¿Alguna vez se te han antojado unos huevos benedictinos a las seis de la tarde? ¿Y una tostada de aguacate para una cena temprana? ¿Desayunar por la tarde o merendar por la mañana? A nosotros también. Pero qué difícil es encontrar ciertos platos a determinadas horas del día. Muchos solo se sirven en desayunos o brunch los fines de semana. Por ello nace Adorado Bar, un lugar en el que puedes comer de todo y a todas horas.

Ficha y datos del restaurante Adorado

• Lo mejor: los pancakes de dulce de leche, el sándwich milanesa, las empanadas argentinas y la chocotarta.
• Dirección: Mesón de Paredes, 22. Madrid
• Horario: De Lu a Do de 9:00 a 21:00 horas.
• Reservas: En el 911 25 79 35.
• Precio: 15-20 euros.
• Nota: 4/5

Figúrate, es martes y tienes el día libre en el trabajo y te comerías un brunch completo para aprovechar tu día. No es fácil encontrarlo.

Hasta ahora. Directamente desde Argentina, donde cuentan con nueve locales exitosos, llega a Madrid Adorado, un concepto revolucionario en el que ya no tendrás que acomodarte a lo estipulado. Aquí el que mandas eres tú. Y sabemos que se va a convertir en el nuevo ‘place to be’ del centro de Madrid. ¿Por qué? Porque nos ofrece algo que pocos hacen. Toda su carta está disponible de 9 de la mañana a 9 de la noche.

Detrás de los creadores del concepto, Paulo Barberis y Mauro Coringrato, se esconde una filosofía muy clara: “En Adorado queremos que se coma rico, para ello buscamos recuperar la mística de aquellos sabores de la comida casera, elaborando cada plato con materias primas frescas y de excelente calidad, que se traduce en una propuesta abundante, deliciosa y original. También prestamos especial atención al ambiente y la atención que brindamos a nuestros “adoradores” para que la experiencia integral sea inolvidable y repetible”. Descubrámosla.

Adorado, un restaurante con recetas de toda la vida

Y ¿cómo se consigue convertirse en referente? Haciendo las cosas bien. En Adorado toma el recetario de toda la vida y lo elaboran con buena materia prima y productos frescos, a lo que suman un espacio acogedor y el trato excelente de todo su personal. Es el sitio perfecto para ir con amigos, apostarte en una mesa con tu ordenador a trabajar o simplemente dejarte llevar por los platos sencillos y apetecibles de su carta. Han arrancado con un menú concreto que prevén ir evolucionando según la temporada y dividen la carta en ‘desayunos y hora del té’ -para pedirlos durante todo el día-, cosas dulces, platillos para picar, sándwiches, ensaladas, platos recomendados y una selección de postres.

Si el desayuno es tu comida favorita del día, éste es tu sitio

Empezar el día -o merendar- con alegría puede pasar por pedir unas tostadas de pan que hacen ellos mismos con masa madre, acompañadas de mantequilla, queso crema y mermelada casera, dulce de leche -son argentinos, recordad- o tomate y aceite de oliva. Si lo prefieres también puedes pedir un ‘tostado’ -mixto- de jamón y queso fundido que preparan con mantequilla y a la plancha o la tan popular avocado toast con pan multicereal, huevo poché y tomate natural. ¡Una delicia! De beber pide su limonada casera o acompaña tu comida con un bariloche, una especie de smoothie con leche, nata, galletas de chocolate y dulce de leche.

Siguiendo en modo salado, no puedes dejar pasar su carta de huevos que podrás pedir revueltos o en tortilla y añadirles diferentes ingredientes como salmón, jamón braseado, queso o tomate, entre otros. Otro de los que se va a convertir en un clásico de la casa muy pronto, son los irresistibles huevos benedict que acompañan con patatas y ensalada, haciendo que se transformen casi en un plato único. ¿Eres de tomarlos con salmón o con jamón? En Adorado tienes estas opciones además de espinacas o aguacate.

Los dulces de Adorado, capítulo aparte con mención especial

Otro capítulo aparte merecen los dulces. ¿Quién se apunta a tomar unos pancakes con miel y fruta cortada? ¿Y si los pedimos con nata montada? ¿Y con Nutella? Para rematar también puedes probarlos con dulce de leche. Lo mismo ocurre con la french toast, que puede rellenarse de Nutella, dulce de leche o bananas caramelizadas. Sin olvidarnos de su córner de pastelería casera: cinnamon rolls, scones, alfajores o carrot cake completan la oferta.

¿No te decides por uno u otro? También puedes decantarte por su English Breakfast a base de huevos revueltos, champiñones, tomates cherry y salchichas parrilleras o darte al puro placer con un Full Brunch. Éste último incluye huevos de corral revueltos, salmón, yogurt con granola y fruta y tostadas en varias versiones, por el módico precio de 14 euros.

Adorado, un restaurante pensado para compartir

Hemos visto hasta ahora una lista de platos típicos de desayuno. Pero Adorado también se ha pensado como un lugar para comer y compartir. Sentarte a la mesa del restaurante no solo conlleva entrar en un ambiente distendido, sino también disponerse a pasar un buen rato degustando cosas deliciosas y apetecibles. Y eso se consigue con platos como el trío con hummus, guacamole y pesto de tomates secos, a los que hincarles el diente con tostaditas de pan caseras. No faltan una lujuriosa provoleta de queso provolone fundido y aceite de orégano o las empanadas argentinas de carne con chimichurri casero, tan suave que invita a mojar sin parar.

Si lo que quieres es un plato para ti solo, no puedes dejar de probar nuestro preferido, el sándwich milanesa, con carne de ternera empanada, rúcula, tomate, huevo a la plancha y una salsa de alioli. Pastrami casero, pollo campero, pulled pork… son solo algunas de las recetas que meten entre dos panes y triunfan entre sus clientes. Puedes maridar la propuesta con su carta pequeña pero interesante, de vinos argentinos o cervezas.

El punto verde lo ponen sus suculentas y abundantes ensaladas. ¿Lo mejor? Que son diferentes y divertidas como la Andina que se prepara con una base de quinoa, cebolla morada, pipas de girasol, peras con maíz grillado y vinagreta de pimientos asados.

Sin duda el final perfecto y el broche final en Adorado es la chocotarta. Se trata de una receta tradicional argentina de la típica tarta que preparaban las madres y que se hace con galletas desmigadas empapadas en café -lo que recuerda en sabor al tiramisú- y se monta a modo de lasaña de chocolate alternando capas y cubriéndola de chocolate fondant. ¡Una tarta para el recuerdo!