Lo más fácil para hacer deliciosos helados caseros es disponer de una heladera, pero lo cierto es que se pueden hacer helados sin necesidad de este electrodoméstico. El problema de no tener heladera es que el trabajo es más laborioso y largo, con  una heladera se puede tardar entre 25-40 minutos en hacer el helado mientras que sin ella se puede tardar entre 3-4 horas, teniendo además que mover constantemente la mezcla.

Pero para nuestro consuelo existe otro método rápido y práctico para hacer helados caseros de la forma más sencilla que podáis imaginar, este método es conocido como técnica “no churn” (sin mantecar).

¿Preparado para empezar? Te va a dar la risa cuando veas los pasos tan sencillos que tenemos que seguir para conseguir un cremoso helado casero.

Preparación del Helado de Vainilla

  1. En un bol mezclamos la leche condensada con nuestra esencia de vainilla. Es recomendable que se trate de una esencia natural, sin añadidos.
  2. En un bol grande vertemos la nata y batimos hasta montarla.
  3. Una vez tenemos montada la nata le agregamos la mezcla de la leche condensada y la esencia, mezclamos hasta conseguir homogeneidad. La textura resultante es tipo crema o puré, sin grumos.
  4. Helado listo, ahora sólo hay que verter la “crema” en un recipiente, poner film transparente en la superficie en contacto con el helado y cubrir con la tapadera. Es recomendable usar un recipiente metálico y más ancho que alto, de forma que el proceso de congelación sea más rápido, lo que ayudará a que nuestro helado sea más cremoso. El helado debe estar en el congelador sobre 4-5 horas aproximadamente.

Resultado

Hemos obtenido con un proceso rápido y sencillo un delicioso helado casero de vainilla, su textura es cremosa y no hemos tenido que estar removiendo constantemente mientras se congelaba.

Esta es la receta más sencilla, pero podemos añadir ciertos toques de sabor añadiendo en el paso 1 un poco de licor por ejemplo, esto ayudará a que cuando saquemos el helado del congelador no esté excesivamente duro. También podemos añadir trocitos de galleta, chips de chocolate… Como siempre ¡Imaginación al poder!

Una vez tenemos listo nuestro helado podemos servirlo tal cual, añadiendo algún topping, o usarlo como complemento en otros postres como el brownie, los pancakes, etc. La combinación frío-calor de helado con salsa de chocolate o caramelo también puede ser una idea deliciosa.