Japón tiene infinitas sorpresas culinarias, algunas más básicas como podrían ser estas albóndigas de pollo o Tsukune y otras más complejas como el fascinante mundo del ramen o toda la filosofía detrás del sushi.

Ingredientes

  • Contramuslos de pollo de corral picados, 500 g
  • Panko (pan rallado japonés), 80 g
  • Aceite de sésamo, 1 cucharadita
  • Pasta de miso rojo, 1 cucharada
  • Hojas de shisho, 8 u
  • Cebolleta china, 4 u
  • Jengibre fresco, un trozo pelado de 1/2 cm
  • Huevo, 1 u
  • Sal y Pimienta negra, c/s

Para la salsa yakitori

  • Salsa de soja, 120 ml
  • Mirin, 120 ml
  • Sake, 60 ml
  • Azúcar moreno, 2 cucharadas
  • Agua, 60 ml
  • Vinagre de Jerez, 1 cucharadita
  • Jengibre, un trozo pelado de 1 cm

Paso 1

Para la salsa lo que tendremos que hacer será poner en un cacillo todos los ingredientes y encender el fuego a tope, una vez comience a hervir bajaremos el fuego y dejaremos cocinar hasta haber obtenido una densidad untuosa que es el objetivo. Entonces colaremos para quitar el jengibre y reservaremos en frío. 

Paso 2

Picar la cebolleta china muy pequeña y también el jengibre (o rallarlo) y las hojas de shisho. Mezclar con la carne de pollo picada, el huevo, el aceite de sésamo, el miso rojo y el panko y poner a punto de sal y pimienta negra. 

Paso 3

Si utilizamos brochetas de madera lo ideal es mojarlas antes, para que no se quemen en la parrilla o sartén, si utilizamos de metal no hará falta. Sólo quedará ensartar la carne en las brochetas, se pueden hacer varias bolitas redondas o una más alargada, que es casi más tradicional. 

Paso 4

Ahora lo ideal sería asar las brochetas de albóndigas de pollo japonesas a la parrilla para que absorban el sabor del carbón pero si no tenemos podremos hacerlo también a la plancha, a fuego medio con unas gotas de aceite, dándoles la vuelta cada vez que se doren por un lado. 

Paso 5

Cuando el pollo ya esté cocinado pincelaremos con la salsa teriyaki y dejaremos en la plancha 10 segundos más, podemos terminar con un poco más de salsa, sichimi togarashi por encima, un poco de cebollino y su yema de huevo al lado para mojar bien, ¡no podrás comerte sólo una, es un aviso! 

Notas

Las izakaya - las tabernas coloquiales japonesas - suelen despachar una serie de variados platillos y en ellas es habitual encontrar una pequeña parrilla de carbón en la que se terminan los yakitori, sus famosas brochetas. 

Su acompañamiento es un poco especial porque las suelen servir con un bol con una yema de huevo al lado, cruda, para ir mojando en ella pero la combinación resulta absolutamente ganadora con al salsa teriyaki y la tremenda jugosidad de unas albóndigas de las que siempre se quieren más. Si no las queréis preparar vosotros, os lanzo una recomendación: las de Torikey (un restaurante especializado en brochetas y platillos tradicionales japoneses, nada de sushi) en Madrid. Son como viajar a Japón.