Los hermanos Sandoval estaban a punto de inaugurar Coquetto Bar cuando el estado de alarma decretado por el Gobierno obligó al cierre de la hostelería. La inauguración tuvo que posponerse, pero los tres hermanos no tardaron tiempo en ponerse manos a la obra para colaborar en las cocinas solidarias que durante la etapa más dura de la pandemia han estado ayudando a aquellos que más lo necesitan.

Ahora, recién estrenada la ya conocida como nueva normalidad tras estos meses de parón obligado, Mario, Diego y Rafael Sandoval han inaugurado los fogones y abierto las puertas de Coquetto Bar, su nuevo enclave de visita obligada para los amantes de la mejor gastronomía, con la misma ilusión de siempre y dispuestos a crear experiencias inolvidables a medida.

En esta nueva etapa, en la que se han adoptado las máximas garantías de seguridad, tanto para los comensales como para los miembros de su plantilla, los hermanos Sandoval vuelven a formar el mejor y más sólido equipo con el objetivo de reflejar en cada uno de los platos de ambos restaurantes su “cocina de la memoria”, esa que evoca la cocina esencial que desde pequeños les ha acompañado en casa, creando un sugerente viaje gastronómico que gira en torno a tres pilares clave: la bodega, la cocina y la sala.

Coquetto Bar también a domicilio

Coquetto Bar nace, además, con su propio servicio de delivery, CoquettoGo, para llevar su cocina a casa de una forma muy especializada y con las mejores garantías de calidad que ya funciona desde hace unas semanas.

Este nuevo local se presenta como un concepto independiente, con carácter y respetuoso con la herencia de Coque. En el bar - restaurante, que propone una cocina honesta, seductora y versátil, capaz de estimular al comensal invitándole a conectar de una manera más profunda con el producto natural. 

Con esta apertura, los hermanos Sandoval vuelven a sus orígenes y por ello en todo el proyecto se siente el ADN de Coque, la casa madre. Desde sus fogones y su horno de leña de encina, Coquetto Bar hace un homenaje a la cocina de interior, con una carta en la que el producto es el gran protagonista y seduce por su sencillez con platos como los guisos, los escabeches o las elaboraciones a la brasa. En ella, además, se observan reminiscencias de la cocina propia de la familia Sandoval y se rescatan recetas de su memoria. En su propuesta gastronómica el origen, la temporada y la procedencia de cada producto marcan la diferencia. 

Mario Sanvodal destaca que “a lo largo de todos estos años de trayectoria, siempre hemos buscado dar lo mejor de nosotros mismos a aquellas personas que nos eligen y nos regalan su tiempo para conocer nuestra propuesta gastronómica. Ahora más que nunca, esta máxima tiene toda su razón de ser. Desde pequeños en casa nos inculcaron que servir a los demás era una bonita forma de ser feliz. En esta nueva etapa con Coquetto Bar, queremos cuidar, emocionar y hacer sentirse como en casa a todos nuestros visitantes”, toda una declaración de intenciones que permite descubrir una pequeña parte de lo que espera al otro lado de la puerta de esta casa de los hermanos Sandoval.