La pasta wonton, wanton o wantan es una masa de origen chino muy fina que cada vez es usada más en occidente debido a su gran versatilidad. Como se puede hervir, freír o tostar en el horno, la pasta wonton puede ser usada para elaborar todo tipo de dim sum (aperitivo, pincho), y más concretamente dumplings (dim sum pero limitados a una masa rellena). A partir de ahí las posibilidades son numerosas: empanadillas hervidas o fritas, raviolis, o bocados crujientes fritos u horneados con todo tipo de rellenos.

Ingredientes

  • Láminas de pasta wonton, 16 (*)
  • Morcilla de León, 300 g
  • Pimientos rojos de Isla asados y sin piel, 400 g
  • Miel o melaza, 50 ml
  • Azúcar, 75 g
  • Vinagre de Módena, 30 ml
  • Agua
  • Mantequilla derretida
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Aceite de girasol o de oliva suave para freír
  • Sal

En esta receta vamos a elaborar con esta pasta unos crujientes bocaditos de morcilla que nos pueden dar ideas de cara a estas Navidades como posible alternativa para los típicos canapés o aperitivos encima de una rodaja de pan. Además los vamos a realizar con dos productos destacados de nuestra gastronomía: la morcilla de León, en este caso en conserva, acompañada de una mermelada de pimientos de Isla, una variedad de pimientos autóctona de Cantabria tremendamente carnosa e inconfundible.

(*) Como su uso es cada vez más  frecuente en nuestro país, la masa wonton la podemos encontrar en más y más grandes superficies y tiendas especializadas. Suele estar situada en la sección de refrigerados o congelados y es realmente económica. Sin embargo, no siempre nos resultará fácil conseguirla.

La buena noticia es que, aunque la primera impresión pueda indicar todo lo contrario, su elaboración es sumamente fácil y accesible hasta para los más torpes. Animaros a probar a hacerla, tal y como os detallamos en este otro post porque, de verdad, el resultado es espléndido y no requiere de grandes esfuerzos. Tampoco es nada latoso: ni amasados eternos ni grandes pringues.

Cómo hacer bocaditos de morcilla de León con pasta wonton y confitura de pimientos de Isla

01: Trituramos los pimientos

Primero de todo, debemos contar con unos buenos pimientos asados, embotados o debidamente conservados. Yo voy a usar los de Isla porque tengo la suerte de tener acceso a ellos, pero podéis usar la conserva que más os guste o asar vosotros mismos unos pimientos rojos morrones. De todas maneras, se pueden usar también unos buenos piquillos, más fáciles de conseguir y con un resultado que va a ser muy sabroso igualmente.

Picamos los pimientos asados. Lo podemos hacer a cuchillo, pero como queremos picarlos en trozos muy pequeños nos resultará muy práctico hacerlo en el vaso picador de la batidora.

02: Confitamos para obtener la mermelada de pimientos

Colocamos el pimiento asado y picado en un cazo. Añadimos por supuesto también el líquido de la conserva, que es el jugo que ha soltado el pimiento durante su asado y que le aporta un sabor brutal. Agregamos también una pizca de sal, la miel o melaza, el vinagre de módena, el azúcar (puede ser moreno) y un chorrito de aceite de oliva.

Como queremos obtener una mermelada, debemos asegurarnos que el pimiento se caramelize y se consuma muy poco a poco. Añadimos un poquito de agua para facilitar la cocción y evitar que se pegue con demasiada facilidad. Cocemos a fuego lento durante unos 45 minutos, hasta que obtengamos una pasta acompotada de pimiento rojo con cierto dulzor, pero muy equilibrada.

Como hemos picado mucho el pimiento, los tropiezos serán muy menudos y la confitura tendrá un aspecto rústico. Si queremos una mermelada más lisa y uniforme, trituramos y colamos. Por suerte, el color rojo intenso permanece pese al batido. En ambos casos podemos añadir más agua si queremos una mermelada más líquida.

03: Rellenamos las láminas de pasta con la morcilla

Vamos a hacer los paquetitos de morcilla con la pasta wonton. Vais a ver que el proceso es súmamente sencillo.

Desplegamos las láminas sobre una tabla o la encimera y colocamos cerca un cuenco con agua o mantequilla derretida.

Con las manos bien limpias, mojamos nuestro dedo en el agua o mantequilla derretida. Humedecemos con él todo el borde de la pasta, que viene ya previamente enharinada para que no se pegue una lámina con otra.

Añadimos una buena cantidad de morcilla de León en el centro de la lámina y llevamos cada esquina del wonton hacia el centro. Unimos presionando cada arista de una esquina con la de la otra esquina y juntando los cuatro picos en el centro.

Presionamos bien para cerrar completamente nuestros dumplings y asegurarnos de que el relleno no se salga durante la cocción.

04: Freímos o doramos en el horno

Para darle un acabado crujiente a nuestros bocados tenemos dos opciones. La primera es freírlos en abundante aceite a fuego alto durante 1 minuto, hasta que el paquetito esté dorado y bien crujiente.

Si queremos una opción más sana los podemos hacer al horno. Los colocamos sobre un papel de horno bien separados y los pincelamos con mantequilla derretida. Introducimos en el horno previamente precalentado a 180º C unos 10 minutos, hasta que queden bien crujientes.

Es importante no poner el horno a temperatura muy alta porque se tostarán mucho los pliegues de nuestros bocados, permaneciendo todavía blanda el resto de la pasta wonton.

05: Servimos junto con la confitura de pimientos

Escurrimos el posible exceso de grasa encima de un papel absorbente y servimos con la confitura de pimientos de Isla. Su dulzura y suavidad acompañarán perfectamente la particular intensidad del relleno de morcilla de León.

Resultado final

Acompañar la morcilla con los pimientos es un valor seguro, pero estos dim sum crujientes admiten tantos rellenos y combinaciones como alcance nuestra imaginación. A mí me pirra la morcilla de León y he rellenado las wanton sólo con ella, pero podemos echar menos cantidad e introducir también, por ejemplo, queso brie o brandada de bacalao. O sustituir la mermelada de pimientos por una compota de manzana, que sería otro acompañamiento ideal.

Por supuesto también podemos utilizar otros rellenos si la morcilla nos resulta muy fuerte. Sed un poco imaginativos y, si no, pensad que hay combinaciones que siempre funcionan: espinacas y queso de cabra, setas y jamón, carne con verdura, diferentes tipos de queso, etc. En este otro post de Cocinillas ya os contábamos cómo hacer unos triángulos crujientes de carne picada.

Obtenemos unos paquetitos de cierto tamaño, así que si preferimos hacerlos más pequeños podemos optar por cortar la masa en cuatro cuadrados y usar dos cuadraditos para formar una especie de ravioli, uniendo los laterales y esquinas. Así obtendremos un picoteo de bocado similar a los raviolis fritos.

Dad rienda suelta a vuestra imaginación para hacer vuestros aperitivos lo más apetitosos y originales posibles.