Ibiza, Menorca, Mallorca... y Formentera. La pequeña de las Pitiusas también merece una visita en este verano nacional. ¿Qué nos espera allí? Una isla de la que muchos dicen que es el verdadero paraíso, que vive a ritmo tranquilo, que solo es accesible por mar y que se recorre cómodamente en bicicleta o en moto.

Los griegos la llamaron Ophiusa, los romanos Frumentaria, o isla del trigo, dado que era de las pocas cosas que se podía cultivar en sus tierras áridas. Más tarde la llamaron la isla de las mujeres, porque los hombres de allí se vieron obligados a abandonar la isla en busca de un salario y pan que llevar a casa. Más allá de aquellas vicisitudes, Formentera ahora es uno de los destinos más deseados. Y no es de extrañar, porque sus playas de un azul inimaginable gracias a la acción de la Posidonia o sus playas de arena blanca, como Illetes, cala Saona o es Caló d'es Mort, son difíciles de igualar.

Por si fuera poco, la isla goza de una gastronomía propia. Atrás quedaron aquellas noticias de chiringuitos donde clavaban al comensal con precios más que desorbitados. Aquí no te hablaremos de ellos, porque no es necesario dejarse el suelo para disfrutar de la gastronomía de la isla. Desde clásicos, a novedades de tremenda actualidad. Estos son los restaurantes donde disfrutar de la isla tranquila.

Los clásicos de siempre, una apuesta que nunca falla

Arrancamos en sus clásicos, en aquellos que se han ido consagrando como imprescindibles en la isla. Uno de ellos es Can Rafalet, a orillas de mar en el pueblo de Sant Agustí. Aquí no hay estridencias, solo cocina casera con verdadera pasión por el mar.

Can Rafalet

Tradición y una brillante trayectoria que se plasma en platos como la ensalada payesa, con peix sec, uno de los ingredientes más típicos de la isla o una suculenta fritá de pulpo. De segundo, pescado de Formentera al horno o la tradicional langosta de Formentera, que pueden preparar frita o a la plancha y acompañan de ajos, patatas y huevos fritos. 

Paella de marisco Can Rafalet

En la playa de Ses Illetes se alza Es Molí de Sal. Lo que fuera un antiguo molino de la industria salinera de Formentera, hoy es otro de los restaurantes que no hay que perderse. Nunca fallan. Con vistas a las aguas azules de la playa, se disfruta de arroces, pescados y platos emblema de la casa como la caldereta de langosta o el bullit de peix.

Es Molí de Sal

Si hay un plato que identifique la cocina de la isla, esa es la cazuela de langosta o bogavante, con huevos fritos y patatas. Y hay varios restaurantes donde es emblema, como en Vogamarí, un restaurante de cocina tradicional en las manos de Toni Mayans, chef con más de 30 años de trayectoria a los fogones del espacio, así como en Es Caló o en el Restaurant Sol, ubicado en cala Saona.

Es Caló

Pero no solo de cocina local vive la isla. También tiene espacios donde triunfa otro tipo de cocina, que merece la pena visitar. Uno de ellos es Casbah, el restaurante de hotel boutique rodeado de pinos y sabinas. La cocina a cargo de Martina Cacheiro Alonso, gallega de nacimiento, propone una carta a caballo entre ingredientes mediterráneos y guiños a la cocina gallega.

Casbah

Otro que es prácticamente una institución para comer en la isla. Chezz Gerdi, se encuentra al final de la zona de Es Pujols. Su furgoneta con el letrero de Formentera es de lo más fotografiado de la isla y practican cocina italiana con fundamento. Además de tener un horno para pizzas, sirven otros platos imprescindibles como los botones de pasta rellenos de gorgonzola, uva, piñones y foie y un carpaccio de ternera con Idiazábal y pistacho, que según cuentan enamoró al mismísimo Johnny Depp en su última visita.

Los grandes nombres llegan a la isla

Si hay una figura enamorada de la isla, esa ha sido la de Nandu Jubany. Cataluña, Andorra y hasta Singapur, pero él soñaba con las Pitiusas. Tanto que le llevó, hace ya seis años, a establecerse allí con el primero de sus restaurantes, Can Carlitos, que en 2020, pasaba a ser exclusivamente del chef. Emplazado en el Puerto de La Sabina, es una de las primeras cosas que se encuentra uno al llegar a la isla.

Can Carlitos

Desde su terraza se disfruta del atardecer y vistas privilegiadas a Es Vedrá, pero también de una firme apuesta por la cocina, a medio caballo entre lo tradicional de la isla y la creatividad del chef. Unas gambitas de Ses Illes fritas, croquetas caseras, su particular versión de los fish and chips o la paella de langosta de Formentera, son algunas sugerencias con las que es imposible fallar.

Cocina Can Carlitos

Por si fuera poco, el año pasado estrenaba nueva sede, Es Còdol Foradat. Como te contamos en Cocinillas, este era un restaurante de toda la vida en la playa de Migjorn. Los dueños querían traspasarlo, pero no querían que acabase convertido en un restaurante de temporada, que solo buscase lucrarse los meses de verano, como ocurre con muchos otros. 

Es Còdol Foradat

Tras 30 años abiertos y dos generaciones al frente, Jubany recogió el testigo. En el plato, cocina isleña, de todas las Baleares y Formentera en particular. Desde ensalada payesa o tomates de Formentera con higos, burrata y rúcula, hasta frito de langosta de Formentera con patatas, pebrera y huevo frito. Nada tiene desperdicio en su interesantísimo menú.

Casa Pacha Formentera

Este año hay otro chef que desembarca en la isla. Pau Barba, viejo conocido, que hasta ahora oficiaba en Can Domo y ha fichado como chef ejecutivo del Grupo Pacha. Y su cocina se puede probar en Casa Pacha, un hotel boutique de tan solo 14 habitaciones, a pie de playa en Es Caló, que respira Mediterráneo por los cuatro costados. En el menú desde unas espardenyas al ajillo con huevos y alcachofas, hasta un arroz de bogavante, pasando por producto como un tartar de gamba con caviar y ostras o una fritá de pulpo. 

Las últimas aperturas y novedades 

¿Qué llevó al CEO de Vintae a abrir un chiringuito en la isla? La pasión por la misma. Richi Arambarri llevaba años enamorado de Formentera y pensó que este era un buen momento para devolverle todo lo que la isla le había dado. Así materializó, junto a un grupo de amigos, Fandango Formentera, ubicado a pie de playa en Es Pujols. 

Arroz seco rojo de carabineros - Fandango

Se trata de un restaurante con alma de chiringuito, donde apuestan por la cocina tradicional formenterana, con una oferta centrada en pescados y arroces como estandarte. 

Terraza Ca Na Joana

Otros de los que acaban de llegar a la isla son el grupo Mr.Ito. Cogen el testigo de la cocina en Ca Na Joana, una de las casas más antiguas de Formentera, que antes ocupaba Espai Kru. Asentados ya con la cocina en Alma Beach Club en Ibiza, dieron el salto a la Pitiusa con su cocina japo-fusión, en la que no faltan guiños a la isla en platos como su ensaladilla japo-mediterránea de king crab o un nigiri de vieira y sobrasada de mariscos.