Hace poco una amiga que se disponía a realizar su primer viaje a Japón me preguntaba si realmente merecía la pena gastarse unos 300€ en ir a comer a un restaurante de sushi top en Tokio.

Mi respuesta corta fue que no. Pero vamos con la respuesta desarrollada. Mi opinión ha cambiado desde la primera vez que fui a Japón porque entonces pensé que sí merecía la pena, y ahora ya no lo creo.

¿Qué ha cambiado? Que he viajado más por Japón y he conocido otras cosas. La solución a este dilema es más fácil de lo que parece: Disfruta de la excelencia en el mejor restaurante de sushi de Japón en Kanazawa por menos de la mitad y gástate el resto en una comida kaiseki en Kioto.

De este modo, por el mismo precio (o posiblemente menos) probarás el mejor sushi de tu vida y descubrirás una experiencia gastronómica tan increíble como la kaiseki. Todos (menos el del sushi de Tokio) salen ganando.

Qué es la cocina kaiseki

Sushi y encurtidos en Gion Shirakawa Namisato (Kioto)

La cocina kaiseki es una comida basada en muchos platos diferentes que forman una secuencia compuesta por varios ingredientes y técnicas. Se cree que la nouvelle cuisine y los menús degustación modernos están inspirados en estos conceptos del kaiseki.

Aunque el origen del kaiseki poco tenga que ver con lo que conocemos hoy en día, actualmente se considera que el kaiseki es un tipo de arte culinario que busca el equilibrio entre el sabor, la textura, el aspecto y los colores de la comida.

Trucha en Gion Shirakawa Namisato (Kioto)

Para conseguirlo se emplean ingredientes de temporada que se preparan con técnicas que potenciarán todos estos elementos.

El mismo cuidado que con la elaboración y preparación se tiene a la hora de presentar, creando auténticas obras de arte que potencian la apariencia del plato. 

Menú kaiseki de Gion Shirakawa Namisato

Tempura en Gion Shirakawa Namisato (Kioto)

La experiencia de este restaurante es fabulosa, tanto por la comida kaiseki como por su increíble ubicación. Situado en Gion, uno de los barrios más bonitos de Kioto, el espacio abierto de su salón acaba en un enorme ventanal que da al canal, con unos cerezos que durante el sakura resplandecen con sus flores.

Aquí no tenemos opción para elegir, solo hay un menú kaiseki compuesto de muchos platos pequeños que incluyen variados productos elaborados con diferentes técnicas de cocina.

Sashimi en Gion Shirakawa Namisato (Kioto)

Todo está medido al detalle, cada plato es una pequeña obra de arte, y no solo se degusta con el sabor de las elaboraciones, sino con el aspecto visual, el colorido y los olores. Comer kaiseki se convierte en una experiencia para todos los sentidos.

Encurtidos, sopa de anguila ahumada, sashimi, verduras en tempura o trucha frita son algunos de los platos que se nos presentan en un ambiente pulcro y elegante. Una experiencia única que ensalza el producto y la técnica, sin duda algo que cualquier amante de la gastronomía tiene que conocer.

Postres en Gion Shirakawa Namisato (Kioto)

Este menú no sigue un orden cualquiera, y es que la cocina kaiseki tiene una secuencia muy marcada: entrante, primer plato principal que marca la estacionalidad del producto, vegetales con carne o tofu hechos al vapor por separado, una sopa, un alimento a la brasa... y así hasta completar el orden del kaiseki, un concepto totalmente japonés.

El precio del menú, como suele ocurrir siempre en Japón con este tipo de restaurantes, es más o menos la mitad en la hora del almuerzo que en la cena, y la diferencia, si es que existe, es mínima. De ahí que reservar para comer sea más difícil que para cenar.

Reservar en Gion Shirakawa Namisato no es demasiado difícil, pero tendremos que pedir a nuestro hotel que lo hagan por teléfono en nuestro nombre, ya que solo admiten reservas por este medio y en japonés.