Hacer helado en casa, teniendo una batidora o robot de cocina decente, es muy sencillo. La receta es simple, batir frutas congeladas junto con lácteos más o menos grasos, y no tiene ningún misterio.

Normalmente esta receta la hago con cerezas (cualquier variedad del Valle del Jerte), pero como todavía es un poco pronto, os voy a explicar cómo hacerla con fresas o fresones. La fruta que se utilice debe ser fresca, jugosa y tirando a madura (que no tenga un sabor demasiado ácido).

Los sobaos tienen que ser “de verdad”. Si es posible conseguir sobaos El Macho (Selaya) o Casa Luca (Ontaneda), mejor. Lo ideal es que sean de los grandes, que se venden en paquetes de 1 kilo con 6 unidades. Al menos, el contenido en mantequilla tiene que ser alto.

Preparación

El día antes guardamos en el congelador la fruta lavada, limpia, y troceada. Si nuestra batidora o robot de cocina tiende a calentarse demasiado, puede ser interesante enfriar también la leche evaporada en la nevera.

Cuando vamos a preparar el helado, se pican las fresas o fresones congelados en el vaso de la batidora. A continuación se añade medio bote de leche evaporada, poco a poco. Se sigue batiendo unos segundos hasta que la fruta esté desecha.

Se añaden el queso mascarpone, y el azúcar (3 o 4 cucharadas ). Se bate la mezcla al menos durante un minuto. Ir subiendo la velocidad hasta que quede homogéneo y cremoso.

Guardamos el helado en el congelador. Si va a pasar mucho tiempo hasta que se consuma, es conveniente “batirlo” con una cuchara cada pocas horas, para que no se haga hielo.

A continuación cortamos uno de los sobaos en cuatro tiras iguales. Es importante usar un buen cuchillo afilado para que el corte sea limpio y no se rompa el sobao.

Calentamos una plancha o sartén anti-adherente (no al máximo de temperatura, sino a un 8 de 10), y cuando esté caliente, “marcamos” las tiras de sobao por los cuatro lados largos, de forma que se dore con su propia mantequilla y caramelice un poco. Unos pocos segundos por cada lado serán suficientes.

Si los sobaos tuvieran menos cantidad de mantequilla que los tradicionales, o llevasen (¡horror!) margarina, puede ser buena idea poner un poco de mantequilla en la sartén para que no se quemen. Si el sobao es bueno, no hace falta.

Opcionalmente, se puede echar un poco de sobao en la mezcla del helado. Queda riquísimo, pero lo hace más pesado.

Resultado

El helado se sirve en un cuenco o copa ancha, con el sobao “a la plancha” adornando a modo de barquillo crujiente.

Tiempo: 10-15 minutos (sin contar tiempo de congelación de la fruta)

Dificultad: 2/10

Digestión: 3/10

Precio: 2€ por persona

Noticias relacionadas