En Vecinos, un pequeño municipio salmantino que apenas alcanza los 300 habitantes, se esconde uno de esos lugares que perviven el tiempo y que la gastronomía reserva a quienes se atreven a salirse de las rutas más trilladas.
Casa Pacheco se ha convertido en un lugar de peregrinaje para amantes de la cocina castellana con alma contemporánea entre los que se encuentra también Carlos Herrera, experto en seguirle la pista a las mejores casas.
El periodista radiofónico ha visitado recientemente este templo del cerdo ibérico al que ir, según reafirma “vale la pena muy mucho”.
El restaurante, considerado un "paraíso" por el sevillano, le ha conquistado con platos como su "croqueta primorosa, unas lentejas estofadas y un tartar de salchichón, entre otras cosas".
Herrera ha querido probar algunas de las elaboraciones que han dado reconocimiento al restaurante, y "alcanzar el éxtasis" con un sencillo plato de cuchara. Como acostumbra, ha dejado la pista inmortalizada en su muro de Instagram.
Un siglo de tradición y revolución femenina
La historia de Casa Pacheco se remonta a 1916, cuando los bisabuelos de José Antonio Benito levantaron un modesto negocio de tienda, bar y salón de baile. Hoy, más de cien años después, el restaurante sigue en manos de la familia, pero con una propuesta que ha sabido reinventarse sin perder su raíz.
Benito, cuarta generación al frente, ha llevado el local a la excelencia junto a su esposa, la cocinera Cristina Martín. El reconocimiento llegó en 2023 con la obtención de 1 Sol Repsol, un galardón que premia la fidelidad al producto, la cocina pausada y una filosofía que conjuga respeto por la tradición y frescura innovadora.
José Antonio Benito y Cristina Martín, al frente de Casa Pacheco.
Al talento y 15 años de experiencia de Cristina Martín se suma Sara Cámara, joven chef de Ledesma con un currículo que incluye estancias en templos como Akelarre o Rivas e imprime un aire ambicioso y creativo que complementa la memoria culinaria y el cuidado artesanal de la primera.
Su trabajo conjunto ha colocado a Vecinos en el radar gastronómico nacional. Cámara, reconocida como Mejor Cocinera de Castilla y León en 2023 y recientemente galardonada como Relevación Gastronómica por la Academia Castellana y Leonesa, representa la nueva generación que reivindica las materias primas de la región con un estilo propio.
El reino del cerdo ibérico (y algo más)
El alma del restaurante se condensa en una frase: el cerdo ibérico en toda su magnitud. Desde las chacinas de Joselito hasta platos tan sorprendentes como el steak tartar de salchichón ibérico con yema de huevo, la carta se erige en homenaje al producto estrella de Salamanca.
El tartar de salchichón ibérico de Casa Pacheco.
Pero Casa Pacheco no se limita a la carne. Hay mucha cocina y tradición en las mencionadas lentejas pardinas de León con papada glaseada, las verduritas con velouté de jamón, o el delicado pilpil de merluza. La de Martín y Cámara es un cocina versátil, atrevida y abierta al mar sin perder su anclaje en la tierra.
Las lentejas pardinas de Casa Pacheco.
El final dulce tiene también un sabor de legado: el flan de leche fresa y huevo, receta de la madre de Benito, es uno de esos postres capaces de detener el tiempo.
Una sala como museo
El comedor es un homenaje a la tauromaquia repleto de fotografías, un traje de luces de Julio Robles y piezas de taxidermia componen un entorno singular que acompaña la experiencia.
Al frente de la bodega, la sumiller Silvia Gaspar custodia lo que ella misma define como un museo. La carta de vinos, con más de un centenar de referencias cuidadosamente seleccionadas, abarca desde pequeñas joyas de Arribes del Duero hasta blancos singulares de Toledo, pasando por tintos de la Sierra de Cantabria.
Este enclave del Campo de Salamanca se ha ganado un lugar en el mapa como ese lugar que nació como casa de comidas familiar y hoy es un restaurante de culto donde la tradición se entrelaza con la modernidad de la que también ha sido testigo Herrera.
