
Fernando Alonso, sonriente en el GP de Japón de F1 2025
Esta es la última baza de Aston Martin a la que se aferra Alonso que, de momento, ve algo positivo en plena crisis
Una esperada mejora técnica alimenta la fe de Alonso y De la Rosa pese al estancamiento del equipo británico en 2025.
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Aston Martin atraviesa uno de sus momentos más delicados desde que Fernando Alonso aterrizara en el equipo en 2023.
El inicio de la temporada 2025 ha sido decepcionante y no sólo por la falta de resultados, sino también por la preocupante sensación de estancamiento respecto a la competencia.
Aun así, una pequeña llama de esperanza permanece encendida en Silverstone. Y esa luz tiene nombre: el nuevo túnel de viento.
Pedro Martínez de la Rosa, embajador del equipo británico, ha apuntado a esta instalación como la última esperanza para cambiar el rumbo de una escudería que, tras tres Grandes Premios disputados, apenas suma 10 puntos y ocupa la séptima posición en el campeonato.
Por detrás de Williams y Haas, y con Racing Bulls y Sauber pisándole los talones, la situación es insostenible para un equipo cuyo presupuesto e infraestructura invitan a mucho más.
Resultados discretos
La inversión que ha realizado Lawrence Stroll en los últimos años no tiene precedentes entre los equipos de zona media.
El flamante Campus Tecnológico, la contratación de talentos reconocidos como Andy Cowell, Enrico Cardile y el más que sonado acercamiento a Adrian Newey forman parte de una estrategia ambiciosa.
No obstante, la traducción en pista está muy lejos de lo esperado. Lejos de mostrar signos de progreso, el AMR25 ha arrancado el año siendo más lento que sus rivales directos y, en comparación con 2023 o 2024, no cuenta con el colchón de puntos que lo salvó en anteriores campañas.
Entonces, Fernando Alonso acumuló podios en el primer tercio del calendario, permitiendo maquillar la caída de rendimiento en la segunda mitad.
En este inicio de 2025, sin embargo, la desventaja es clara y tangible: sólo Sauber ha sido más lento que Aston Martin de forma consistente. Haas, que sufrió un desastre en Australia, ha sido mejor tanto en China como en Japón.
La realidad es que, sin una mejora significativa del monoplaza, el equipo británico corre el riesgo de descolgarse irremediablemente de los puntos.

Andy Cowell y Fernando Alonso, durante la pretemporada de Fórmula 1 2025 en Baréin
El túnel de viento
De la Rosa ha sido cauto al hablar de la nueva infraestructura, pero no ha escondido que en Aston Martin se aferran a ella como a un salvavidas.
El túnel de viento ya está operativo, aunque todavía no se ha podido probar una sola mejora real en pista desarrollada dentro del mismo. Eso, según el expiloto, marcará el punto de inflexión.
"Todavía no lo sabemos al 100 %, en el sentido de que el año pasado no es que hubiera una mala correlación, es que las mejoras que trajimos esperábamos que nos dieran bastante más tiempo por vuelta, y luego la realidad fue menor", explicó De la Rosa.
Este año, esperan que el túnel permita una correlación más precisa entre simulaciones y realidad.
De momento, las primeras piezas desarrolladas con esta herramienta no llegarán hasta el Gran Premio de Miami, previsto para el primer fin de semana de mayo.
Será entonces cuando el equipo podrá comprobar si, al fin, las mejoras tienen un impacto tangible en el rendimiento del coche.
"Tendremos que esperar un poco más, ser un poco más pacientes y esperar a que las mejoras se vayan introduciendo en pista para poder responderte mejor a la pregunta", concluyó el catalán.
Alonso y el cambio personal
Mientras tanto, Fernando Alonso sigue intentando rascar lo imposible a un coche que no está a la altura. En Japón, firmó un undécimo puesto que, visto lo visto, supone casi una heroicidad.
El asturiano no dudó en calificar la cita como "una de las mejores carreras" de su vida en cuanto a rendimiento personal.

Aston Martin pone en marcha el AMR25
"Hemos sacado el máximo del coche y un poco más", declaró Alonso, quien no tuvo reparos en describir la carrera como "totalmente anónima", pero con buen sabor de boca por el esfuerzo realizado.
El bicampeón mundial no cree que otro tipo de estrategia le hubiera dado acceso a los puntos: el coche, sencillamente, no tenía grip ni velocidad punta para competir.
"Estar undécimo es un pequeño milagro. El coche se ha sentido regular, no tenía grip", dijo el piloto español.
Reconoció que su parada en boxes no fue tanto una apuesta estratégica como un movimiento defensivo para evitar ser superado por Tsunoda. De haber caído al puesto 12 o 13, no habría podido remontar por la falta de velocidad en recta.
Pocas esperanzas hasta Miami
En Suzuka no hubo grandes oportunidades para destacar. Como él mismo recordó, "Suzuka es como Mónaco, todos queremos correr allí pero luego no hay adelantamientos".
Aun así, Alonso mantiene cierta fe en que el cambio llegue pronto, y pone su mira en Baréin, una cita que podría servir como nuevo banco de pruebas.
"Después de los test, siempre te quedas con la duda de qué habría pasado con un día más. Ahora, después de las tres primeras carreras, vamos a aprovechar los entrenos para probar cosas que quedaron en el aire en febrero", afirmó.
La intención de Alonso y del equipo es no rendirse a pesar del contexto adverso. Sabe que cualquier pequeño avance puede tener un impacto grande en la tabla, sobre todo si llega acompañado de algún incidente en carrera.
"Hoy casi le damos al palo, y no nos vamos a dar por vencidos", sentenció con rotundidad.
Expectativa contenida
En el paddock se da por hecho que Miami será la primera gran prueba del nuevo túnel de viento. Hasta entonces, Aston Martin debe limitar daños y mantener viva la esperanza de que las nuevas piezas funcionen como está previsto.
El calendario no da tregua: tras la gira asiática, vendrá un calendario comprimido en mayo y junio.

Aston Martin AMR25
Si el AMR25 no da un salto cualitativo con las actualizaciones, las posibilidades de revertir la tendencia podrían desaparecer. Para entonces, ni siquiera Alonso podrá seguir obrando milagros desde el volante.
La presión sobre los hombros de los ingenieros es mayúscula. Si el túnel de viento no ofrece resultados, toda la apuesta estratégica de Stroll podría quedar en entredicho.
Y eso incluiría el futuro de Fernando Alonso, que a sus 43 años no está dispuesto a seguir compitiendo en la irrelevancia.
En Silverstone queda una última bala. Y Alonso, pese a todo, todavía cree que puede dar en la diana.