Ahora que llega el buen tiempo cada día empieza a apetecer más comer cosas fresquitas. En este caso pensé en hacer unos canelones fríos crudiveganos, con ingredientes crudos, para que no tengamos que encender ni un fuego y que en su conjunto fuera un plato completo a nivel nutricional. Con todas esas ideas en mi cabeza empecé a diseñar el canelón frío crudivegano perfecto y… taráaan, ¡me salió esto!

Ingredientes para los canelones fríos crudiveganos

Para el canelón:

  • Calabacín, 1

Para el relleno:

  • Tofu, 125 g
  • Aceitunas verdes sin hueso, 5-6
  • Albahaca, 3-4 hojas
  • Cilantro, 5-6 hojas
  • Ajo, ½ diente
  • Almendras crudas con piel, 4-5
  • Aceite, 2 cucharadas
  • Sal y pimienta

Para la salsa:

  • Anacardos, 40 g
  • Leche de avena, 40 ml
  • Nuez moscada, 1/2 cucharadita
  • Sal y pimienta

Creo que el resultado es sorprendente; un canelón refrescante y ligero que nos solucionará más de una comida y ahora que viene el verano, se van a convertir en uno de vuestros platos estrella.

Preparación de los canelones fríos crudiveganos

01: Preparación del relleno

Vamos a empezar por el relleno; abrimos nuestro paquete de tofu, escurrimos el agua y lo cortamos a trocitos. Normalmente los paquetes de tofu contienen entre 200 y 250g, para esta receta he utilizado la mitad de un bloque (el mío era de 250g por lo que he utilizado 125g).

Añadimos el tofu cortado a cuadraditos en una jarra y le añadimos las aceitunas, el cilantro cortado, las hojas de albahaca, el ajo pelado, las almendras crudas con piel, 2 cucharadas de aceite, una pizca de sal y otra de pimienta. Batimos todo muy bien hasta que queda bien integrado. Dejamos reposar el relleno en la nevera mientras preparamos las láminas de calabacín.

02: Elaboración de los canelones fríos crudiveganos

Lo primero que debemos hacer es lavar muy bien el calabacín ya que no lo pelaremos, lo vamos a consumir con la piel.

Una vez bien lavado, lo cortaremos por la mitad a lo largo y con la ayuda de una mandolina lo iremos laminando bien finito. Para cada canalón vamos a utilizar 3 láminas de calabacín que sobrepondremos una encima de otra como si de un abanico se tratara.

Una vez colocadas las 3 láminas en forma de abanico, colocaremos unas 2 cucharaditas del relleno en la parte inferior dejano un dedo de margen para poderlo enrollar bien. Para enrollarlo, cogemos por la parte inferior de las láminas de calabacín y vamos envolviendo el relleno dándole la forma de canelón. Repetimos el proceso hasta rellenar todos los canelones.

Si no tenéis una mandolina lo podéis hacer con un cuchillo muy bien afilado aunque os va a costar mucho más sacar láminas finas.

Si véis que el calabacín crudo no os gusta, podéis pasar las láminas por la plancha y cocinarlas con un poco de aceite antes de hacer el canelón, aunque entonces ya no será crudivegano.

03: Elaboración de la bechamel de frutos secos

Para elaborar esta bechamel de frutos secos, sin lactosa y 100% cruda, vamos a utilizar otra vez una jarra; en ella incorporaremos la leche de avena, los anacardos (os recomiendo que los pongáis en remojo unas 4 h antes, luego simplemente tendréis que escurrir el agua y añadirlos a la jarra para hacer la bechamel), la nuez moscada, la pizca de sal y la otra de pimienta.

Simplemente nos quedara batirlo todo muy bien hasta obtener nuestra salsa bechamel.

La cantidad de nuez moscada, sal y pimienta es a vuestra elección. Os recomiendo que pongáis poca cantidad de todo y que rectifiquéis una vez tengáis la salsa hecha.

La leche de avena la podéis sustituir por leche de arroz, por ejemplo. No os recomiendo la de almendras ni la de coco porque nos quitaría demasiado protagonismo al resto del plato. Eso sí, la leche que utilicéis os recomiendo que esté fría para conseguir un mejor resultado.

Resultado final

Sabéis que siempre me gusta daros alternativas y en este caso no podía ser una excepción. Vamos primero con el emboltorio; si no os gusta el calabacín lo podéis cambiar por pepino, tendréis que ir con un poco más de cuidado al manipularlo porque es más delicado pero os quedará también genial. Vamos a seguir con el relleno; si las aceitunas no os convencen, las podéis sustituir por tomates secos (tendréis que hidratarlos primero dejándolos en un bol con agua caliente unos 20 minutos, hasta que se vuelvan tiernos), es otra opción súper sana y rica.

También comentaros que, le he puesto un poco de cebollino y otro poco de albahaca pero si solo tenéis una de las dos no hay problema; si tengo que elegir, me quedo con la albahaca. También podéis prescindir del ajo si se os repite aunque, le da un toque interesante.

He utilizado este relleno para hace estos canelones fríos crudiveganos pero lo podéis utilizar también como un paté vegetal para untar en el pan o para comer con dips. Simplemente lo tenéis que guardar en un tarro bien cerrado en la nevera y lo tendréis listo para cuando os apetezca.

Lo mismo pasa con la bechamel de anacardos; la podéis utilizar como acompañamiento en un plato de verduras asadas, sustituyendo la bechamel de una lasaña o, si le ponéis un poco más de leche y la hacéis más líquida os puede venir genial como salsa para un plato de pasta, por ejemplo.

Este en un plato muy completo ya que por un lado, consumimos verduras crudas opción que que nos permite aprovechar mucho más las vitaminas y los minerales de las verduras así como su fibra. Por otro lado, tenemos el tofu que nos proporciona un aporte de proteínas y finalmente, nuestra ración de grasas buenas que nos la proporcionan las olivas y los anacardos.

Para complementar estos canelones fríos crudiveganos añadiría una buena ensalada de escarola con tomatitos y zanahoria, unos brotes terminados de rábano o brócoli, manzana fuji, arroz salvaje cocido y, para aderezar, una vinagreta de aceite de oliva virgen extra, vinagre de arroz, sal, pimienta y una pizca de canela.

Espero que disfrutéis de estos canelones fríos crudiveganos y que dejéis volar vuestra imaginación para rellenarlos de otras muchas cosas. Ahora que viene el verano, las verduras crudas deben ser uno de vuestros principales aliados.