En cuanto a los ingredientes, yo he optado por usar tomate frito, salsa BBQ, orégano, queso rallado, carne picada, bacon, cebolla y maíz para hacer una auténtica pizza barbacoa sin gluten, pero para gustos los colores.

Cómo preparar una pizza barbacoa sin gluten

1. Mezclamos la levadura con el agua

Antes de nada, toca poner el horno a precalentar (220º C). Una vez encendido echamos 100 ml de agua en un vaso junto con el sobre de levadura y una pizca de azúcar. Lo removemos bien y dejamos que repose durante 5 minutos.

2. Comenzamos a amasar

Aunque se puede hacer a mano, el amasado es la ocasión perfecta para sacar a relucir tu robot de cocina. Para ello empezamos tamizando la harina sobre el bol y añadiendo un chorro de aceite, 100 ml de agua y una pizca de sal. Cuando hayan pasado los 5 minutos, añadimos la mezcla de la levadura y comenzamos a amasar.

Cuando sea consistente paramos el robot y terminamos de amasar a mano. Para ello esparcimos un poco de harina de maíz sobre la encimera y le damos un par de vueltas.

3. Decoramos la pizza y al horno

Con la masa ya terminada sólo queda colocar un papel de horno sobre la bandeja y estirar la masa hasta que quede con el grosor que más nos guste. Después hacemos unos pequeños bordes y añadimos los ingredientes. En nuestro caso, como es una pizza barbacoa sin gluten, hemos mezclado el tomate frito con la salsa BBQ antes de esparcirla por la masa. A continuación le hemos añadido la carne picada, la cebolla en rodajas, el maíz, el queso rallado y un poco de orégano. También se le puede dar una pincelada de aceite al borde de la pizza para que este quede dorado y crujiente.

Por último, horneamos durante 20 minutos a 220º C. Mientras esperas puedes ir preparando el resto de tu pizza-party.