 72 años, me preguntan que cuándo me jubilo. A un hombre esto nunca se lo preguntan. ¡Aunque sea por ir a la contra voy a continuar!

P. ¿Cuál fue el evento que hizo despegar su carrera?

R. París. Yo viví en París nueve años y allí fue el despegue, no de mi carrera, sino de mi proyecto. Todo lo que estoy haciendo deriva de aquel momento. Es muy importante salir aunque no tengas una perra. Cuando volví a España es cuando me salió una galería de allí. Iba a todas las exposiciones, al Pompidou, a las librerías donde me pasabas horas porque no tenía dinero para comprarme un catálogo, pero lo veía todo, y ese es el momento clave.

P. ¿Vende muchos cuadros?

R. No, no vendo mucho. Mis cosas aún cuestan y eso me gusta. Sin embargo, me siento muy querida. Me conformo con muy poco, también puedo decir que este estudio y mi casa me lo han dado “estas cosas del querer”, es decir, mi trabajo. Soy afortunada.

P. ¿Se identifica con la etiqueta “artista de la memoria”?

R. La verdad es que no. Yo creo que todas las artes hablan desde la memoria, hasta los más jóvenes trabajan desde ahí. Desde Giotto a Louise Bourgeois, como ese proyecto en que ella sale a la calle con un traje de tetas, ahí está una venus del Paleolítico y eso también es memoria. Yo nunca miro al pasado. Los tiempos pasados no deben volver.

P. ¿Qué es lo que le motiva a seguir trabajando?

R. Seguir con las obsesiones. Yo siempre estoy conectada con mi trabajo, vengo todos los días al estudio, aunque sea a regar las plantas.

P. ¿Qué proyectos tiene para el futuro?

R. Como he dicho, soy muy supersticiosa, hasta hace unas semanas no contaba ni lo del IVAM porque al final todo está en el aire. Pero tengo mucha ilusión y muchos nervios que me hacen seguir adelante, sino ¿para qué?