Esta copa de tomate y crema de queso de cabra es una receta llena de color y sabor. Por una parte tenemos una capa de color rosado con un sabor dulce y suave del tomate rosa que hemos utilizado para elaborarla y por otra, una capa blanquecina con un sabor más contundente de la mezcla de queso de cabra, albahaca y un puntito de mostaza. La combinación queda muy ligera, fresca y equilibrada.

Ingredientes para elaborar la copa de tomate rosa y queso de cabra

  • Tomate rosa, 1 grande
  • Queso de cabra, 1 rulo de 200g
  • Queso crema, 1 cucharada
  • Mostaza Dijon, 1 cucharadita
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
  • Sal, una pizca
  • Pimienta, una pizca (opcional)
  • Albahaca, 4-6 hojas y alguna más para decorar

Preparación de la copa de tomate y crema de queso de cabra

01: Preparar el tomate

Rallamos el tomate y lo dejamos escurrir unos minutos sobre un colador. Una vez escurrido, añadimos una cucharada de aceite y salpimentamos. Para facilitar el montaje, aunque no es imprescindible, ponemos la mezcla en una manga pastelera, y si como me pasó a mí no tienes ninguna en ese momento puedes utilizar una bolsa de congelar. Reservamos.

02: Preparar la crema de queso de cabra

En un recipiente aplastamos el queso de cabra y mezclamos con el queso crema, la mostaza, la albahaca muy picada y la cucharada de aceite restante. Yo suelo quitar la capa externa del queso de cabra para que no resulte un sabor tan fuerte, pero es opcional. Ponemos la mezcla de queso en una en manga pastelera o bolsa de congelar.

03: Montaje de la copa

El montaje es muy sencillo, se trata de ir alternando colores. Yo suelo comenzar y terminar con la mezcla de tomate porque me parece que el resultado es más colorido, y sobre la última de capa tomate pongo un montoncito de la crema de queso sin que cubra la capa de tomate, como contraste de color. Dejamos reposar en el frigorífico durante al menos dos horas.

04: Servir

Terminamos añadiendo unas gotas de AOVE y poniendo una ramita de albahaca. Servimos la copa fría.

Resultado

Para degustar esta copa de tomate y crema de queso de cabra hay que comerla “de arriba hacia abajo” para poder así tener en cada bocado la fusión de ambas preparaciones. El resultado es un entrante ligero y refrescante y tiene la ventaja de que la podemos preparar con antelación. Si la servimos en vasitos pequeños individuales será un aperitivo muy vistoso en una cena familiar o con amigos.

El tomate rosa -los mejores son los de Barbastro (Huesca)- es un tomate grande muy carnoso, con poca acidez y con la piel muy fina. Se caracteriza por su color rosado en lugar de rojo intenso en la parte exterior y su forma irregular. Pese a que tiene un precio más elevado que otras variedades de tomate, siempre merece la pena, ya que no estaremos pagando por agua sino por un auténtico tomate lleno de sabor.