La alimentación y los productos ecológicos es un asunto que nunca dejará de ser polémico, y no miremos para otro lado, son los intereses comerciales y la enorme industria que hay detrás lo que hace que la balanza cambie tanto de un lado a otro. Miles de millones de euros que se mueven diariamente hacen que muchos se esfuercen en que no podamos ver las cosas claras.

Un nuevo informe sobre alimentación ecológica, en este caso el Marketing Organic Report de Academics Review, organización sin ánimo de lucro, afirma que el consumidor paga más de la cuenta por productos orgánicos y que los precios se han disparado aprovechando el desconocimiento del consumidor mediante potentes campañas de marketing que han llevado a que este no entienda bien lo que es la alimentación orgánica.

Antes de seguir adelante, me gustaría aclarar algunos puntos importantes. Soy un consumidor habitual de productos ecológicos, no todo lo que como es orgánico, pero si una gran parte de ello. Por otro lado, me gustaría que abordásemos este tema de una forma abierta, no pensando que o bien los productos orgánicos son la panacea o son un timo, hay un gran abanico de posibilidades intermedio y tenemos que contemplarlo, que es la idea principal que quiero transmitir.

No vamos a entrar demasiado en un tema nutricional, y es que tanto este informe como para mi el mayor problema que gira en torno a la alimentación ecológica es un tema de marketing, la parte nutricional la dejamos para otro día. Todavía no está claro si los productos ecológicos son más sanos o nutritivos que los no ecológicos, así que no tiene sentido entrar en esa guerra hoy.

Lo que indica el informe es que la industria alimentaria se ha aprovechado del desconocimiento del consumidor para elevar los precios de los productos orgánicos. ¿Cómo? Pues muy fácil, haciendo creer que son más sanos que los no ecológicos, y eso se hace mediante marketing. Etiquetas verdes, zonas especiales en supermercados, botes con un aspecto mejor para nosotros, etc. Un bombardeo de marketing subsconsciente que poco a poco nos ha ido convenciendo de que los productos ecológicos son más sanos que los no ecológicos.

El problema de todo esto, sean o no sean más sanos (repito que no entramos en esto hoy), es que es muy fácil vender algo diciendo que es más sano, y por ende fácil subir el precio de una forma desmedida. ¿Son más caros los productos ecológicos? Por supuesto que sí, y en muchas ocasiones nos los encontramos demasiado por encima, y es porque la industria se ha aprovechado de ello, que es precisamente lo que destaca el informe en cuestión.

Pero vamos más al fondo de la cuestión. Decía que no tenemos que ser extremistas, que tenemos un enorme abanico de posibilidades. Os voy a poner un ejemplo muy claro. Estamos en época de aguacates, y mientras que yo los compro orgánicos a 2.70€ el kilo, en grandes supermercados los no orgánicos rondan los 3.80€ el kilo, una diferencia abismal que demuestra que sabiendo comprar lo orgánico no siempre es más caro. Lo normal es que sí, pero si compramos de temporada, a productores y con cabeza, el precio no es un problema.

El problema sí aparece cuando uno no entiende exactamente qué pasa con todo esto de la alimentación ecológica, cree que simplemente es más sana y va detrás de los botes bonitos con etiquetas verdes del supermercado que cuestan el doble. Como decía antes, lo importante es usar la cabeza e informarse mejor, de ese modo encontraremos buenos precios en alimentación ecológica sin que se aprovechen de nosotros.

Resumiendo, los productos orgánicos se han convertido en una mina de oro para aquellos que han sabido ver la salida de lo fácil que es vender a precios muy elevados aquello que se ha pintado como más sano, pero en nuestras manos está darle la vuelta a la situación y llevar una alimentación ecológica sin que nuestros bolsillos se vean tan afectados.

Una de las formas de hacer de esto es por ejemplo mediante los grupos de consumo, en los que un número de personas se unen para comprar directamente a productores, siendo así mucho más barato. La filosofía detrás de esto va mucho más allá del precio, y próximamente os ofreceremos una serie de artículos sobre el tema para que podáis crear vuestro propio grupo de consumo, pero por ahora lo más recomendable es informarse sobre el tema y olvidar los extremos. Ni la alimentación ecológica es un timo ni es la revolución sobre la tradicional, y ni es un timo ni barata, hay muchas posibilidades entre medias.

Puedes leer aquí el informe Marketing Organic Report

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