Enero es el mes por excelencia de los buenos propósitos alimenticios y… de los batidos verdes, esos que nos venden como desintoxicantes y que, seamos francos, ni depuran ni desintoxican, que esa función ya la hace nuestro cuerpo cada día. Cosa bien distinta es que durante las Navidades lo hayamos hecho trabajar a destajo y que una buena parte de las calorías de más que nos hayamos zampado ahora luzcan en forma de esos michelines que nos queremos quitar a toda costa.

Ingredientes

  • Espinacas frescas crudas, 50 g
  • Plátano, ½ (*)
  • Apio, 2 ramas
  • Naranja, 1
  • Perejil, 2 ramitas
  • Agua, 150 ml

En ese caso, los batidos, como este batido verde de espinacas, son buenos aliados, pero repito, no porque depuren nada, sino porque tienen pocas calorías, mucha fibra y aportan vitaminas y minerales, vamos, que para matar el hambre de media mañana son más recomendables que zamparse un bollo o un pincho de tortilla porque son más saludables. Así que, para los que os animéis, estos días os iré poniendo las combinaciones que a mí me resultan más apetecibles y en las que lo verde ni se nota que está.

Preparación del Batido verde de espinacas

  1. Exprimimos la naranja y reservamos el zumo.
  2. En una batidora de vaso americano ponemos los trozos de plátano congelados, el perejil, el apio lavado y cortado en trozos, las hojas de espinacas, el zumo de la naranja y el agua. Si sois muy golosos le podéis añadir una cucharada de miel o sirope de ágave, pero no es imprescindible, porque la naranja y el plátano ya aportan suficiente dulzor.
  3. Cerramos la batidora y trituramos a velocidad máxima hasta que tengamos una mezcla homogénea y ligeramente espumosa.
  4. Servimos inmediatamente.

Como la textura es bastante cremosa a mí me gusta más tomarlo con pajita, pero también se puede beber directamente.

Resultado

A pesar del color verde tan intenso que a uno le puede parecer que el sabor sea el de las espinacas, ya os adelanto que no es así, pues los trocitos de plátano hacen muy bien su trabajo y anulan bastante a las espinacas y al apio, cuyos sabores pueden desaparecer por completo si así lo queréis añadiendo un poco de miel.

Si lo queréis más líquido, basta con añadir un poco más de agua y batir unos segundos más. En cualquier caso, la fibra de las espinacas y el apio nos quitará de sobra el hambre de media mañana habiendo ingerido muy pocas calorías.

Un truco, si vais con prisa y no queréis manchar el exprimidor para hacer el zumo, se puede añadir la naranja troceada de manera que tendremos un extra de fibra al incluir también la pulpa de esta.