Azurmendi es uno de los restaurantes españoles que encabezan listas de éxitos a lo largo de todo el mundo. Por unas cosas u otras todavía no había tenido oportunidad de visitarlo, y por fin he podido comer (y disfrutar) de esta experiencia.

Azurmendi es obra y creación del chef Eneko Atxa. Junto a la bodega y viñedos que lo rodean, abrió en 2005. Desde entonces todo han sido éxitos: estrellas, listas de los mejores restaurantes, premios, reconocimientos… pero sobre todo la influencia que ha tenido en cada persona que lo visita y en la cocina internacional.

Azurmendi no es solo sabor

No es posible entender Azurmendi sin conocer su historia y lo que hay detrás. Desde el compromiso con el entorno y la sostenibilidad (el propio edificio está construido con materiales reciclados y diseñado para aprovechar la luz solar y el agua pluvial), hasta el trabajo y trato con los productores locales, apoyando no solo el uso de su producto, sino promoviendo que el resto de los comercios de la zona también lo hagan.

Azurmendi es cocina vasca, tradición, producto y muchísima técnica. El trabajo en este último apartado es sobresaliente, y pocos restaurantes en el mundo ejecutan una cocina tan perfecta como la de Eneko Atxa en su restaurante. Pero detrás hay pasión, emoción y mucho sentido en cada plato.

El menú de Azurmendi es especialmente largo, una de las razones por las que recomendamos intentar disfrutarlo a la hora del almuerzo mejor que en la cena. Su longitud no es un aspecto negativo, es más, lo que llama la atención es el nivel que se mantiene bocado tras bocado cuando llegamos a superar los treinta. No es extraño que en restaurantes de esta categoría se flojee en algún momento, pero Eneko consigue mantenernos en un nivel de disfrute máximo durante todo el menú.

Este restaurante de las afueras de Bilbao no es solo sabor y paladar, todos nuestros sentidos se ven involucrados en una experiencia única y maravillosa. Aquí ese paseo por las diferentes estancias del restaurante no solo tiene sentido, sino que completa algo que de otra manera estaría cojo. Desde la subida por una carretera sin líneas dibujadas hasta la visita una vez terminada la comida a su invernadero, todo es parte de un todo, de una experiencia que no solo hace bailar al paladar.

La llegada, impacto visual con su precioso edificio, la entrada, donde los olores del jardín nos invaden, la continuación en la cocina, momento en el que el ruido se convierte en música para los oídos, el paso por la estancia previa a la sala, donde todos los sentidos se revolucionan impactados, y finalmente la sala, donde todo se calma, nos sentamos, y disfrutamos del resto que está por venir.

El vino es parte imprescindible de la experiencia, y el sumiller nos hará disfrutar con lo que más nos apetezca. Probar vinos de la zona elaborados en su propia bodega o viajar por el mundo con rarezas y conocer cosas nuevas, nosotros elegimos y Azurmendi pone a nuestra disposición. No es mala idea lanzarse a por la armonía de vinos, aunque debemos saber de antemano que es larga y es mucho vino. El que prefiera ir con más calma que pregunte y que se deje recomendar, hay soluciones para todo.

No hay que dejar pasar por alto la sala y su excelente servicio, siempre atento y simpático. Y lo que es imposible no mencionar es lo increíble que es que, junto a Felipe Barbancho, esté Charlotte Potteaux, una chica que, con solo 24 años, muchísimo trabajo y una profesionalidad extrema, ha alcanzado un puesto como este en un restaurante de este nivel. Y el mayor beneficiado es el comensal.

El precio de Azurmendi, ¿cuánto cuesta comer?

Aunque sea un poco frío cambiar de golpe a un aspecto como el dinero, es necesario hablar del precio de comer en Azurmendi, ya que se sitúa entre uno de los restaurantes con un precio más alto de España.

Azurmendi tiene dos menús que ofrecen diferentes experiencias gastronómicas, ambos por un precio de 220€. El precio de la armonía de vinos es de 127€. Es decir, dos personas con armonía costarían en torno a los 700€.

En mi opinión es incorrecto hablar de un precio caro, aunque sí es elevado. No lo considero caro porque merece completamente la pena, y cada euro está justificado. No hay más que vivirlo, ver el trabajo que hay detrás, la cantidad de gente que está trabajando en cada momento para ti (tanto en cocina como en sala) y el increíble resultado que se nos ofrece.

Hay muchos restaurantes en España por este precio, y desde luego pocos merecen tanto la pena como Azurmendi. Si estamos buscando darnos un homenaje y valorando un gasto como este, Azurmendi tiene que estar sin lugar a duda en nuestra lista de opciones.

Es imposible negar que es mucho dinero, pero es un dinero justificado. Peor es gastar 50€ es una comida horrible, eso sí es caro. La experiencia Azurmendi que Eneko Atxa ofrece merece cada euro gastado allí.

Dónde está Azurmendi

Azurmendi se sitúa en la localidad de Larrabetzu, a unos 20 minutos del centro de Bilbao. Se conecta con la ciudad a través de una autopista y está en medio de la montaña, por lo que es importante tener en cuenta que la única forma de llegar es con vehículo propio o taxi, no existe transporte público.

Importante el dato porque un taxi desde Azurmendi a Bilbao cuesta unos 30€, necesario en caso de que vayamos a beber vino, por lo que habrá que contar con otros 60€ de gasto para el transporte.

En caso de ir en taxi todo el mundo conoce el restaurante, no habrá problema para llegar, y si vamos en vehículo propio una vez cogemos la salida 25 de la N-637 simplemente tenemos que seguir los carteles que nos llevan al restaurante. Es difícil perderse.