Hace ya más de dos años que te hablamos de un restaurante que volvía a elevar el pollo asado al máximo nivel. Se llamaba Asador Limbo y todo este tiempo después, sigue conquistando a todo el que lo visita. Buen rollo, pollo asado al horno de carbón, platos sabrosos, precios comedidos... Lo tenía todo para triunfar. 

Pues bien, el Grupo La Musa, abre nueva sede de este primero y lo bautiza como Limbo Player Two, un nuevo jugador en la zona del Bernabéu. Al frente sigue el exitoso Javier Brichetto, al que ya conocimos en el primer local de Limbo y al que seguimos fervientemente en Piantao, su restaurante más personal, donde la brasa y las carnes también son protagonistas. 

Limbo Player Two, nuevo peregrinaje gastronómico en la zona norte de Madrid

En un año especialmente complicado para la hostelería, todavía quedan muchos valientes que se lanzan a la piscina y abren nuevos restaurantes. Es el caso del Grupo La Musa, que en la zona del Santiago Bernabéu, abre un localazo con terraza, con una carta pensada para disfrutones.

Nada menos que 500 m2 son los que ocupa este nuevo Limbo Player Two. En un local de estética industrial, uno puede disrutar de una comida o cena en un ambiente distendido con homenajes y pequeños guiños al pollo, presidido por grandes hornos de carbón de leña, donde se prepara la estrella indiscutible de la casa. Cabe mencionar su extensa terraza, muy demandada en estos tiempos de COVID, que se inserta en una estructura de cristal y madera en una plaza muy tranquila. 

La carta de Limbo Player Two

Muchos quizás piensen, ¿de verdad vale la pena salir de casa para comer pollo asado? Rotundamente, sí. Precisamente en eso reside su genialidad, en que de un plato que cualquiera puede preparar en casa, saca todo un hito gastronómico. ¿El 'culpable'? El argentino Javier Brichetto, que no conforme con hacernos delirar con el primer Asador Limbo y Piantao, se pone al frente de la carta de esta novedad. 

La apuesta en Asador Limbo era por el menos es más. Con una carta sencilla y bien planteada, con apenas cuatro entrantes y cinco principales, sentó las bases de que no hacía falta una carta extensa para triunfar. El eje del restaurante sigue siendo el fuego, las brasas de carbón y un gran horno de hierro, donde los pollos giran hasta alcanzar su punto óptimo de cocción y en el que además, se asan carnes y demás verduras de su carta. 

Aquí va un paso más allá y añade novedades al restaurante, haciéndolo todavía más interesante. A sus ya buenísimas croquetas de jamón y pollo o al siempre apetecible provolone con pimientos asados y aceite de orégano, suma nuevos platos no menos interesantes. Desde un springroll de pollo con romesco de avellanas, hasta una ensalada de col china con un suave hummus de aguacate, salsa de eneldo y pipas de calabaza. Y es una ensalada para enmarcar, fresca y sabrosa, con una muy buena utilización de las hierbas y la cremosidad del hummus. 

Otro imprescindible entre los nuevos entrantes es la berenjena, que preparan a la brasa, dejándola perfectamente cocinada y con un buen sabor ahumado, sobre queso labneh, sésamo, pistachos y hierbas aromáticas que te hacen viajar desde la mesa. 

Por supuesto, entre los principales es casi obligatorio pedir su pollo asado, estrella del lugar. Lo sirven tanto en mitades, como entero, para adaptarlo a la comanda y así poder probar más cosas. La peculiaridad de este pollo es que lo marinan con ají panca y chipotle durante 48 horas, para después asarlo lentamente al carbón. El resultado es un pollo súper jugoso, con la piel incluso crujiente y un sabor memorable, que aunque no necesita más que su propio caldo, se puede acompañar con su salsa barbacoa o con chimichurri casero.

También están aquí otros éxitos de Asador Limbo como el sándwich de brisket, la hamburguesa Romualda o las costillas de cerdo. Para preparlas, las bañan con una salsa BBQ Jack Daniels y las ahúman durante 7 horas, consiguiendo que prácticamente se deshagan en boca. También hay novedades. Una de las más interesantes es una milanesa de ternera, que preparan como ellos mismos dicen 'a la pizza'. Sobre el suculento filete, añaden mozzarella, pimientos al rescoldo, aceitunas y tomate. 

¿Con qué acompañar a los principales? Con propuestas tan atractivas como tomates a la brasa, una ensalada de judías verdes con aliño thai de sweet chili o con una patata de feria, rellena de queso ricota y parmesano, que hará las delicias de los que la prueben. 

Los postres son golosos y muy reseñables. Desde la tarta de queso se prepara con brie y se acompaña de galleta de mantequilla, hasta el banoffee con toffee y nata montada de vainilla, sin olvidarnos de su ya icónica mug cake de chocolate y almendra.

Toda esta propuesta se puede disfrutar bien a la carta, o con un menú del día, que de lunas a viernes, por 15,50 € va alternando con diferentes platos, para ofrecer un primero, segundo, bebida, pan y postre o café. 

Además de poder pedir vinos por copas o su cerveza artesana como maridaje, otra de las novedades de Limbo Player Two, es su apuesta por la coctelería, desde tragos clásicos como el Bloody Mary, hasta combinados que preparan con sus propios destilados. 

¡Larga vida al pollo asado!