A pesar de que parece que en estos meses más fríos apetece menos comer ensaladas, de vez en cuando sí que nos entra el gusanillo de comer cosas frescas. Esta ensalada de cecina con virutas de foie y vinagreta de frutos secos consigue hacer de una ensalada un plato energético pero también equilibrado, con una combinación de ingredientes dispares que, una vez acompañados el uno del otro, sorprende descubrir que casan a la perfección.

Ingredientes

  • Brotes de diferentes tipos de lechugas, 120 g
  • Cecina de León, 90 g
  • Mousse de foie, 50 g
  • Tomates cherry variados, 16
  • Nueces, 80 g
  • Pistachos, 80 g
  • Pasas sultanas, 40 g
  • Miel, 30 g
  • Mostaza de Dijon, 5 g
  • Vinagre de vino blanco (o el que más nos guste), 40 ml
  • Aceite de oliva virgen extra, 75 ml
  • Aceite de girasol, 75 ml
  • Sal

Cómo hacer una ensalada de cecina con virutas de foie y vinagreta de frutos secos

01: Pelamos las nueces y los pistachos y trituramos parte de ellos

El primer paso para la elaboración de esta ensalada de cecina con virutas de foie y vinagreta de frutos secos es pelar tanto las nueces como los pistachos. Guardamos parte de estos frutos secos para añadirlos a la ensalada al final y el resto los trituramos con el accesorio picador de la batidora, hasta obtener una especie de polvo de frutos secos.

Otra de las cosas que primero debemos hacer es envolver el medallón de mousse de foie en papel film y meterlo en el congelador. Sólo una vez esté bien congelado podremos extraer fácilmente virutas de él, así que lo ideal es hacerlo previamente con al menos 3-4 horas de antelación.

02: Preparamos la vinagreta de frutos secos

Añadimos el polvo de nueces y pistachos al interior de un vaso batidor. Agregamos también la miel, la mostaza, el vinagre y tanto el aceite de girasol como el de oliva. Salamos y trituramos la vinagreta de frutos secos con la batidora hasta obtener una vinagreta ligada, untuosa y con cuerpo.

Probamos para rectificar alguno de los ingredientes y adaptarlos a nuestro gusto particular si fuera necesario.

03: Preparamos el resto de los ingredientes de la ensalada de cecina con virutas de foie y vinagreta de frutos secos

Limpiamos y preparamos los brotes de lechuga.

Limpiamos también los tomates cherry de las diferentes variedades y practicamos en ellos un corte en cruz de arriba a abajo pero sin llegar hasta el final. Abrimos cada uno de esos gajos en los que hemos dividido cada tomate cereza de modo que formen una especie de flor. Esta manera de presentar los tomates cherry es muy original y sencilla y hará que nuestra ensalada de cecina con virutas de foie y con vinagreta de frutos secos quede mucho más vistosa y apetecible.

Por último, cortamios la cecina de León en lonchas finas pero con la suficiente longitud para que tengan buena presencia. Si tenemos cecina de León loncheada, la sacamos del envase para que se airee y se atempere adecuadamente.

04: Montamos la ensalada de cecina con vinagreta de frutos secos y rallamos las virutas de foie sobre ella

Disponemos una fuente ovalada o un plato rectangular y alargado en el que emplatar nuestra ensalada de cecina con virutas de foie de la manera más bonita posible.

En primer lugar, colocamos los brotes de las diferentes lechugas esparcidos por el fondo del plato, hasta cubrir todo su fondo.

Posteriormente, posamos las ‘flores’ de tomate cherry por los laterales del plato, colocándolos espaciados pero de manera que cubran todo el contorno de la ensalada.

A continuación, colocamos con finura y gusto las lonchas de cecina sobre los brotes de lechuga, doblándolas para que adopten un aspecto ondulado y una forma sugerente que nos ayude a aportar volumen al plato y que así darle un aspecto mucho más atractivo.

Llega el momento de añadir por encima de la ensalada las nueces y los pistachos que habíamos guardado enteros, así como las pasas sultanas, echándo todos ellos obre la ensalada de manera dispersa y descuidada, para que el emplatado resulte más natural.

Por último, y ya justo antes de servir el plato, cubrimos toda la ensalada de cecina con una buena cantidad de la vinagreta de frutos secos para que quede bien aliñada y de manera regular. Además, cogemos el medallón de mousse de foie (el cual debe estar bien congelado para que se pueda rallar bien) y lo rallamos por encima de la ensalada, presionando con fuerza, para cubrirla con unas preciosas y deliciosas virutas de foie.

05: Servimos la ensalada de cecina con virutas de foie y vinagreta de frutos secos

Servimos la ensalada de cecina con las virutas de foie y la vinagreta de frutos secos.

Resultado final

Esta ensalada de cecina es más contundente que las que solemos estar acostumbrados a comer habitualmente, pero siempre que se logre cierto equilibrio en la cantidad de los diferentes ingredientes que le añadimos tampoco debe ser óbice para poder disfrutarla en cualquier momento. Eso sí, quizás en estos meses más fríos es cuando apetezca más este tipo de ensaladas más calóricas.

En cuanto a presencia no creo que os quepa duda de que esta ensalada de cecina y virutas de foie es todo un acierto, pero también lo es en cuanto a lo más importante: el sabor. Esas virutas de foie se funden junto con la cecina de León, bien atemperada y jugosa, consiguiendo que todo este toque graso junto con esa vinagreta tan untuosa de frutos secos contraste perfectamente con el frescor y acidez de los brotes de lechuga y de los tomates cherry.

La vinagreta de frutos secos debe añadirse en el último momento para que esta no chafe la lechuga. Las virutas de foie también deben rallarse sobre la ensalada de cecina justo antes de servirla para que las virutas no cojan temperatura y se deshagan y formen una especie de pasta. Para rallar las virutas lo ideal es utilizar un rallador de agujero grande, mejor aún si es un rallador tipo microplane. Eso sí, no utilicéis un rallador fino porque no podréis formar con ellos virutas de foie lo suficientemente grandes que nos sirvan para esta receta.

Probad esta ensalada de cecina con virutas de foie y vinagreta de frutos secos porque, de verdad, está espectacular y además es una manera de tomar una ensalada distinta a lo habitual, con un toque totalmente diferente a otras ensaladas que nos terminan resultando más anodinas por repetitivas.