Suele ocurrir queremos empezar con este mundillo de la repostería no sabemos qué es lo que vamos a necesitar o que opción es la mejor. Aquí te damos algunos consejos básicos y utensilios imprescindibles para guiarte.

Horno

Siempre hay que precalentar el horno. Lo puedes poner al empezar porque mientras se pesan los ingredientes y se hace la preparación de la mezcla y llague el momento de hornearlo ya estará caliente.

  1. Habréis escuchado más de una vez la expresión “cada horno es un mundo” pues es cierto. Por ejemplo yo horneo un bizcocho a 180 ºC  en mi horno y me sale bien pero voy a casa de un amigo y a esa temperatura se quema. Aquí partimos de la base que nos da la receta (por ejemplo 180 ºC, calor arriba y abajo) y a mi se me quema pues para los siguientes voy bajando la temperatura. Aun así si lo pinchamos y le queda poco para que se haga le podemos poner un poco de papel de aluminio por encima, eso hará de barrera para que no se queme pero transmitirá la calor para que se termine de hacer. Si no queréis complicaros o no conseguís pillarle el punto en algunas superficies venden un termómetro que se introduce en su interior y te indica la temperatura exacta, se llama termómetro de horno (ronda por los 6 €).
  2. Siempre se hornea en la rejilla (a no ser que la receta indique lo contrario) a media altura.
  3. Si vuestro horno tiene ventilador hay que ponerlo a 10 ºC menos o quitarlo.
  4. El horno solo lo podremos abrir transcurrido 3/4 del tiempo de horneado y lo haremos poco a poco para que el cambio de temperatura no sea brusco. Si lo abrimos antes de tiempo no subirá.
  5. Cuando nuestro bizcocho esté ya horneado lo debemos dejar reposar unos 5 minutos en el interior para que se atempere suavemente, sobre todo si estamos en invierno. El cambio brusco en esta época del año hace que se formen pequeñas arrugas o que se baje.

Molde

Ha de estar enharinado o forrado con papel vegetal, tanto las paredes como la base. Si vamos a hornear un bizcocho con papel vegetal debemos dejar dos cm más de papel para no impedir que el bizcocho siga tomando altura. Si por cualquier cosa la mezcla sigue subiendo y no tiene más pared “a donde agarrarse” se quedará hundido por el centro.

  1. Existen en el mercado unas bandas de horneado que no son más que tiras que se ponen al rededor del molde para evitar que se cree costra y quede jugoso. Eso también lo puedes hacer en casa con una toalla vieja, cortas el diámetro del molde a lo largo y ancho y mojas la toalla con agua y lo sujetas con unos imperdibles o lañas para que no se caiga del molde. Eso al introducirlo en el horno crea humedad y consigue que sus bordes sena jugosos.
  2. Para desmoldar el bizcocho lo dejamos reposar 10 minutos. Transcurrido el tiempo le pasamos un cuchillo con cuidado de no rayar el molde ni romper el bizcocho le damos la vuelta y damos unos golpecitos en la base y laterales para ayudarlo a salir.
  3. No se deben de rellenar más de 2/3 del total de su capacidad.

Rodillo

Si aún no tenemos es mejor comprarlo de los que tienen unos anillos que elevan el rodillo para darle a la masa el grosor que queramos. Si lo tenemos se puede comprar unos niveladores para darle el grosor (por ejemplo a unas galletas).

Manga pastelera

Las hay desechables  y reutilizables:

  1. Desechables (son de un solo uso) y de precio salen más caras.
  2. Reutizables suelen ser de tela por fuera y forradas de plástico por el interior. Suelen ser más económicas y no hay que olvidar que son ecológicas.

Bol

para mezclar o batir: Este utensilio muchas veces pasa desapercibido pero es también muy importante. Es mejor que sea de acero inoxidable porque mantiene mejor la temperatura (para montar nata es importante que esté muy fría) o para montar las claras para un merengue (nos aseguramos de que no quede ningún resto de grasa por no tener poros, un uno de plástico se puede dar el caso).

Tamiz o colador grande

Ya que todos los ingredientes se tienen que tamizar este utensilio no podíamos dejárnoslo en el tintero. Si vamos a comprar un colador tiene que ser de “agujeros pequeños” . Así nos aseguraremos que al tamizar la harina  no caigan impurezas.

Lira o cuchillo de sierra

La lira es muy cómoda para nivelar nuestros bizcochos y rellenarlos. Si tienes buen pulso puedes usar el cuchillo de sierra.

Batidor o varilla

Si no tenemos eléctrica mejor que sea de las “duritas” de metal porque al hacer algunas mezclas con las de silicona (que son blandas) nos va a costar más trabajo.

Peso y termómetro

los he dejado los últimos pero junto al horno creo que es de los más importantes ya que son los que nos ayudan a controlar las cantidades de ingredientes y el termómetro porque para saber el punto exacto de temperatura en el chocolate, por ejemplo es muy importante.

¿Qué utensilios crees que faltan en esta lista? ¿Alguno más que utilizáis vosotros?

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