El Villarreal hizo valer su oficio, y la calidad de sus jugadores, para imponerse a un peleón Real Valladolid que mereció un poco más, pero que no tuvo fortuna a la hora de encontrar la portería visitante y pagó cara su falta de acierto ante un potente rival que puso fin a su maleficio en las primeras jornadas ligueras.
El Villarreal jugaba con más comodidad, puesto que controlaba el balón, lo que impedía a los vallisoletanos bajar la guardia, pero no se veía ninguna jugada creativa, ni en un bando ni en otro, ni tampoco ritmo.
A los dos minutos de la reanudación, el senegalés Nicolas Jackson, uno de los productos de la cantera del 'submarino amarillo', supo aprovechar al máximo el monumental despiste de Joaquín, que no despejó el balón dentro del área local, sin percatarse de que el africano estaba a su lado, por lo que este pudo disparar a placer y subir el primer tanto al electrónico.
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"Pacheta" movió el banquillo, en busca de un revulsivo, y lo halló en Iván Sánchez, que no se lo pensó al disparar desde fuera del área, haciendo intervenir a Rulli para impedir el gol local y cuyo rechazo volvió a topar con el jugador, pero ese nuevo intento también fue despejado por el meta argentino.
Pero la ocasión más clara del Valladolid se produjo en el minuto 69, tras un gran centro de Iván Sánchez que, inexplicablemente, Gassama, a puerta vacía, remató fuera, ante la sorpresa de propios y extraños.
El que no falló fue Álex Baena, que aprovechó el pase del nigeriano Samu Chukwueze para disparar raso, pegado al palo de la portería, lo que anuló cualquier opción de Sergio Asenjo para poder actuar. No se conformó el canterano del Villarreal, que añadió un tercer gol, con un potente disparo desde la frontal del área que fue a parar a la escuadra contraria, ante el que tampoco pudo hacer nada el portero local, para establecer el definitivo 0-3.