Lo importante para preparar un risotto, que no es más que un arroz meloso cuya particularidad es que agregas el caldo en varias veces y terminas al final mantecándolo con mantequilla y queso, es tener siempre el caldo  bien caliente y un arroz de una variedad que aguante esta cocción y no se deshaga como es el arroz Scotti. Tendréis que ir jugando con vuestro fuego, para que evaporen los líquidos a una velocidad adecuada sin quemar el fondo pero permitiéndoos añadir todo el caldo que haga falta. Tened en cuenta que los últimos minutos serán en los que se incorpore el puré de zanahoria que dará color pero también más líquido. 

Ingredientes

  • Aceite de oliva, 4 cucharadas
  • Mantequilla, 40 g
  • Zanahorias, 250 g
  • Sal, c/s
  • Caldo de pollo o de verdura, 1 litro
  • Cebolla blanca picada, 1 u
  • Arroz Scotti, 320 g
  • Vino blanco, 100 ml
  • Queso parmesano, 40 g
  • Bacon cortado en dados, 150 g
  • Bicarbonato, 1 pizca

Paso 1

Lo primero que tendremos que hacer para este risotto de zanahoria será cocinar las zanahorias, para ello las pelaremos, cortaremos el pedúnculo deshechándolo y las picaremos muy pequeñitas.

En una olla con dos cucharadas de aceite de oliva las saltearemos bien a fuego fuerte, para que caramelicen por fuera, durante 3 minutos. En ese momento, reservamos la cuarta parte de esas zanahorias fuera de la olla, bajamos el fuego e incorporamos el bicarbonato, que hará que empiecen a soltar toda su agua. Tapamos y dejamos cocinar durante 10 minutos hasta que estén blandas, en su propia agua. Trituramos bien con un poco del caldo si fuese necesario para conseguir un puré denso, sin grumos. 

Paso 2

En otra olla, salteamos el bacon a fuego medio, hasta que se dore, sin la necesidad de ninguna grasa. Cuando esté dorado lo reservamos. 

Paso 3

En esa misma olla y con el resto de la grasa del bacon ponemos las otras dos cucharadas de aceite de oliva con un poco de la mantequilla y empezamos a pochar la cebolla muy picada, a fuego suave con un poco de sal para que vaya poniéndose transparente. 

Paso 4

Una vez que la cebolla esté transparente será el momento de añadir el arroz de nuestro risotto de bacon y zanahoria, lo removemos bien y lo regamos con el vino blanco, removiendo, hasta que éste se haya evaporado a fuego medio.

Paso 5

Añadimos entonces los trocitos de zanahoria que teníamos reservados y empezamos la cocción del arroz. Añadiremos el caldo de pollo, que tendrá que estar muy caliente, poco a poco, en tres veces, sin dejar de remover y teniendo el arroz a fuego medio. Lo haremos durante 12-14 minutos. 

Paso 6 

Tras este tiempo, añadiremos el puré de zanahoria, pondremos a punto de sal y continuaremos la cocción hasta llegar a los 17 minutos. 

Paso 7 

Añade con el fuego ya apagado el bacon tostado, remueve bien, y termina con una nuez de mantequilla y bien de parmesano removiendo bien, para mantecarlo como debe ser mantecado este risotto de bacon y zanahoria. 

Sugerencias y alternativas

El risotto es una alternativa maravillosa para aprovechar los ingredientes que hay por la nevera y dar salida a todo sin tener restos que terminen en la basura; ahora en cuarentena y siempre.

Las combinaciones dentro de un risotto son infinitas y casi acepta cualquier ingrediente que tengáis por ahí siendo lo más importante un buen caldo, la paciencia de una cocción removiendo y un buen mantecado final. En este caso, el risotto de bacon y zanahoria podría derivar en un risotto de espinacas, de calabaza, de champiñones, de calabacín, con chorizo, con salchichón… ¡hasta con mejillones en escabeche o queso azul! Las posibilidades son tantas como la imaginación de cada uno, siempre con un poco de control, claro.