Ayer tuve una de esas interminables comidas familiares, con primos lejanos y tíos segundos de los que sólo habías visto en fotografías de época. Es el famoso ciclo navideño: desayuno, almuerzo, comida, merienda, café y galletas, picoteo y cena, todo sin moverse de la mesa. Al final, terminas con la tripa hinchada, derrotado por la comida, durmiéndote costosamente en un sofá.

Por eso mismo, hoy voy a preparar algo sencillo, rápido y que no empache, porque tengo muchos planes por la tarde y no me apetece repetir la comida, ni sentirme pesado.

Voy a cocinar unos espaguetis al pesto, a mi manera. Y digo a mi manera porque mucha gente se irrita cuando no se sigue una receta tal y como se hace originalmente. Pero, para que lo sepáis, yo siempre modifico y manipulo las recetas para que se acoplen a mi forma de cocinar, a mi tiempo, a mi economía y ante todo, a mi gusto.

Os aconsejo que experimentéis en vuestra casa de la misma manera. La cocina debe ser como un laboratorio, donde nosotros somos los chiflados y arriesgados científicos.

Preparación

Llenad una olla grande con bastante agua -suficiente para que cubra los espaguetis- y ponedla a calentar a fuego máximo. Mientras esperamos a que hierva, preparamos la salsa.

Si tenéis tiempo, trocead uno a uno todos los ingredientes. Si no tenéis tiempo y confiáis en vuestra batidora/licuadora, podéis echarlo todo de golpe, aunque os recomiendo trocear el albahaca y los canónigos por si las cuchillas dejan tropezones.

Primero de todo, vertemos el chorro de aceite para que el resto de condimento no se quede debajo del todo y cueste triturarlo. Tras verter el aceite, metéis el ajo, las aceitunas, una cucharada grande de queso en polvo -así la salsa coge consistencia- la albahaca y los canónigos.

Cuando todo esté dispuesto, batís hasta que se forme una crema homogénea.

Ahora sólo tenéis que aguardar a que el agua de la olla rompa a hervir, momento en el que introduciréis la cantidad de espaguetis que vayáis a comer.

Removéis cada 3 o 4 minutos para que no se peguen y esperáis los minutos de cocción que la marca os indique en el reverso del paquete, normalmente, de 12 a 18 minutos.

Cuando penséis que están a vuestro gusto, simplemente, vertéis todos los espaguetis en un escurridor, sobre la pila, y, muy importante, echáis un poco de agua fría sobre la pasta, para detener su cocción al momento.

Recomiendo echar otro poco de agua fría dentro de la olla y así evitaréis que se os pegue la pasta al fondo.

Una vez bien escurridos, los servís en un plato, y con ayuda de una cuchara, vertéis toda la salsa. Mezcláis bien hasta que todos los espaguetis estén “empapados” de verde, y echáis queso por encima a vuestro gusto.

Resultado

Como siempre, han salido estupendos. Es un plato extremadamente fácil, sano y delicioso. Para los que tengan tiempo y quieran impresionar a alguien o mimar al paladar, recomiendo comprar todos los ingredientes por separado y escogerlos con criterio: queso parmesano italiano, anchoas del norte, aceitunas verdes de pueblo, aceite de oliva virgen extra…

Y para el que no disponga de tiempo, ni dinero para estos caprichos -como suele pasarme a mí- podéis ver que el plato puede simplificarse de mil maneras, ya que, por ejemplo, podéis sustituir albahaca fresca por el típico bote de especia, -sacrificando sabor y textura- o los canónigos por espinacas. Espero que os haya gustado. ¡Un abrazo y que aproveche!

Tiempo: 12-18 minutos (según cocción)

Dificultad: 1/5

Digestión: 3/5

Precio: 4 €

Noticias relacionadas