El Ullens Center for Contemporary Art de la capital de China se ha convertido en uno de los centros más activos de Asia. Una gran exposición dedicada a Mona Hatoum así lo atestigua.

Dirigido por el francés Jérôme Sans, ex fundador y director del Palais de Tokio, el Ullens Center nació hace apenas dos años con la intención de convertirse en referente del arte contemporáneo en Asia con una política expositiva que hasta ahora ha venido alternando proyectos de figuras locales e internacionales. Mona Hatoum es una de las segundas y esta exposición, titulada Measures of Entanglement incluye buena parte de sus mejores obras entre instalaciones, videos y obra sobre papel. No duden de la categoría de esta muestra. El comisario, David Spalding, ha seleccionado trabajos de instalación realizados a partir de 2006 y un conjunto de vídeos y obras sobre papel de todas las épocas de la artista.

Nacida en Beirut en 1952, Hatoum comenzó a trabajar en el campo de la performance en los años ochenta realizando acciones con su cuerpo como principal soporte. Más adelante se adentró en el territorio de la instalación y es ahí desde donde se dio a conocer con trabajos de fuerte contenido político que atraían y provocaban repulsa a un tiempo. Su quehacer ahonda en lo cotidiano y toma prestadas algunas de las premisas del minimalismo para subvertirlas a partir de un ácido y a menudo perverso sentido del humor. Su trabajo pudo verse en España en el año 2002 de la mano del entonces llamado CASA de Salamanca (hoy DA2) en una muestra a partir de la cual la institución salmantina se hizo con uno de sus trabajos más reconocidos, relacionado con el pasado carcelario del edificio, y ha participado en muchas de las citas más importantes del circuito internacional del arte contemporáneo como las bienales de Venecia y Sydney, la Documenta. Entre sus exposiciones institucionales destacan la del Pompidou, el New Museum of Contemporáry Art de Nueva York, el Castello di Rivoli de Turín o la Tate Britain londinense.

La idea de Jérôme Sans es que los grandes artistas internacionales traigan a China sus interpretaciones sobre ideas globalizadas que puedan compartir con las audiencias asiáticas y fundamentalmente chinas. Mona Hatoum será la artista que abra el camino, una buena piedra de toque si reconocemos en el trabajo de la libanesa residente en Londres, la carga de profundidad que imprime a conceptos como la transitoriedad o la otredad, tan arraigados en la práctica totalidad de las culturas globales. Así, uno de los primeros trabajos a los que se enfrentará el visitante será una gran malla de esferas de vidrio que puede resultar inicialmente sugerente a los ojos de muchos pero que se torna en una inquietante tela de araña de la que no nos será fácil zafarnos. Siguiendo esa línea de perversión del minimalismo, Hatoum introduce una narrativa de claro contenido violento en trabajos de formalismo sucinto en trabajos que a veces recuerdan a aquellos del surafricano Kendell Geers (que, precisamente, acabamos de ver también en el DA2 de Salamanca). El espectador pronto comprenderá las intenciones de la artista pues ésta quiere seducir al espectador desde la experiencia física para más tarde atraparlo en una intensa aventura conceptual. Porque de un modo revelador, Mona Hatoum afirma querer "operar en diferentes niveles, sensuales e intelectuales. El significado, las connotaciones y las asociaciones esperan después de la experiencia física inicial".