Image: Natalia Dicenta

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El Cultural

Natalia Dicenta

"No soy sólo cantante o sólo actriz, soy ambas cosas"

22 marzo, 2016 01:00

Natalia Dicenta

La cantante y actriz ofrece esta noche y mañana a las 21 h en la Sala Galileo Galilei de Madrid, dos conciertos de jazz junto al José Manuel Villacañas Trio.

Actriz de televisión, cine, teatro... y también cantante. La carrera musical de Natalia Dicenta (Madrid, 1962) ha ido en ascenso continuo desde que decidió subirse a un escenario a finales de los noventa en el programa de televisión Lo tuyo es puro teatro de La 2. La aceptación y el aplauso del público ha sido siempre unánime y Colours, su único disco hasta la fecha, editado en 2013, ha sido un éxito que le ha permitido inaugurar la edición de 2014 del Festival de Jazz de Getxo, "todo un alegrón". Dotes interpretativas no le faltan y cualidades vocales para el jazz tampoco ya que posee una voz sugerente con una impecable técnica y llena de matices. Esta noche a las 21 h ofrece un concierto en la Sala Galileo Galilei, donde actuará mañana a la misma hora, acompañada del José Manuel Villacañas Trio, compuesto por José Manuel Villacañas al piano, Reinier Elizarde, "El Negrón" , al contrabajo, y Antonio Calero a la batería. "Siempre planteo mis conciertos como un viaje. Vamos a disfrutar mucho, a relajarnos y a pasarlo bien, porque ya bastante arde fuera, como para no disfrutar de la buena música", advierte.

Pregunta.-Lleva muchos años compaginando su carrera de actriz con la de cantante, ¿cuándo nace ese interés por la música?
Respuesta.- Pues la verdad no lo recuerdo, porque viene de cuando yo era muy pequeña. Mi casa siempre ha sido una casa muy musical y ecléctica, desde los tangos que mi abuelo le cantaba a mi abuela, las zarzuelas que mi abuela me cantaba a mí para quitarme las rabietas cuando era pequeña... Mis padres cuando eran novios iban siempre a los dos locales de jazz que había en Madrid, así que de ahí viene, supongo, mi amor por el jazz.

P.- ¿Es un amor incondicional?
R.- Totalmente. Los primeros discos que tengo de jazz en mi casa son unos que trajo mi padre de Estados Unidos, unos LP fabulosos. El enamoramiento por el jazz me vino desde muy jovencita. Hay muchos estilos, pero yo me enamoré del jazz, de esa libertad, de esa imaginación a la hora de recrear la melodía y a la hora de hacer coros y más coros, de aquellas voces, de las grandes composiciones...

P.- A lo largo de su carrera ha ido alternando momentos más activos musicalmente con otros más centrados en la interpretación, ¿cómo se compagina la carrera de actriz con la de cantante?
R.- Pues es complicado. No soy sólo cantante o sólo actriz, soy ambas cosas. Desde el momento en el que llevo la música a mi vida y empiezo a desarrollar mi carrera como cantante a finales de los 90, la Natalia actriz sigue trabajando y haciendo funciones de teatro e incluso series de televisión. Hay que procurar compaginar y a veces se ha podido mejor y a veces peor. Pero para mí se ha convertido en algo natural. Por ejemplo en 2014 me dediqué principalmente a la música. Había presentado mi disco, Colours, en noviembre de 2013, y me pasé todo el año 14 yendo a festivales, conciertos, aunque a la vez estaba haciendo una obra de teatro, Última edición. Lo que yo hago es comunicarme con la gente. Puedo hacerlo en teatro o televisión, a través de la palabra, pero también a través de la música, comunicar emociones de varias formas... La música ocupa otro umbral de sensibilidad. Cuando las palabras se acaban o se quedan pequeñas para describir algo profundo, ahí está la música que describe perfectamente lo que sentimos y hace el alma volar.

P.- Pudimos ver esa mezcla de cantante y actriz cuando interpretó a Judy Garland en la obra Al final del arcoíris, ¿no le apetece volver a combinar canto e interpretación?
R.- Por supuesto que me gustaría. Lo que ocurrió con esa función es que se fusionaban las dos facetas y, por fin, pude hacer todo lo que sabía hacer, cantar bailar, interpretar... era una gozada. Por junto o por separado son los dones que yo tengo, y quiero seguir aprovechándolos para seguir comunicándome con la gente.

P.- Poco después salió su disco Colours, que fue una sorpresa y un éxito.
R.- Colours fue una apuesta personal, la consecución de un sueño. Al poco tiempo de empezar a cantar, la gente siempre me preguntaba por mi disco y yo no tenía ninguno. Así que me decidí a hacerlo y grabamos en 2010, pero luego me puse a trabajar muchísimo precisamente con la obra de Judy Garland y estuve abducida por ella durante algo más de dos años. Por eso retrasamos la salida del disco hasta noviembre de 2013. Fue un trabajo hecho con muchísima meticulosidad y cuidado, con una selección de temas muy estudiada, y fue un poco mi carta de presentación. Hay un poco de todo: jazz, soul, r&b, boleros… Quise hacer un disco que fuera una selección de todo lo que había ofrecido durante años y estoy muy orgullosa. Además tuve la suerte de contar con músicos excepcionales como Jorge Pardo, Manuel Machado, Bob Sands, Marcelo Peralta, Vicente Borland...

P.- Escuchándole hablar parece que le apetece hacer otro ya, ¿no tenemos fecha?
R.- Fecha no, pero sí, ya toca. Creo que una vez abierta la puerta de las grabaciones no hay que dejar sólo una obra para la posteridad. Me apetece mucho volver a meterme en un estudio a grabar. Pero quiero escuchar mi alma a ver qué es lo que me apetece contar. Vivimos en un mundo tan ruidoso y saturado que los artistas necesitamos escuchar el silencio a ver cuál es nuestra necesidad de comunicar, qué es lo que queremos contar. Eso es lo que a mí me falta, tener eso momentos de retiro y silencio. Además, los discos tienen que hacer su recorrido. Hay gente que saca un disco al año o cada ocho meses y yo alucino, pienso qué barbaridad, qué velocidad, porque para mí fue un proceso lento, trabajoso, de mucho esfuerzo y reflexión, de mucho estudio y ensayo. Cada disco tiene que tener su vida, nacer e ir creciendo por festivales y conciertos. Ahora ya está el momento maduro para otro trabajo, para crear nuevas cosas.

P.- Convenzanos, ¿por qué hay que verla en la Sala Galileo?
R.- Porque os lo vais a pasar bomba. Mi concierto es como un viaje, me gusta mucho comunicarme con la gente. No cierro la cuarta pared, sino que la abro. Me gusta ir contándole a la gente lo que va a escuchar y meterlos en la atmósfera de cada tema. Es un concertó muy bien medido en cuanto a tempos. Arranca con un tema instrumental muy movido y después ya entro yo con algunos temas también cañeros para subir a la gente y predisponerla a disfrutar. Me gusta hacer una curva, y cuando la gente está arriba, meto una balada tranquila pero bellísima. También habrá boleros, bossa nova, temas de musicales teatrales adaptados al jazz, algo típico en los sesenta... Pasaremos por algunos de los grandes gigantes como Jerome Kern y Dorothy Fields, Duke Ellington, los hermanos Gershwin... Además, rindo un homenaje a Juan Claudio Cifuentes "Cifu", fallecido hace poco más de un año, el hombre que más sabía de jazz de este país y quien nos introdujo al jazz. Le encantaba venir a verme y creo que de algún modo siempre estará ahí.