Bienvenidos, amantes de la mezcla chocolate-menta. Hoy os voy a enseñar a hacer tabletas de After Eight, esas chocolatinas Inglesas pensadas para después de cenar. Sí, para después de cenar (de ahí el nombre), no tienen nada que ver con el té de las cinco.

Esta es una de esas recetas que me encanta hacer; de esas que te suponen un mínimo esfuerzo pero que hace que tus invitados se queden boquiabiertos y digan: “Perooo, ¿eso lo has hecho túuu?” Y tú pones cara de superioridad y piensas en los 30 segundos que te ha costado fundir el chocolate en el microondas. Allá va:

Preparación

Buscamos algún recipiente que tengamos por casa de forma y tamaño similar a una tableta de chocolate grande (yo he usado un tupperware) y lo forramos por dentro con papel de horno.

Ponemos la mitad del chocolate en trocitos dentro de un cuenco o taza y lo derretimos en el microondas (aprox 1min en total), vigilando cada poco tiempo para que no se queme. Echamos la mezcla dentro de nuestro molde y lo inclinamos para que cubra bien todo el fondo. Lo metemos en la nevera y mientras se enfría preparamos lo de dentro.

En un cuenco ponemos el azúcar glass y las dos cucharadas de leche (ni una gota más) y removemos bien con la cuchara hasta que quede bien mezclado. Entonces añadimos el extracto de menta y una o dos gotas de colorante verde, para que quede de un color verde muy clarito (esto no es imprescindible, ya que blanco está igual de bueno). Echamos la pasta resultante encima del chocolate ya duro, y extendemos sin llegar a los bordes. Metemos de nuevo en la nevera y esperamos unos 15-20 minutos.

Por último, derretimos la otra mitad del chocolate en el microondas y lo dejamos enfriar 3 o 4 minutos. Después lo echamos por encima de todo lo demás y rapidamente inclinamos el recipiente para que cubra todo (hay que hacerlo enseguida para que el calor del chocolate no funda la pasta de menta).

Metemos en la nevera y esperamos como mínimo 3 horas para que la pasta de menta se asiente, aunque queda mejor después de toda una noche. Después desmoldamos y servimos la tableta entera para que los invitados vayan partiendo trocitos, o la cortamos en cuadrados con un cuchillo caliente.

Resultado

Debo confesar que no soy la fan número 1 del chocolate con menta, pero aún así me gusta preparar esta tableta por ver las caras de mis invitados al probarla. Son algo que nunca pensarías que se puede hacer en casa, y mucho menos que cualquier cocinillas novato la podría preparar.

Si os gustan los After Eight, a partir de ahora os los vais a comer por tabletas!!