Lo peor que tiene el pescado fresco es que deja de serlo en muy poco tiempo, especialmente si no se manipula de forma adecuada. Por eso hay que andarse con ojo a la hora de comprarlo, que no suele ser barato como para estar jugándosela.

En este post os vamos a explicar cómo saber si el pescado está fresco para así evitarnos chascos cuando lleguemos con la compra a casa.

Cómo saber si el pescado está fresco

A no ser que tu pescadero sea de entera confianza que, reconozco que no es mi caso, hay unas cuantas cosas en las que debemos fijarnos, empezando por cómo está expuesto el pescado en la propia pescadería.

El pescado fresco debe estar presentado al público para su venta sobre una cama de hielo y sobre una superficie inclinada que asegure la correcta evacuación del agua procedente de la descongelación del hielo y así evitar que el pescado acabe en un charco de agua.

Tampoco es deseable y, afortunadamente, es algo que cada vez se ve menos, que haya adornos de plástico o vegetales junto al pescado, pues pueden ser fuente de gérmenes que contribuyan a un deterioro más rápido de las piezas que están en contacto con ellos.

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Para saber si el pescado que nos gustaría comprar está fresco debemos comprobar:

  • Ojos: Deben ser esféricos, saltones, con la córnea cristalina (si está lechosa, estará malo) y la pupila de color negro brillante, nunca opaca o grisácea.
  • Agallas: Deben ser de color vivo, rojo o rosa según el pescado que sea. En ambos casos, los colores deben ser brillantes e intensos, nunca descoloridos o amarillentos.
  • Cavidad abdominal: La telilla que la recubre debe estar limpia y brillante y debe ser suave al tacto. El corte de la carne debe ser liso y brillante. La sangre debe ser roja y brillante, si tira a marrón está en mal estado.
  • Espina central: Debe ser prácticamente incolora, estar completamente adherida a la carne y romperse si intentamos separarla.
  • Piel o escamas: Debe estar limpia, brillante, tornasolada y resbaladiza, nunca pegajosa. Cuando el pescado está fresco, la piel se separa con dificultad de la carne. Las escamas, por lo general, deben ser abundantes y difíciles de retirar.
  • Tacto de la carne: La superficie debe ser lisa al tacto, no granulosa. La carne debe ser firme y elástica, es decir, al presionar levemente con el dedo y soltar no debe quedar marca.
  • Olor: El pescado muy fresco huele a agua de mar, a algas o a agua dulce, aunque si no huele a nada consideramos que está fresco. Si desprende olor fuerte como a amoníaco, es que no está en buen estado.

Fuente e Imagen pescado | Consumer-Eroski

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