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Santi Taura es uno de los chefs más influyentes de Mallorca. Conocido por su compromiso con la memoria culinaria de las Islas Baleares y su creatividad autodidacta, el cocinero abrió en 2016 el que ya es su proyecto más personal: Dins, un restaurante centrado en el recetario tradicional mallorquín.

Situado actualmente en el corazón histórico de Palma, Dins se ha convertido en un referente gastronómico de la isla. La clave es un menú degustación inspirado en recetas antiguas y productos locales, y una atmósfera íntima, con una barra para apenas diez comensales que favorece el diálogo directo con el chef.

El deseo de Santi Taura es contar historias a través de cada plato, rescatando elaboraciones documentadas en manuscritos históricos e incluso reinterpretando la cocina romana.

Santi Taura tras la barra de Dins

Parte del encanto de la experiencia Dins reside en los detalles, desde la vajilla artesanal creada por el propio chef, a una carta de vinos completa y diferente en la que tienen cabida más de 600 referencias.

Joan Arboix, sumiller del grupo Santi Taura, destaca en Dins una cuidada selección de vinos que combina tradición y modernidad. Vinos que reflejan el territorio, junto con referencias internacionales de alta gama, especialmente borgoñas y champanes, que enriquecen la experiencia gastronómica.

Su conocimiento profundo permite lograr maridajes precisos que realzan cada plato, potenciando la filosofía del chef. Un viaje sensorial que armoniza memoria, paisaje y cultura en cada copa, con parada obligada en un vino elaborado por el propio Joan Arboix.

“Arboix 2022 no nació como una marca, ni como parte de un plan de negocio. Nació como una conversación, como un juego entre tres amigos que decidieron hacer vino para hacer terapia”, explica Arboix.

Joan Arboix, sumiller de Dins

Bajo la batuta del sumiller, este tinto ecológico es el reflejo de una historia que se bebe a sorbos, con un carácter que respira el territorio mallorquín y un espíritu libre, auténtico y genuino.

Elaborado con mantonegro, escursac, fogoneu y esperó de gall, provenientes de viñas en espaldera plantadas entre el 2000 y 2010 en el corazón del Raiguer, en municipios como Consell, Santa María y Binissalem, el vino revela taninos finos, textura delicada y aromas complejos.

La crianza de 12 meses en una barrica de roble francés de segundo uso y un año añadido en depósito preservan la frescura y el perfil sutil típico de estas variedades. “Es un vino muy especial, solamente se hizo una barrica de 500 litros, de la que surgieron 650 botellas de perfil suave, ligero, con una graduación alcohólica baja que lo hace aún más atractivo”, puntualiza Arboix.

Arboix 2022

El nombre del vino, además de aludir al apellido del creador, es un juego sonoro con la región francesa de Arbois, en el Jura, conocida por sus tintos antaño ignorados y hoy de culto. El guiño es intencionado, afirma el sumiller: “Arboix reivindica esa estética, pero en versión mallorquina, desde la honestidad y el apego al paisaje”.

Un vino con alma que se comparte entre amigos, en complicidad y silencio, como lo describe Joan Arboix: "Este vino no busca hacer ruido. Solo dejar una pequeña historia dentro de una botella".